
jdiaz26
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Sin verificar
A raíz de la entrevista realizada por el compañero @Ventura , Antón @Goldoff me propuso presentar este reloj poco conocido por la mayoría. Voy a intentar describir este reloj y qué lo hace diferente a otros con especificaciones parecidas.
¿Por qué compré el VPC (Venustas Per Constantiam) type 37HW Forest Green?
Como ya he contado en la entrevista del compañero @Ventura , la estética es un factor fundamental para que me decida a la hora de comprar un reloj, pero no es la única condición, ni mucho menos. Existen más relojes que me gustan estéticamente de los que podría comprarme por más años que viviese. Así que cuando decidí ir a por el VPC Type 37HW Forest Green, hubo otro factor que influyó mucho a la hora de dar este paso. Este reloj tenía algo que no tenían los demás: la historia de su creador, Thomas van Straaten. Un entusiasta como nosotros con un sueño más ambicioso que el de la mayoría. Alguien que llevó su pasión por los relojes un paso más allá, creando una marca desde cero.
Ese fue el motivo principal de mi compra. Quise apoyar a alguien que, como yo, vive la relojería con entusiasmo y se atrevió a dar un salto que muchos soñamos pero casi nadie intenta. No sé si VPC logrará consolidarse, pero me gusta pensar que, si lo hace, habré sido uno de los primeros en contribuir a ese sueño. Para mí, este reloj no es solo un objeto; es un símbolo de la pasión compartida por la relojería y la valentía de perseguir un sueño.
¿Por qué elegí el Forest Green?
VPC ofrece tres opciones: Dove Grey, Delft Blue y Forest Green. Como ya tengo varios relojes con esfera azul en mi colección, descarté el Delft Blue para no repetir y que tuviera que competir con demasiados candidatos. Aún así, la decisión entre el gris y el verde seguía siendo complicada; ambos son elegantes y versátiles. Finalmente, me decanté por el Forest Green porque, aunque el verde es un color que me encanta, me resulta difícil encontrar relojes que lo exhiban como me gusta a mí. Esta esfera, que oscila entre un verde oscuro en penumbra y un tono cálido y vibrante bajo la luz, es hipnótica. Su textura finamente granulada juega con la luz de forma espectacular, cambiando según el ángulo de incidencia y dotando al reloj de una personalidad viva que nunca aburre.
Diseño y equilibrio estético.
El diseño del Type 37HW es un ejercicio de contención y sofisticación. La esfera logra un equilibrio estético impecable, con una configuración que combina elegancia y funcionalidad. El subdial de segundos a las seis es pequeño y discreto, una elección que evita romper la armonía de la esfera y refuerza su aire clásico, reminiscente de relojes de campo vintage. Las agujas dauphine, de forma estilizada, contrastan perfectamente con el fondo verde, garantizando una legibilidad excepcional incluso en condiciones de poca luz. Su diseño no es ostentoso, pero sí refinado, con un acabado pulido que captura la luz sin distraer.
El nombre de la marca, Venustas Per Constantiam –“belleza a través de la constancia” en latín–, aparece discretamente en la esfera, un detalle que me parece un acierto. No es un logo que busque imponerse, sino un recordatorio sutil del esfuerzo detrás de este proyecto.
La textura del dial es otro punto destacado. Su acabado mate con un grano sutil hace que la esfera cambie de carácter según la incidencia de la luz, pasando de sobria a vibrante en un instante. Este detalle, combinado con el subdial antracita y los índices aplicados con lume C3, aporta profundidad visual sin sacrificar elegancia, añadiendo un toque vintage. El lume, aunque discreto, cumple su función: brilla con intensidad suficiente en la oscuridad, asegurando que el reloj sea tan práctico como atractivo. El VPC destaca por su capacidad de equilibrar personalidad y legibilidad.
Características técnicas.
El Type 37HW está diseñado como un GADA, y sus especificaciones lo confirman. La caja de acero inoxidable 316L, con un revestimiento antiarañazos de 1.800 Vickers, mide 37,5 mm de diámetro, 9,8 mm de grosor (7,8 mm sin el cristal) y 45 mm de lug-to-lug. Al principio, dudé del tamaño, ya que prefiero relojes por encima de los 39 mm, pero me he dado cuenta que, con este diseño –con asas cortas y curvadas y un bisel ancho– sus proporciones contribuyen a una elegancia refinada. Una vez en la muñeca, se siente perfecto, con un carácter robusto pero elegante que lo hace versátil para cualquier ocasión.
