Goldoff
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Hace ya bastante tiempo que Rado decidió reeditar uno de sus modelos clásicos y además no-cerámicos. Desde entonces, el Captain Cook ha experimentado un renacimiento cuyo éxito ha llevado a la marca a proponer modelos que podríamos llamar de fantasía al combinar materiales y colores ¡y medidas! nunca antes vistos en el Captain Cook.
Porque el original se remonta nada menos que a 1962, y en esa época era raro ver relojes, ni que fueran deportivos, por encima de 39mm. El Rado cptain Cook medía unos contenidos 37mm, que se ven decididamente pequeños frente a los 42 y 45 a los que ha llegado en estas reediciones que dieron comienzo en 2017. Y los materiales. Si bien Rado se auto denomina la "Maestra de los Materiales" (Seguro que suena mejor "Materials Master") por su dominio de la cerámica (y antes de wolframio o tungsteno), no es menos cierto que esta maestría cerámica se remonta a poco más de 30 años atrás, cuando hicieron su aparición los primeros Rado de zirconio. El hecho es que en 1962 los relojes, también los de Rado, eran mayoritariamente de acero.
Pero hete aquí que los tiempos cambian, las técnicas progresan... y las modas llegan (y también pasan, sí). Los primeros Captain Cook con caja en un material distinto al acero no han sido de cerámica sino de bronce. Como hay tantos bronces como clientes potenciales, en Rado se decidieron por una mezcla de cobre y predominnancia de aluminio (CuAl) que le proporciona un color amarillo pajizo y que es el que tienen las dos piezas que Rado me ha proporcionado para hacerles una review. Bien, en realidad han sido tres piezas, pero la tercera es de... cerámica.
Los dos relojes de bronce son en esencia iguales, con la unica diferencia del color de esfera y bisel (insert de cerámica, claro) y de la correa. En el caso del azul tenemos una correa de piel "nature", sin costuras, y en el burdeos una correa tipo Nat con refuerzo de piel en los orificios para el hebijón de la hebilla. Un detalle que me ha gustado es que Rado haya huido de la estandarización y cada correa tenga su propia medida de hebilla, ya que la Nato no decrece y mantiene los 22mm de ancho mientras que la correa de piel (clip para cambio rápido) pasa de los 22 a los 18. Muy flexible, por cierto. Siguiendo la fidelidad al primer Captain Cook, las cifras en el anillo del calendario son de color rojo sobre fondo blanco.
Aparte del diámetro de caja de 42mm, la medida de asa a asa es de casi 49mm (48,6), lo que junto a un grosor de 12,5 mantiene un buen equilibrio entre lo que se espera de un reloj deportivo -es un diver, caballero- y la comodidad para un uso de diario. Al menos para una muñeca de 17cm de circunferencia. La corona es roscada y, al menos en las unidades probadas, va bastante dura. Algo que supongo contribuye a garantizar los 300 metros de estanqueidad anunciados pero que para mi gusto exigiría un tamaño ligeramente mayor. Fondo de titanio igualmente roscado decorado con los históricos hipocampos. Curiosamente, en ese mismo fondo se describen los materiales del reloj (bronce y cerámica de alta tecnología) pero no habla de sí mismo.
El bisel -unidireccional- y el realce interior tienen forma cóncava en distintas inclinaciones y en ninguno de los dos están detallados los minutos, o al menos lo suficiente como para que el Rado Captain Cook pudiera ser homologado como reloj de buceo. Es posible que se haya querido mantener la fidelidad estética al original de 1962 por encima de la funcionalidad como reloj herramienta. Aun así, este bisel o, mejor dicho, su insert de cerámica, está tratado con SuperLuminova, de manera que brillará en la oscuridad igual que los índices y agujas.
Índices y agujas que están situados sobre una esfera de forma "convexoplana", lo que en inglés vienen apodando como "pie pan" (literalmente "molde para pastel"), donde el borde del círculo es abombado mientras que la parte central es plana. Siguiendo la forma, las aguja minutera también se curva ligeramente en su extremo más alejado del centro. No así la horaria, que se queda en la "zona plana". Esa forma de esfera es la que propicia los llamativos reflejos de ambas esferas, que desde luego no dejan indiferente. El cristal de zafiro tiene la forma original del plexi abombado que equipaba el primer modelo. La distorsión que se aprecia en el borde más exterior recuerda perfectamente a ese plexi primigenio, pero aporta la mejora de su transparencia e irrayabilidad (¿se puede decir "irrayabilidad"?).
