La pasión de Christophe Claret por la historia le ha servido de inspiración a la hora de crear el Aventicum, un tributo a la que durante 300 años fue la capital de la antigua Helvecia romana y con el que poner de relieve el extraordinario trabajo del Museo Romano de Avenches. En el centro de su esfera, el reloj Aventicum revela un busto de oro en miniatura del emperador romano Marco Aurelio. La efigie micrograbada es especialmente tridimensional gracias a un ingenioso efecto óptico.
Laas excavaciones en las ruinas de Aventicum, cerca de la ciudad suiza de Avenches, dieron en 1939 una extraordinaria sorpresa: se descubrió un busto de oro macizo del emperador Marco Aurelio, encontrado mientras se limpiaba una antigua tubería. Este valioso descubrimiento es uno de los tres únicos bustos romanos conocidos de este estilo en todo el mundo. Lo que hace excepcional este descubrimiento es precisamente su existencia, ya que se da por seguro que otras estatuas similares fueron fundidas y recicladas como otros objetos a lo largo de los siglos.
Esta, y una película en 3D producida también por él sobre las ruinas de la ciudad y sus hallazgos son las fuentes de inspiración de la última creación de Christophe Claret, el reloj Aventicum. En el centro de la esfera puede observarse una réplica del busto de Marco Aurelio realizada en oro micrograbado. Con una técnica que no se ha utilizado nunca antes en la historia de la relojería, la fiel representación a pequeña escala del emperador, de menos de tres milímetros, aparece magnificada gracias a una ingeniosa invención denominada mirascope. El mirascope está compuesto por dos espejos parabólicos idénticos dispuestos uno encima del otro, con lo que se crea una forma elíptica. El espejo convexo superior tiene un agujero en el centro. Cuando se coloca un objeto en el centro del espejo inferior cóncavo, el reflejo del espejo superior crea un holograma del objeto que se muestra de un tamaño casi dos veces mayor al real. Al implementar este efecto óptico en el Aventicum, el busto de Marco Aurelio parece como si se proyectase desde el centro del reloj.
Esta circunstancia ha condicionado la creación y construción de las agujas ya que el centro del reloj estaba ahora ocupado precisamente por el Mirascope. Se decidió implementar unos indicadores que giran en un anillo invisible en el perímetro de la esfera, cada uno equipado con un contrapeso para optimizar la estabilidad. El reto de la creación de las agujas del Aventicum era encontrar un material lo suficientemente ligero como para compensar el tamaño relativamente grande, aunque en su mayor parte oculto, del mecanismo de visualización. La solución fue usar microfibra de carbono, que cuenta con un excelente coeficiente de peso/rigidez.
Al dar la vuelta al Aventicum, puede admirarse a través del fondo la masa oscilante de zafiro transparente del movimiento automático. Dicho rotor se ha adornado con cinco bigas (carros ligeros tirados por dos caballos) que parecen estar en plena competición. Una vez más, se pone de relieve el espíritu lúdico que encontramos en un gran número de los relojes de Claret: al colocar el Aventicum horizontalmente y realizar uno o dos movimientos con la mano, los carros se ponen en movimiento. El jugador cuyo carro se detenga encima de la «A» de Aurèle (Aurelio) grabada en el contorno será el ganador. El Aventicum muestra también otros motivos clásicos como las cifras romanas de las horas o el dibujo laberíntico que se encuentra tanto en la esfera como en el fondo del reloj alrededor de la masa oscilante de zafiro. Como Marco Aurelio fue también un filósofo, el fondo del Aventicum muestra también una de sus famosas máximas: «Perfice Omnia facta vitae quasi haec postrema essent» («lleva a cabo cada acción de tu vida como si fuese la última»).
Aventicum estará disponible en dos ediciones limitadas: 68 piezas de oro rosa 5N y titanio de grado 5 con tratamiento de PVD antracita, y 38 piezas de oro blanco rico en paladio y titanio de grado 5 con tratamiento de PVD antracita.