Hola:
En mi opinión, la cuestión planteada sobre si la pluma de la edición es afín a lo que utilizaría con gusto para escribir el autor al que se rinde homenaje, creo que es puramente especulativa, pero divertida.
En primer lugar porque el concepto detrás de cada edición es una mezcla ecléctica con factores que varían entre la personalidad (conocida y más o menos estereotipada) del autor, aspectos tomados de sus obras o personajes emblemáticos (con mayor o menor fortuna y precisión) y motivos relacionados con las tendencias del arte y la cultura de la época de cada uno de ellos. En resumen, un batiburrillo en el que cabe casi todo y cuya amalgama da lugar a monstruos más o menos adorables en los que cada cual justifica sus gustos.
En segundo lugar, el motivo obvio de que todos ellos han muerto hace tiempo y no les podemos preguntar si les gustan o las usarían.
El caso del año en curso, A. Conan Doyle, se sabe que era usuario de plumas Parker. ¿Debería ser la edición un homenaje a las sobrias Parker de la época? Entonces no cabrían los tópicos que todos esperamos como la gorra Watson, la pipa de Sherlock, los mordiscos de los sabuesos, las armas homicidas manchadas de sangre, el té de las cinco, etc.
La cuestión procedente va más bien en la línea de si han conseguido aunar en la pieza los aspectos más destacados del autor, su obra y su tiempo. Y, desde otro punto de vista, si el engendro resultante es apto para ser usado como estilográfica o solo válido como sustituto de mano de almirez. Poseer algunas de ellas podría ser objeto de alguna tesis doctoral en psiquiatría, o como mínimo, restar puntos en el carnet de conducir.
Personalmente solo me gustan algunas de las ediciones, en concreto aquellas que son más "ponibles" o presentan algún detalle tan original o bien traído que las hace destacar entre las demás.
Lo dicho vale también para las otras líneas de la firma, de patrones del arte, personajes, y ferias varias. Todas ellas, aunque criticadas, son esperadas cada año con expectación por los aficionados con la secreta ambición de ver si son capaces de sorprenderlos o convertirse en objeto de deseo en el que volcar sus ambiciones. Esta es una de las razones por las que Montblanc sigue siendo lo que es y fomenta esta afición con sus excesos y genialidades anuales.
Saludos.