denits
Milpostista
Sin verificar
Me pasó hace unas dos semanas en el aeropuerto de Palma. A punto de iniciar mi viaje de vacaciones, en el habitual aburrimiento de la espera, me paso por el quiosco ( si recuerdo bien, pertenece a una cadena habitual en los aeropuertos españoles que conozco).
No puedo evitar dirigirme a la dependienta, sentada en posición de superioridad detrás de la caja registradora. - Buenos días, tiene alguna revista de relojes ?
Reconozco que la pregunta era ingenua, aunque en el Ci funcione.
Ella me mira de arriba abajo, mascando su chicle reglamentario, con esa cara entre el aburrimiento total, la indiferencia agresiva y el desprecio indisimulado. Como si le hubiera pedido un manual sobre ornitorrincos extraterrestres:
- De relojes ? Tengo esta.
Y me señala un Cosmopolitan que,ejem, ragalaba una cosa de plástico verde chillon con pantalla digital que, seguro, también de la hora.
Me despedí educadamente. Y, como dijo el clásico, fuese y no hubo nada.
Eso, claro, me pasa por ingenuo.
No puedo evitar dirigirme a la dependienta, sentada en posición de superioridad detrás de la caja registradora. - Buenos días, tiene alguna revista de relojes ?
Reconozco que la pregunta era ingenua, aunque en el Ci funcione.
Ella me mira de arriba abajo, mascando su chicle reglamentario, con esa cara entre el aburrimiento total, la indiferencia agresiva y el desprecio indisimulado. Como si le hubiera pedido un manual sobre ornitorrincos extraterrestres:
- De relojes ? Tengo esta.
Y me señala un Cosmopolitan que,ejem, ragalaba una cosa de plástico verde chillon con pantalla digital que, seguro, también de la hora.
Me despedí educadamente. Y, como dijo el clásico, fuese y no hubo nada.
Eso, claro, me pasa por ingenuo.