Y hablando de irrayabilidad llegamos al tercero en concordia: el modelo en cerámica y PVD dorado en filo del bisel y corona. Además del material de caja y brazalete, la principal diferencia con los otros dos Captain Cook es la esfera, que en este caso es de zafiro ahumado y que permite vislumbrar el calibre que se encuentra debajo. Imagino que se le habrá hecho alguna modificación al calibre base, porque el volante queda perfectamente centrado justo detrás del logo del ancla mientras que el barrilete -calado- queda situado a las siete. Los índices van instalados en un anillo perimetral justo por encima del cristal-esfera proporcionando un marcado efecto tridimensional. En aras de esa simetría -supongo- se ha prescindido del calendario.
Paradójicamente, siendo este cerámico el menos Captain Cook, es el más Rado de los tres precisamente por el uso de la cerámica de alta tecnología. Mientras la caja -monobloque- es completamente mate (a excepción de los detalles en pvd) el brazalete tiene el eslabón central en "pulido espejo", pulido que quedará inalterable frente a rozaduras del diving, sea en el mar o en la oficina. También es de cerámica el insert del bisel, mientras que el fondo -ciego- es de titanio al igual que el desplegable del brazalete. Esta versión es ligeramente más grande que sus hermanos en bronce, siendo las medidas 43mm de diámetro por 49,8mm de asa a asa y 14,6mm de alto. Existe una versión con brazalete de caucho que rebaja el precio de 3700 a 3400 €
Rado denomina al calibre de este modelo R734. De carga automática, va equipado con nada menos que 25 rubíes y espiral de Nivachron amagnético. Sus 80 horas de reserva de marcha sugieren que podría tratarse del Powermatic 80, presente en no pocas marcas del Grupo Swatch. En los modelos de bronce menciona el calibre R763 que, con las mismas características, podría ser el mismo Powermatic80, aunque la industria relojera insiste en hacerse la misteriosa sobre este asunto y no proporciona mayor información. Por cierto, las 80 horas de reserva de marcha se consiguen con, entre otras cosas, la rebaja de frecuencia de 28.800 alternancias hora (4 herzios) hasta las 21.600 (3 herzios).
El precio de los modelos con caja de bronce es de 2.660 € para cualquiera de las dos versiones (azul con correa de cuero o burdeos con nato)
Porque el original se remonta nada menos que a 1962, y en esa época era raro ver relojes, ni que fueran deportivos, por encima de 39mm. El Rado cptain Cook medía unos contenidos 37mm, que se ven decididamente pequeños frente a los 42 y 45 a los que ha llegado en estas reediciones que dieron comienzo en 2017. Y los materiales. Si bien Rado se auto denomina la "Maestra de los Materiales" (Seguro que suena mejor "Materials Master") por su dominio de la cerámica (y antes de wolframio o tungsteno), no es menos cierto que esta maestría cerámica se remonta a poco más de 30 años atrás, cuando hicieron su aparición los primeros Rado de zirconio. El hecho es que en 1962 los relojes, también los de Rado, eran mayoritariamente de acero.
Pero hete aquí que los tiempos cambian, las técnicas progresan... y las modas llegan (y también pasan, sí). Los primeros Captain Cook con caja en un material distinto al acero no han sido de cerámica sino de bronce. Como hay tantos bronces como clientes potenciales, en Rado se decidieron por una mezcla de cobre y predominnancia de aluminio (CuAl) que le proporciona un color amarillo pajizo y que es el que tienen las dos piezas que Rado me ha proporcionado para hacerles una review. Bien, en realidad han sido tres piezas, pero la tercera es de... cerámica.
Los dos relojes de bronce son en esencia iguales, con la unica diferencia del color de esfera y bisel (insert de cerámica, claro) y de la correa. En el caso del azul tenemos una correa de piel "nature", sin costuras, y en el burdeos una correa tipo Nat con refuerzo de piel en los orificios para el hebijón de la hebilla. Un detalle que me ha gustado es que Rado haya huido de la estandarización y cada correa tenga su propia medida de hebilla, ya que la Nato no decrece y mantiene los 22mm de ancho mientras que la correa de piel (clip para cambio rápido) pasa de los 22 a los 18. Muy flexible, por cierto. Siguiendo la fidelidad al primer Captain Cook, las cifras en el anillo del calendario son de color rojo sobre fondo blanco.