El movimiento es un Sellita SW216-1 de remonte manual, certificado COSC, con una precisión de -4/+6 segundos por día, 42 horas de reserva de marcha y 21.600 vph. La elección de un calibre manual, según van Straaten, busca mantener el grosor reducido y fomentar una conexión íntima con el reloj. Dar cuerda a diario no solo no me molesta, sino que refuerza ese vínculo íntimo con la pieza, obligándome a detenerme y apreciarla cada día.
El cristal de zafiro abombado tipo box, con tratamiento antirreflejos, evoca los plexiglás vintage, añadiendo carácter y mejorando la legibilidad.
El brazalete es excepcional. Sus eslabones cepillados con chaflanes pulidos se integran a la perfección con la caja, creando una sensación de continuidad. El sistema de microajuste sin herramientas, similar al Easylink de Rolex, permite ajustes rápidos y cómodos, un detalle que, aunque no sea esencial para mí, demuestra cuánto entiende van Straaten a los aficionados. Las asas, con dos posiciones para las barras de resorte (para brazaletes o correas finas y gruesas), son otro guiño a nuestra comunidad.
La estanqueidad de 120 metros, con corona atornillada, asegura que este reloj deportivo pueda enfrentarse a cualquier aventura, aunque quizás alguien podría criticar la necesidad de desenroscar la corona para el remonte manual.
Comparaciones y precio.
Con un precio de 2.479 €, el Type 37HW no es barato para una micromarca sin historial. Frente a competidores como el Tudor Ranger, el Longines Spirit 37 mm o el Oris Pointer Date, no lo tiene fácil. Pese a todo, hay detalles que lo separan del resto: el revestimiento antiarañazos, el movimiento COSC, el brazalete a medida y la edición limitada de 100 piezas por color (300 en total). Aunque su precio no es fácil de justificar frente a marcas consolidadas, valoro la oportunidad de apoyar un proyecto auténtico, donde cada detalle refleja pasión y esfuerzo.
Opiniones de otros aficionados.
Por lo que he podido leer, el Type 37HW ha generado opiniones variadas. Algunos elogian su diseño equilibrado, la calidad del brazalete y la legibilidad, comparándolo favorablemente con relojes de marcas establecidas. Otros valoran la transparencia de van Straaten, documentada en su serie “Building A Watch Brand” en Fratello, y la atención al detalle, como la tipografía personalizada “Venustas” diseñada por Samuel Baker.
También hay críticas: el ya comentado elevado precio (opinión que comparto y que hizo que me lo pensara), especialmente frente al Raymond Weil Millesime (otra preciosidad). De cualquier forma, teniendo como tengo los dos, creo que no deberían compararse porque el RW no es un GADA. El tamaño tampoco ha sido bien acogido por todo el mundo, pero esto es algo que siempre digo que hay que probarlo en la muñeca y no dejase llevar por las cifras. El subdial de alto contraste y la corona atornillada en un reloj manual también dividen opiniones. A pesar de esto, el modelo Dove Grey se agotó rápidamente, lo que indica una buena acogida general.
Conclusión.
El VPC Type 37HW es más que un reloj, tiene una historia detrás. La dificultad de emprender un proyecto como este desde cero tiene para mí un valor enorme. Su esfera equilibrada, con un subdial discreto, agujas elegantes y una textura que juega con la luz, combina estética y funcionalidad de forma magistral. Las dimensiones contenidas, el brazalete impecable, el movimiento COSC y la estanqueidad lo convierten en un GADA excepcional. Más que un reloj es la historia de un aficionado valiente y de los que decidimos apoyarle en su proyecto.
¿Por qué compré el VPC (Venustas Per Constantiam) type 37HW Forest Green?
