Porsche Design es lo que podríamos llamar la esencia de la marca automovílística del mismo nombre. Fundada en 1972 por el padre del legendario 911, Ferdinand Alexander “Butzi” Porsche, Porsche Design es un genuino estudio de diseño donde además de los famosos bólidos se piensan desde bicicletas hasta muebles, pasando por artículos de escritura o viaje, cuchillos de cocina, gafas de sol y… relojes.
Pero no son relojeros. Es por esto que en su día se asociaron primero con Orfina (1972-1978) para presentar el primer cronógrafo en negro (llamado Chronograph 1) y después con IWC (1978-1997) para fabricar los primeros relojes de titanio de la historia. En 1998 la familia Porsche compra la histórica manufactura Eterna para dedicar parte de ella a sus diseños, un derroche de imaginación combinada que entre otras maravillas produjo el Indicator, una ‘locura’ técnica de 130.000 €. O el World Timer, uno de los más elegantes relojes con función GMT de la era moderna y ganador de varios premios.Después de la venta de Eterna al grupo China Haidian en 2011 (que más tarde adquiriría también Corum) Porsche Design, basada en Alemania, recupera su independencia y en 2014 abre una subsidiaria en Suiza (Porsche Design Timepieces AG), desde donde se dispone a continuar con el legado de Butzi Porsche, esta vez por su cuenta y sin by’s añadidos.
Todo esto y más es lo que querían contarnos los amigos de Diverso, la distribuidora de Porsche Design para España cuando invitaron a un selecto grupo de puntos de venta -y a mí- a una de las cavas más recónditas de Barcelona. Alta Alella, situada en la comarca del Maresme tiene la particularidad de especializarse en vinos y cavas ecológicos, lo que no le impide (o seguramente le propicia) estar presente en las cartas de algunos de los mejores restaurantes del mundo.
Y como se trataba de hablar de Porsche, el transporte desde el punto de encuentro hasta allí no podía ser otro que un Panamera, un Cayenne y un Macan. Bueno sí, tal vez un 911 o similar, pero hubo que conformarse… Una vez en Alta Alella, Valerie y Georgina nos guiaron por la propiedad, nos dieron a probar algunos de sus caldos y nos hablaron con pasión de un proyecto que sienten como suyo. Impresionante. Finalizado el recorrido nos dirigimos a la sala de presentación, que tenía el triple aliciente de contener los relojes, mostrar dos ejemplares de 911 separados por varias décadas en el tiempo y… la cena regada con los vinos que ya habíamos tenido ocasión de degustar previamente. Casi nada.
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Con el Chronotimer, el planteamiento es recuperar la esencia de del Chronograph 1: Valjoux 7750 en cajas de 42mm en titanio grado 5 de distintos acabados: satinado, pulido espejo o el negro primigenio. El color negro se consigue mediante PVD, y a mi pregunta de por qué no se usaba DLC, que parecería más resistente, Peter Tylla, director comercial de Porsche Design, me indicó que el titanio grado 5 tiene tal dureza que permite 
aplicarle un PVD con más presión y por tanto más resistente, aunque la razón más importante es que el PVD es negro-negro mientras que el DLC queda un tanto gris y como traslúcido. Vi también una versión con el bisel de oro. No chapado o recubierto sino enteramente de oro, lo que en mi opinión encarece innecesariamente un reloj que parte de precios por encima de los 3.500 en España. Buenos acabados, varias opciones de correas y detalles interesantes como la hebilla que no es tal en el cierre desplegable, lo que la hace muy cómoda de manipular. Con los precios mencionados, pienso que tienen una ardua labor de apostolado por delante. ¿Tal vez haciendo más evidente si cabe la vinculación con los coches de lujo?
El Globetimer 2 es una reducción (en tamaño y en precio) del que fue estrella de la colección anterior: el World Timer P6750. También de 42mm (parece que va a ser la medida estandarizada para las distintas colecciones)
y con los mismos acabados que la colección de cronos, monta un movimiento Sellita 330 con indicación GMT. También comparte correas, aunque el más espectacular desde mi punto de vista es el armis, que recuerda a las primeras series del Ocean con IWC. Los precios del Globetimer partirán por debajo de los 3.000 € según acabados o dotación. Cabe decir que los ejemplares que estuvimos viendo-tocando son poco menos que prototipos avanzados ya que, por ejemplo, los cristales de zafiro llevarán un mejor tratamiento antirreflejos y en el caso del Globetimer perderán la inscripción de la marca, que sólo quedará en la esfera. Para ver una imagen nítida del Globetimer tendremos que esperar a que Porsche Design haga la presentación oficial…
Veremos qué depara el futuro para una marca que tiene pedigree y padrinos suficientes para triunfar. Sólo falta que acierte en sus decisiones.