Goldoff
Administrador de RE
Tripulación
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Y tampoco te faltará razón en la auto-pregunta: en realidad no te/nos afecta directamente en nada... a menos que trabajes en el sector.
Porque lo que hace la noticia es poner de manifiesto el tsunami que se viene gestando desde hace ya algunos años y que va a acabar barriendo de la faz de la tierra a la mayoría de retailers ("detallistas", en según que jerga), no sólo de las marcas relojeras sino de muchos bienes de consumo, sean o no de primera necesidad. No es que el online esté aquí para quedarse, es que su irrupción significa el declive del comercio tal y como lo conocíamos.
El caso es que Nomos ha comunicado recientemente (la semana pasada) que además de la venta directa desde su propia web -que ya practicaba desde hace tiempo- va a vender también (siempre a precios de etiqueta) a través de Chronext (un paginón de venta online) y directamente también en Chrono24 relojes "usados revisados por la propia marca". Y la reacción de Wempe ha sido anunciar a su vez que deja la distribución de Nomos después de 20 años de colaboración (se calcula que Wempe habrá vendido cerca de 100.000 relojes de esta marca).
El otro caso es que no es la primera vez que una marca decide vender en o reforzar el canal online: el grupo Richemont empezó hace dos años a vender desde su propia página y recientemente ha adquirido el portal Watchfinder. Wempe también distribuye marcas de Richemont, pero sólo ha reaccionado así con Nomos. ¿Es porque Nomos es pequeña comparativamente hablando? ¿Porque no se esperaba semejante "traición" por parte de su vecino (Wempe tiene sede en Glashütte)?
Sea lo que sea, lo importante es el tsunami que mencionaba más arriba que, combinado con el terremoto que se anuncia para Basel nos va a permitir ser testigos de grandes cambios. "Yo estaba allí cuanco sucedió"...
Una señal más de todo esto es que Baselword está mandando señales en el sentido de reforzar la sección de joyería, con una pasarela de exhibición en el pabellón 1 para desfiles. ¿Está dando la relojería por perdida?
Porque lo que hace la noticia es poner de manifiesto el tsunami que se viene gestando desde hace ya algunos años y que va a acabar barriendo de la faz de la tierra a la mayoría de retailers ("detallistas", en según que jerga), no sólo de las marcas relojeras sino de muchos bienes de consumo, sean o no de primera necesidad. No es que el online esté aquí para quedarse, es que su irrupción significa el declive del comercio tal y como lo conocíamos.
El caso es que Nomos ha comunicado recientemente (la semana pasada) que además de la venta directa desde su propia web -que ya practicaba desde hace tiempo- va a vender también (siempre a precios de etiqueta) a través de Chronext (un paginón de venta online) y directamente también en Chrono24 relojes "usados revisados por la propia marca". Y la reacción de Wempe ha sido anunciar a su vez que deja la distribución de Nomos después de 20 años de colaboración (se calcula que Wempe habrá vendido cerca de 100.000 relojes de esta marca).
El otro caso es que no es la primera vez que una marca decide vender en o reforzar el canal online: el grupo Richemont empezó hace dos años a vender desde su propia página y recientemente ha adquirido el portal Watchfinder. Wempe también distribuye marcas de Richemont, pero sólo ha reaccionado así con Nomos. ¿Es porque Nomos es pequeña comparativamente hablando? ¿Porque no se esperaba semejante "traición" por parte de su vecino (Wempe tiene sede en Glashütte)?
Sea lo que sea, lo importante es el tsunami que mencionaba más arriba que, combinado con el terremoto que se anuncia para Basel nos va a permitir ser testigos de grandes cambios. "Yo estaba allí cuanco sucedió"...
Una señal más de todo esto es que Baselword está mandando señales en el sentido de reforzar la sección de joyería, con una pasarela de exhibición en el pabellón 1 para desfiles. ¿Está dando la relojería por perdida?
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