Con tu permiso Miquel, que sé que no te molesta ( y espero que mi siguiente comentario tampoco moleste a los lectores ) deseo agregar algunas lineas.
Hudson, junto con Conrad, son el pilar de la redacción en idioma inglés la última parte del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Enormes exponentes de las letras en inglés y universal, como por ejemplo Graham Greene, Hemingway, Morley, Huxley, Ford Maddox Ford tenían consigo, siempre, libros escritos por Conrad o Hudson para corregir estilo y como consulta de sintaxis.
Hemingway había llegado a un punto que tenía en el bolsillo y en todo momento una edición pequeñá de Purple Land de Hudson.
Paradójicamente... Hudson y Conrad no habían tenido como lengua madre al inglés.
Conrad era polaco, Hudson argentino.
En cuanto a Hudson... sus papás habían sido yankis que emigraron a Argentina en busca de un futuro mejor.
Este hombre creció entre gauchos e indios, entre inmensas praderas y caballos, vacas, lagunas y esteros.
Aprendió a usar la navaja, le gustaba jugar a los naipes y a la taba ( un juego muy popular en el campo argentino y que consiste en revolear un hueso de la rodilla de la vaca y que caiga con la cara de la suerte... ); tomaba mate, era medio vago ( o vago del todo... ).
De adolescente y hasta sus 34 que marchó a Inglaterra Hudson se dedicó a andar con su caballo por la Argentina entera, por Uruguay, por el sur de Brasil. Y su enorme amor por los animales, los pájaros y las plantas lo llevó a ser un auténtico autodidacta especialista en flora y fauna de América del Sur. Hudson, como ya te conté, marchó a Inglaterra a los 34 y allí sus conocimientos ornitológicos y en botánica del Río de la Plata pronto le dieron fama ( no dinero ).
La historia sigue... pero la dejo acá.
A mí me apasiona Hudson.
Alguna vez tuve todos sus libros.
No soy quién para recomendar, sin embargo.
Pero creo que todo, todo, todo lo publicado por Hudson es maravilloso: sus novelas, cuentos, autobiografías, relatos, ensayos...
Su obra mas famosa es Far away and Long ago donde relata su niñez y adolescencia en Quilmes, provincia de Buenos Aires.
Mi preferida es Tales of the Pampas, aunque también Green Mansions es una obra maestra que leí varias veces y no me cansaré nunca de leerla.
Para terminar: lo nombré a Graham Greene... y Greene era un escritor que siempre incluía un reloj o varios en sus ficciones.
Quizás algún día escriba sobre ello.
Gracias Miquel como siempre por tu calidez.
Tomo nota del libro de Hudson. Muchas gracias Gabriela por tus fantásticos aportes
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