Para mí, de niño, existían los cuarzos normales y aquellos que aportaban algún "extra". Los relojes de melodías eran uno de esos. Un reloj poco práctico, pues su tapa trasera facilitaba la entrada de humedad y además tampoco sus materiales eran de primera clase. Sin embargo, tener uno de estos era estar un nivel por encima respecto a la media. No duraban mucho y supongo que por eso ahora es complicado/imposible encontrar un reloj con melodías nuevo de este tipo. Se pasó la moda y ahora son los coleccionistas los que acumulan estas piezas, junto con las consolitas de juegos y todo aquello que nos devuelve un poco a nuestra infancia.
Por desgracía, al hacernos mayores perdemos el oido a ciertas frecuencias y mientras yo tengo que acercármelo cerca del oido, mi hijo lo oye desde la habitación contigua. ¡Lástima no poder disfrutarlo como antes!
Un saludo.
Por desgracía, al hacernos mayores perdemos el oido a ciertas frecuencias y mientras yo tengo que acercármelo cerca del oido, mi hijo lo oye desde la habitación contigua. ¡Lástima no poder disfrutarlo como antes!
Un saludo.