Hace unos días coincidí con un cuñado mío en una celebración, al que hacía tiempo que no veía ya que está siempre muy ocupado o de viaje, llevaba un PAM, con una esfera color azul intenso metálico texturizado, con armis y doble zafiro, con mecanismo automático decorado con côtes de Geneve, bastante bonito, la verdad.
Aunque es dueño de una gran empresa que le va viento en popa, viste ropa y zapatos de marca, yo nunca le había conocido su afición relojeril (ni el mismo conocía la marca que llevaba), y si era bueno, dudé que el se hubiera gastado lo que yo presumía que podía costar aquel reloj, así que decidí pregutarle por la autenticidad del mismo. Me dijo sin tapujos que era un fake, que se lo había traido un socio suyo al que a su vez, a través de un contacto, se los traen de Taiwan.
Realmente fue difícil (al menos para mí) distinguirlo de uno verdadero, el solo sabía que le había gustado, que aparentaba bien y se lo compró (supongo que por unos cientos de euros, ya que era automático y contundente) y me ofreció que si yo quería alguno que se lo encargara, yo que ese día llevaba mi precioso portugués, por supuesto le dije que no, que aunque no era el caso (enseñandole el mío) prefería antes cualquier seiko automático verdadero, antes que uno de esos, a lo que me respondió: que en los ambientes en los que el se mueve, nadie se plantea su autenticidad, ya que todo dependía de quien lo llevara puesto.
A lo que le respondí, que sí, pero que el primero que sabría que llevaba uno falso era el mismo, y que algún día cualquiera lo podría dejar en ridículo a poco que supiera algo de relojes (que evidentemente, los hay), por lo que me ofrecí a facilitarle uno similar pero original, a lo que el se negó rotundamente cuando le dije lo que podía costarle el verdadero, que el no se iba a gastar nunca esa pasta en un reloj.
Salu2
Fordham