Recuerdo que estos relojes suelen llevar consigo fantasmas, y al relojero que lo repare le toca desenmascáralos.
Que recuerdos aquellos, me toco reparar más de un reloj antiguo de la casa del pueblo, y lo suyo es que los hubieran dejado en la casa del pueblo, pero no los trasladaron a la ciudad, yendo a parar a pisos, y una vez reparados y funcionando no paraban de llegarme quejas, por parte de los clientes, así que me tocaba, aguantar quejas y amenazas, y más aún cuando repare el reloj de la Iglesia, tras 10 años parado, tuvimos que caparlo anulando, las campanadas, hasta que lo modernizamos. En una ocasión hasta tuve que devolver lo cobrado, y por no decir las visitas a domicilio, eso si no se te ocurriera cobrar los desplazamientos, ni las horas perdidas, en una ocasión, tras varias visitas, interrogue a los hijos del matrimonio, y con astucia conseguí, descubrir al fantasma, ya que el reloj siempre sé paraba cuando no estaban el padre en casa, y es que son muy joviales alegres y sonoros, con su tic tac acompasado, y que decir cuando dan las horas y a los tres minutos las repiten, hasta los vecinos vienen a quejarse.
A todo esto, si os molesta el tic tac de un despertador, de toda la vida, a vosotros o a vuestros vecinos en la mesita de noche, véndelo o regálalo a quien, lo valore y restaure.