La aurora boreal en tu muñeca y la técnica más precisa de la mano de un reloj. El nuevo reloj Engineer II Marvelight de BALL Watch Company renueva la colección Engineer II con una luminosidad desconocida. Una pieza elegante-deportiva combinando el carácter deportivo con un diseño relojero clásico en el que destaca la tecnología luminiscente íntimamente vinculada a la marca. La facilidad de lectura ha sido siempre una de las apuesta de la marca desde sus comienzos ya que su fundador, Webster Clay Ball, establecía, ya en 1891, normas de legibilidad muy precisas. Para facilitar la lectura de un reloj mecánico incluso en la oscuridad total, BALL Watch equipa la esfera y las agujas de todos sus relojes con microtubos de gas H3. El procedimiento utilizado por BALL Watch es una tecnología suiza de punta que consiste en la captura de gas H3 en microtubos de vidrio. Cuando las moléculas de H3 golpean la superficie interna coloreada de las capsulas, se libera una energía luminiscente. Este fenómeno puede reproducirse durante 25 años sin que sea necesario una recarga proveniente de una fuente exterior de luz o energía. La potente luz difundida natural y continuamente por el gas H3 permite la lectura de la hora en la oscuridad absoluta. Además, la luminosidad es hasta cien veces más intensa que la que proporcionan otros procedimientos luminiscentes utilizados tradicionalmente en relojería. Estos microtubos tienen una longitud hasta tres veces superior a la de los microtubos utilizados habitualmente para esta colección. En la oscuridad, los microtubos de la esfera difunden un magnifico e intenso resplandor azul glaciar. El índice a las 12 horas destaca emitiendo un resplandor verde – color institucional de la marca BALL – así como las agujas dotadas también de microtubos de gas. Gracias a este juego de colores nocturnos, se optimiza la lectura de la hora a primera vista.
Para mayor legibilidad, la esfera sobria y elegante de este reloj no lleva ningún elemento superfluo que pudiera recargarla. Está disponible en cuatro colores clásicos: negro, azul, gris y plata. A la discreta graduación en la extremidad circular de la esfera se añade el logo BALL, símbolo de la precisión según los estándares oficiales ferroviarios desde 1891, y la prestigiosa indicación de manufactura «Swiss Made».