Gracias por compartir Miquel. En mi opinión, 35 mm es un tamaño perfecto para una auténtica reedición de un clásico. Desde luego, nada acorde con la tendencia actual de llevar estadios de fútbol en la muñeca, pero fiel al original y en mi opinión una muestra de buen gusto.
Lo del precio ya es otra cosa. Para el que quiera y pueda darse el gusto, como ocurre habitualmente. De todas formas, estas reediciones en número limitado de clásicos muy buscados siempre persiguen un objetivo: sacarle al coleccionista, ansioso por tener uno, su dinero. Es lícito si el reloj está bien hecho y demuestra ser de calidad. Desde luego, por lo que se puede apreciar en las fotografías, así es. Si lo que explicas de la diseñadora (ingeniera y maestra relojera) Ludmilla Y. Voinik y el ensamblado manual es cierto (y no lo pongo en duda por ti, pero siempre hay que ser muy precavido con estas cosas tan agradecidas para la publicidad de la marca) poca sorpresa es que tenga un precio muy alto, contando que la serie no es limitada; es limitadísima. El reloj es precioso y con mucho encanto.