Aparte del diámetro de caja de 42mm, la medida de asa a asa es de casi 49mm (48,6), lo que junto a un grosor de 12,5 mantiene un buen equilibrio entre lo que se espera de un reloj deportivo -es un diver, caballero- y la comodidad para un uso de diario. Al menos para una muñeca de 17cm de circunferencia. La corona es roscada y, al menos en las unidades probadas, va bastante dura. Algo que supongo contribuye a garantizar los 300 metros de estanqueidad anunciados pero que para mi gusto exigiría un tamaño ligeramente mayor. Fondo de titanio igualmente roscado decorado con los históricos hipocampos. Curiosamente, en ese mismo fondo se describen los materiales del reloj (bronce y cerámica de alta tecnología) pero no habla de sí mismo.
El bisel -unidireccional- y el realce interior tienen forma cóncava en distintas inclinaciones y en ninguno de los dos están detallados los minutos, o al menos lo suficiente como para que el Rado Captain Cook pudiera ser homologado como reloj de buceo. Es posible que se haya querido mantener la fidelidad estética al original de 1962 por encima de la funcionalidad como reloj herramienta. Aun así, este bisel o, mejor dicho, su insert de cerámica, está tratado con SuperLuminova, de manera que brillará en la oscuridad igual que los índices y agujas.
Índices y agujas que están situados sobre una esfera de forma "convexoplana", lo que en inglés vienen apodando como "pie pan" (literalmente "molde para pastel"), donde el borde del círculo es abombado mientras que la parte central es plana. Siguiendo la forma, las aguja minutera también se curva ligeramente en su extremo más alejado del centro. No así la horaria, que se queda en la "zona plana". Esa forma de esfera es la que propicia los llamativos reflejos de ambas esferas, que desde luego no dejan indiferente. El cristal de zafiro tiene la forma original del plexi abombado que equipaba el primer modelo. La distorsión que se aprecia en el borde más exterior recuerda perfectamente a ese plexi primigenio, pero aporta la mejora de su transparencia e irrayabilidad (¿se puede decir "irrayabilidad"?).
Y hablando de irrayabilidad llegamos al tercero en concordia: el modelo en cerámica y PVD dorado en filo del bisel y corona. Además del material de caja y brazalete, la principal diferencia con los otros dos Captain Cook es la esfera, que en este caso es de zafiro ahumado y que permite vislumbrar el calibre que se encuentra debajo. Imagino que se le habrá hecho alguna modificación al calibre base, porque el volante queda perfectamente centrado justo detrás del logo del ancla mientras que el barrilete -calado- queda situado a las siete. Los índices van instalados en un anillo perimetral justo por encima del cristal-esfera proporcionando un marcado efecto tridimensional. En aras de esa simetría -supongo- se ha prescindido del calendario.
Paradójicamente, siendo este cerámico el menos Captain Cook, es el más Rado de los tres precisamente por el uso de la cerámica de alta tecnología. Mientras la caja -monobloque- es completamente mate (a excepción de los detalles en pvd) el brazalete tiene el eslabón central en "pulido espejo", pulido que quedará inalterable frente a rozaduras del diving, sea en el mar o en la oficina. También es de cerámica el insert del bisel, mientras que el fondo -ciego- es de titanio al igual que el desplegable del brazalete. Esta versión es ligeramente más grande que sus hermanos en bronce, siendo las medidas 43mm de diámetro por 49,8mm de asa a asa y 14,6mm de alto. Existe una versión con brazalete de caucho que rebaja el precio de 3700 a 3400 €
Rado denomina al calibre de este modelo R734. De carga automática, va equipado con nada menos que 25 rubíes y espiral de Nivachron amagnético. Sus 80 horas de reserva de marcha sugieren que podría tratarse del Powermatic 80, presente en no pocas marcas del Grupo Swatch. En los modelos de bronce menciona el calibre R763 que, con las mismas características, podría ser el mismo Powermatic80, aunque la industria relojera insiste en hacerse la misteriosa sobre este asunto y no proporciona mayor información. Por cierto, las 80 horas de reserva de marcha se consiguen con, entre otras cosas, la rebaja de frecuencia de 28.800 alternancias hora (4 herzios) hasta las 21.600 (3 herzios).
El precio de los modelos con caja de bronce es de 2.660 € para cualquiera de las dos versiones (azul con correa de cuero o burdeos con nato)