Como ya he contado en la entrevista del compañero @Ventura , la estética es un factor fundamental para que me decida a la hora de comprar un reloj, pero no es la única condición, ni mucho menos. Existen más relojes que me gustan estéticamente de los que podría comprarme por más años que viviese. Así que cuando decidí ir a por el VPC Type 37HW Forest Green, hubo otro factor que influyó mucho a la hora de dar este paso. Este reloj tenía algo que no tenían los demás: la historia de su creador, Thomas van Straaten. Un entusiasta como nosotros con un sueño más ambicioso que el de la mayoría. Alguien que llevó su pasión por los relojes un paso más allá, creando una marca desde cero.
Ese fue el motivo principal de mi compra. Quise apoyar a alguien que, como yo, vive la relojería con entusiasmo y se atrevió a dar un salto que muchos soñamos pero casi nadie intenta. No sé si VPC logrará consolidarse, pero me gusta pensar que, si lo hace, habré sido uno de los primeros en contribuir a ese sueño. Para mí, este reloj no es solo un objeto; es un símbolo de la pasión compartida por la relojería y la valentía de perseguir un sueño.
¿Por qué elegí el Forest Green?
VPC ofrece tres opciones: Dove Grey, Delft Blue y Forest Green. Como ya tengo varios relojes con esfera azul en mi colección, descarté el Delft Blue para no repetir y que tuviera que competir con demasiados candidatos. Aún así, la decisión entre el gris y el verde seguía siendo complicada; ambos son elegantes y versátiles. Finalmente, me decanté por el Forest Green porque, aunque el verde es un color que me encanta, me resulta difícil encontrar relojes que lo exhiban como me gusta a mí. Esta esfera, que oscila entre un verde oscuro en penumbra y un tono cálido y vibrante bajo la luz, es hipnótica. Su textura finamente granulada juega con la luz de forma espectacular, cambiando según el ángulo de incidencia y dotando al reloj de una personalidad viva que nunca aburre.
Diseño y equilibrio estético.
El diseño del Type 37HW es un ejercicio de contención y sofisticación. La esfera logra un equilibrio estético impecable, con una configuración que combina elegancia y funcionalidad. El subdial de segundos a las seis es pequeño y discreto, una elección que evita romper la armonía de la esfera y refuerza su aire clásico, reminiscente de relojes de campo vintage. Las agujas dauphine, de forma estilizada, contrastan perfectamente con el fondo verde, garantizando una legibilidad excepcional incluso en condiciones de poca luz. Su diseño no es ostentoso, pero sí refinado, con un acabado pulido que captura la luz sin distraer.
El nombre de la marca, Venustas Per Constantiam –“belleza a través de la constancia” en latín–, aparece discretamente en la esfera, un detalle que me parece un acierto. No es un logo que busque imponerse, sino un recordatorio sutil del esfuerzo detrás de este proyecto.
La textura del dial es otro punto destacado. Su acabado mate con un grano sutil hace que la esfera cambie de carácter según la incidencia de la luz, pasando de sobria a vibrante en un instante. Este detalle, combinado con el subdial antracita y los índices aplicados con lume C3, aporta profundidad visual sin sacrificar elegancia, añadiendo un toque vintage. El lume, aunque discreto, cumple su función: brilla con intensidad suficiente en la oscuridad, asegurando que el reloj sea tan práctico como atractivo. El VPC destaca por su capacidad de equilibrar personalidad y legibilidad.
Características técnicas.
El Type 37HW está diseñado como un GADA, y sus especificaciones lo confirman. La caja de acero inoxidable 316L, con un revestimiento antiarañazos de 1.800 Vickers, mide 37,5 mm de diámetro, 9,8 mm de grosor (7,8 mm sin el cristal) y 45 mm de lug-to-lug. Al principio, dudé del tamaño, ya que prefiero relojes por encima de los 39 mm, pero me he dado cuenta que, con este diseño –con asas cortas y curvadas y un bisel ancho– sus proporciones contribuyen a una elegancia refinada. Una vez en la muñeca, se siente perfecto, con un carácter robusto pero elegante que lo hace versátil para cualquier ocasión.
