M
Mulkurur
Forer@ Senior
Sin verificar
La verdad es que cada vez me doy más cuenta de que soy un tipo extraño; muy extraño.
Me gusta regir mi vida por mi palabra, me gustan los relojes contundentes, disfrutar de un buen habano en un atardecer, conducir un coche no ecológico porque me encanta el bramido de su bóxer seis cilindros,...
Pero lo que siempre me pasa y me martiriza, y con lo que no puedo ya es con el hecho de buscar un grial y no disfrutarlo una vez lo he conseguido..
Después de años, décadas (dos exactamente), soñando con un DOXA, después de sonreír cuando leía al Dr. Cussler y me imaginaba con una cerveza Coors helada en las manos y mi Doxa naranja en la muñeca en una cantina de un país tropical, el verano pasado, y gracias a un forero, compré un Doxa Sub 750 GMT Prof. de reestreno absoluto. Mi grial! (aunque hubiera valido un Sub 750t), que véis en la foto en mi muñeca.
Pero hete aquí que, tras más de siete meses en mi poder, me lo he puesto 4 veces!!!!! Y ha salido a la calle una sola vez.
Cuando lo saco de su botella, lo miro y me lo pruebo, me da un apuro absoluto ponérmelo. Un apuro absoluto sacarlo a la calle, por sí se lleva algún golpe (un DIVER!!!) y acaba saliendo alguno mucho más caro que él, pero con menos valor sentimental.
Tanto es así, que ahora ando buscando algún reloj de batalla, tipo Tissot Touch o Hanowa Highlander, que me importe menos machacar.
No sé sí a vosotros os ha pasado alguna vez, acabar siendo esclavos de una ilusión o de un sueño, hasta el punto de que cuando lo alcanzas, no puedes disfrutarlo.
En fin, sólo quería compartirlo con vosotros y saber sí realmente soy un tipo raro, o un enfermo de una amplia comunidad.
Me gusta regir mi vida por mi palabra, me gustan los relojes contundentes, disfrutar de un buen habano en un atardecer, conducir un coche no ecológico porque me encanta el bramido de su bóxer seis cilindros,...
Pero lo que siempre me pasa y me martiriza, y con lo que no puedo ya es con el hecho de buscar un grial y no disfrutarlo una vez lo he conseguido..
Después de años, décadas (dos exactamente), soñando con un DOXA, después de sonreír cuando leía al Dr. Cussler y me imaginaba con una cerveza Coors helada en las manos y mi Doxa naranja en la muñeca en una cantina de un país tropical, el verano pasado, y gracias a un forero, compré un Doxa Sub 750 GMT Prof. de reestreno absoluto. Mi grial! (aunque hubiera valido un Sub 750t), que véis en la foto en mi muñeca.
Pero hete aquí que, tras más de siete meses en mi poder, me lo he puesto 4 veces!!!!! Y ha salido a la calle una sola vez.
Cuando lo saco de su botella, lo miro y me lo pruebo, me da un apuro absoluto ponérmelo. Un apuro absoluto sacarlo a la calle, por sí se lleva algún golpe (un DIVER!!!) y acaba saliendo alguno mucho más caro que él, pero con menos valor sentimental.
Tanto es así, que ahora ando buscando algún reloj de batalla, tipo Tissot Touch o Hanowa Highlander, que me importe menos machacar.
No sé sí a vosotros os ha pasado alguna vez, acabar siendo esclavos de una ilusión o de un sueño, hasta el punto de que cuando lo alcanzas, no puedes disfrutarlo.
En fin, sólo quería compartirlo con vosotros y saber sí realmente soy un tipo raro, o un enfermo de una amplia comunidad.