Hará unos meses revolviendo en el desván de la casa del pueblo reencontré, digo reencontré ya que la tenía ojeada de ocasiones anteriores, una especie de buzón en madera que lucía la marca de un conocido fabricante de aperitivo o vermut.
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En esta ocasión decidí llevármela y ver que podía hacer con ella.
Lo primero abrirla, costó un poco, pero al final se consiguió. Quedando pendiente el cambio de cerradura o encontrar una llave.
En su interior un saquete, numerado con el mismo nº12 que la caja. Ni idea de cual debía ser su función.
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La siguiente fase, limpiarla, evitando que se fuera la pintura y tratar la carcoma. No resultó demasiado complicado.
El siguiente punto, ya fue proyectar como lo podía convertir en una caja de relojes, pero de forma poco invasiva y además que siempre fuera posible deshacerlo, preservando al máximo la integridad de la caja original. Lo que suponía no clavar ni adherir nada a la misma. Así que opté por una estructura soporte de cajones que encajara con el interior de la original.
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Inicialmente pensaba en 6 estantes, Y así procedí
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Para luego darme cuenta que quedaba demasiado estrecho, así que a deshacer y pasar a solo 4 estantes.
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A continuación la idea era hacer unas cajones sencillos y en su interior una base de gomaespuma con la forma de los relojes
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Las planchas de gomaespuma cortadas en la ferretería...una monada. Cuando procedo a cortar en casa con el cutter. Una auténtico desastre.
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Es la que pero quedó, pero el resto tampoco eran para tirar cohetes.
En medio de estas tribulaciones, acude la familia al rescate (mujer y niños) y me dicen que hagas unos separadores en madera, pero antes los forre con un tejido de lana, unos retales, recuperado en el mismo desván.
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Dicho y hecho
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Acabado un poco rústico, pero en parte era lo que buscaba, además de ser totalmente desmontable y sin dejar restos, o modificaciones en el continente, del que preservamos su originalidad. Sin más unas fotos del resultado final.
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Ahora solo falta ir llenándolo.
Saludos y que paséis una buena tarde de domingo.