Por lo rústico y recio, aprecio estos relojes, a los que les llamo -morbier-, como el queso que se elabora en "La Franche Comté", territorios que pertenecieron a la corona hispánica.
Recuerdan a pequeños relojes de torre y parecen salidos de una herrería.
* El primer reloj, con regulador de paletas, escape catalino y suspensión de hilo, tiene el mecanismo más primitivo, que no quiere decir que sea más antiguo que el 2º. Por el tipo de suspensión, solo admite péndulo de tijera (pesa menos) y, en la oscilación del péndulo el arco es mayor que el dibujado por el regulador de áncora del 2º. Este reloj 1º. es bastante preciso y, su tic-tac es idéntico al de un reloj de torre. Su sistema regulador necesita más atención que el de áncora, sufre más desgaste. En mi caso, tengo alguno similar; al principio la suspensión la hice con un bramante, pero el péndulo se paraba, las paletas no tenían suficiente fuerza para lanzarlo; se me ocurrió sustituir el bramante por un trozo de sedal de nailon grueso que encontré por casa y, "mano de santo" desde entonces no me ha dado problemas.
* El segundo reloj, escape de áncora y suspensión de acero, podría ser contemporáneo al 1º. Suena clásico, distinto al 1º, el arco de oscilación del péndulo es más corto, el áncora lo lanza con más potencia; con estas características, admite un péndulo real o de lira (con lenteja del diámetro de la esfera y varillas alternadas de acero y latón), son más pesados, supone un poco más desgaste que un péndulo de tijera, y le dan aspecto o estética más solemne. Bien regulados son bastante precisos.
Enhorabuena por la adquisición.-