El movimiento es un Sellita SW216-1 de remonte manual, certificado COSC, con una precisión de -4/+6 segundos por día, 42 horas de reserva de marcha y 21.600 vph. La elección de un calibre manual, según van Straaten, busca mantener el grosor reducido y fomentar una conexión íntima con el reloj. Dar cuerda a diario no solo no me molesta, sino que refuerza ese vínculo íntimo con la pieza, obligándome a detenerme y apreciarla cada día.
El cristal de zafiro abombado tipo box, con tratamiento antirreflejos, evoca los plexiglás vintage, añadiendo carácter y mejorando la legibilidad.
El brazalete es excepcional. Sus eslabones cepillados con chaflanes pulidos se integran a la perfección con la caja, creando una sensación de continuidad. El sistema de microajuste sin herramientas, similar al Easylink de Rolex, permite ajustes rápidos y cómodos, un detalle que, aunque no sea esencial para mí, demuestra cuánto entiende van Straaten a los aficionados. Las asas, con dos posiciones para las barras de resorte (para brazaletes o correas finas y gruesas), son otro guiño a nuestra comunidad.
La estanqueidad de 120 metros, con corona atornillada, asegura que este reloj deportivo pueda enfrentarse a cualquier aventura, aunque quizás alguien podría criticar la necesidad de desenroscar la corona para el remonte manual.
- Caja: Acero inoxidable 316L, 37,5 mm de diámetro, 9,8 mm de grosor (7,8 mm sin cristal), 45 mm de lug-to-lug, revestimiento antiarañazos de 1.800 Vickers, 120 m de estanqueidad.
- Esfera: Verde bosque con textura granulada, subdial antracita a las seis, índices de lume C3, tipografía “Venustas” diseñada por Samuel Baker.
- Movimiento: Sellita SW216-1, manual, COSC-certificado, 42 horas de reserva de marcha, 21.600 vph.
- Brazalete: Acero inoxidable a medida, microajuste sin herramientas, sistema de liberación rápida.
- Edición: Limitada a 100 piezas por color (300 en total).
- Precio: 2.479 € (sin IVA).
Comparaciones y precio.
Con un precio de 2.479 €, el Type 37HW no es barato para una micromarca sin historial. Frente a competidores como el Tudor Ranger, el Longines Spirit 37 mm o el Oris Pointer Date, no lo tiene fácil. Pese a todo, hay detalles que lo separan del resto: el revestimiento antiarañazos, el movimiento COSC, el brazalete a medida y la edición limitada de 100 piezas por color (300 en total). Aunque su precio no es fácil de justificar frente a marcas consolidadas, valoro la oportunidad de apoyar un proyecto auténtico, donde cada detalle refleja pasión y esfuerzo.
Opiniones de otros aficionados.
Por lo que he podido leer, el Type 37HW ha generado opiniones variadas. Algunos elogian su diseño equilibrado, la calidad del brazalete y la legibilidad, comparándolo favorablemente con relojes de marcas establecidas. Otros valoran la transparencia de van Straaten, documentada en su serie “Building A Watch Brand” en Fratello, y la atención al detalle, como la tipografía personalizada “Venustas” diseñada por Samuel Baker.
También hay críticas: el ya comentado elevado precio (opinión que comparto y que hizo que me lo pensara), especialmente frente al Raymond Weil Millesime (otra preciosidad). De cualquier forma, teniendo como tengo los dos, creo que no deberían compararse porque el RW no es un GADA. El tamaño tampoco ha sido bien acogido por todo el mundo, pero esto es algo que siempre digo que hay que probarlo en la muñeca y no dejase llevar por las cifras. El subdial de alto contraste y la corona atornillada en un reloj manual también dividen opiniones. A pesar de esto, el modelo Dove Grey se agotó rápidamente, lo que indica una buena acogida general.
Conclusión.
El VPC Type 37HW es más que un reloj, tiene una historia detrás. La dificultad de emprender un proyecto como este desde cero tiene para mí un valor enorme. Su esfera equilibrada, con un subdial discreto, agujas elegantes y una textura que juega con la luz, combina estética y funcionalidad de forma magistral. Las dimensiones contenidas, el brazalete impecable, el movimiento COSC y la estanqueidad lo convierten en un GADA excepcional. Más que un reloj es la historia de un aficionado valiente y de los que decidimos apoyarle en su proyecto.
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