Como bien dicen en una respuesta anterior, antes que relojeros hemos sido aprendices, mi lema es para aprender, hay que romper, y perder piezas y saber buscarlas, y si no lo ves claro, ante la duda, dale la vuelta, y lo verás desde otra perspectiva.
Uno de mis recuerdos con la lamparilla de alcohol, fue que al intentar suprimir las estrías de un plexo bombeado, recién colocado con la prensa, me quedo glaseado y al pasarlo por la llama de la lamparilla este se me quemo, otra fue con el de capador Proxxon, herramienta profesional de relojería, con el cual solía calentar la caja y colocar los cristales de zafiro de 3 mm, de Fortis, Omega o Tag Heuer, entre otros, aunque estos al ser tan gruesos los colocaba, con la prensa de cremallera, no quedaban tan ajustados como debieran y algunos de los jefes de taller me los devolvían, recuerdo que uno de ellos me solía decir cuando había alguna incidencia, no eres inventor, pues invéntate algo, por lo que opte por calentar las cajas antes de colocar los cristales, quedando estos a ras de caja tal y como me exigían, y cuál fue mi error calentar las cajas por norma, antes de colocar todo tipo de cristal, en una ocasión el aro interno del taquímetro al ser de plástico se deformó, lo mismo me paso en su día, acortando una cadena metálica, el pasador estaba oxidado y no había manera de sacarlo, por lo que le di fuego con el soplete, y la cadena se me fundió como si fuera plástico, y al buscar información sobre el material resulto ser metal inyectado, y cromado, un metal al cual le llaman ZAMAK.
Con el desmontaje de las cadenas, oxidadas por el sudor, o mala manipulación, y tornillos oxidados o descartados del los fondos de caja, surgió las Puntas eléctricas de grafito de pila, de las cuales al igual que otros de mis utillajes, me toco hacer varios para compañeros de la profesión.
Otro de los utillajes para extraer los tornillos de caja de estrella descabezados u oxidados, de Casio, surgió en combinación con las puntas eléctricas de grafito de pila, la goma de pollo para su extracción.
Otro de mis malos recuerdos fue con mi primer Rolex, me cargué un pivote del áncora, ese día aprendí la importancia del palito a la hora del montaje, y como intercambiar la tija de áncora, de distintos calibres, pero de igual tija.
Debido a estas incidencias, ante la presión de los jefes de taller, los cuales nos pedían soluciones, ante tanta presión nunca llegue a tirar la toalla, seguía intentándolo, y así poder conservar el trabajo. Hasta que llego la ley mordaza.
Mi maestro siempre me lo decía, cada problema trae consigo la solución, tan solo te toca encontrarla, y el que vale, vale y el que no parelojero.
Con todo esto que quiero recordar que antes de aplicar uno de mis apuntes, o de otros, hacer una prueba con un reloj a desechar, y viendo los resultados, proceder seguidamente, es hoy día y aun así sigo teniendo alguna que otra incidencia, por no aplicar lo que predico.