Goldoff
Administrador de RE
Tripulación
Verificad@ con 2FA
Buen@s tardes/días/noches
Algunos recordaréis mi visita en diciembre de 2015 a la manufactura de Glashütte Original, donde vi la manufactura de esferas en Pforzheim y también la de relojes en la misma Glashütte.
Fue aquí donde comenté la posibilidad de realizar una visita con foreros de RE. Casi dos años más tarde hemos obtenido luz verde para que un pequeño grupo de afortunados hayan tenido la oportunidad de ver de cerca una de las grandes del grupo Swatch. Necesariamente ha tenido que ser un grupo reducido, y no ha sido fácil decidir a quién se lo proponía. Lo peor, los que por circunstancias no podían ir y ya sabían lo que se iban a perder.
Finalmente constituimos un grupo de siete que, por temas logísticos, volaríamos de Barcelona a Praga, desde donde un transfer nos llevaría a Dresden ya que la conexión directa por avión contemplaba largas escalas en Munich o Frankfurt.
Al llegar a destino (Dresden) descubrimos junto al hotel ¡¡una tienda de vintage!!
... que estaba justo al pie de nuestro hotel (a la derecha la tienda, a la izquierda el hotel QF Viena House, altamente recomendable)
Frente al hotel, una actividad frenética. Increíble que esas cinco grúas no se destrocen mutuamente, porque todas quedan dentro del radio de acción de las otras. Ingeniería alemana, supongo
Dresden es una ciudad super dinámica, con una historia fascinante que se encargó de explicarnos -muy resumidamente- una fantástica guía llamada Heidi que no sólo conoce bien la historia de la ciudad sino que la cuenta con un justificado orgullo: Dresden quedó arrasada al final de la SGM "gracias" a la aviación aliada, que quiso dar un escarmiento al régimen nazi... machacando a la población civil, qué novedad. Las fotos de la época son para llorar:
Pero el tozudo espíritu sajón no sólo se ha recuperado de una época oscura como la que vivió hasta la caída del Muro sino que ha ido recuperando la ciudad en estos años, devolviéndole el esplendor que tuvo en la época de los Príncipes Electores y reyes de Polonia. O sea, que entiendo el orgullo de Heidi.
Durante el trayecto descubrimos ooootra tienda de vintage, habitada mayoritariamente por ejemplares Spezimatic de la época GuB, precursora de Glashütte Original. Una verdadera locura, oiga.
Tan fascinados estábamos con la visita y los hallazgos que casi olvidamos el objetivo principal, de manera que al transfer y para Glashütte
El paisaje es el típico de Centroeuropa, aunque todavía se veía muy verde para la época. En menos de media hora habíamos llegado.
Hay fotos de la llegada, de los vecinos y de la entrada, que espero pongan mis compañeros de viaje. Yo empecé a sacar fotos ya dentro.
Fotos que, por cierto, no pudimos extender durante la visita, por lo que os sugiero que veías las del reportaje que puse en el enlace anterior.
En el almuerzo previo sí pudimos juguetear con algunas piezas que los asistentes habían traído:
Una curiosidad: el estampado en la esfera ha cambiado bastante, y para bien.
Las nuevas:
Os voy a dejar adivinar de quién son estos brazos...
Aquí, el compañero JR tratando de tostar un tornillo para que le quede azul-azul
Y aquí es donde lo empezamos a pasar verdaderamente mal...
Con tanta golosina casi no nos dio tiempo a ver el museo... lo que justificaría otro viaje, porque de verdad vale la pena.
El reloj complicado de la entrada al museo nos da la bienvenida:
Ahí también dejo espacio para que los demás viajeros aporten su parte en lo que promete ser uno de los hilos con más fotos de los últimos tiempos...
Para rematar esta jornada, una cena privada ¡¡en el mismísimo atrio de la manufactura!!
Así lucía el techo de cristal visto desde abajo. En el centro del círculo grande, una mesa de relojero... con su relojero dentro.
Lo pasamos tan bien que una vez de vuelta en Dresden ¡¡volvimos a cenar!!
Al día siguiente, vuelta a Praga ¡y a volar!
Quiero agradecer a a Glashütte Original en la persona de Rosa Ferreiro y a mra Agencia en la de Vicky Marrero las facilidades, atención y simpatía para poder realizar el sueño de cualquier aficionado. Un agradecimiento también para Diana, nuestra encantadora guía en la manufactura. Y qué decir de los colegas de viaje: ya entran en el pack de lo que uno se llevaría a una isla desierta. ¡Un abrazo!
.
Algunos recordaréis mi visita en diciembre de 2015 a la manufactura de Glashütte Original, donde vi la manufactura de esferas en Pforzheim y también la de relojes en la misma Glashütte.
Fue aquí donde comenté la posibilidad de realizar una visita con foreros de RE. Casi dos años más tarde hemos obtenido luz verde para que un pequeño grupo de afortunados hayan tenido la oportunidad de ver de cerca una de las grandes del grupo Swatch. Necesariamente ha tenido que ser un grupo reducido, y no ha sido fácil decidir a quién se lo proponía. Lo peor, los que por circunstancias no podían ir y ya sabían lo que se iban a perder.
Finalmente constituimos un grupo de siete que, por temas logísticos, volaríamos de Barcelona a Praga, desde donde un transfer nos llevaría a Dresden ya que la conexión directa por avión contemplaba largas escalas en Munich o Frankfurt.
Al llegar a destino (Dresden) descubrimos junto al hotel ¡¡una tienda de vintage!!
... que estaba justo al pie de nuestro hotel (a la derecha la tienda, a la izquierda el hotel QF Viena House, altamente recomendable)
Frente al hotel, una actividad frenética. Increíble que esas cinco grúas no se destrocen mutuamente, porque todas quedan dentro del radio de acción de las otras. Ingeniería alemana, supongo
Dresden es una ciudad super dinámica, con una historia fascinante que se encargó de explicarnos -muy resumidamente- una fantástica guía llamada Heidi que no sólo conoce bien la historia de la ciudad sino que la cuenta con un justificado orgullo: Dresden quedó arrasada al final de la SGM "gracias" a la aviación aliada, que quiso dar un escarmiento al régimen nazi... machacando a la población civil, qué novedad. Las fotos de la época son para llorar:
Pero el tozudo espíritu sajón no sólo se ha recuperado de una época oscura como la que vivió hasta la caída del Muro sino que ha ido recuperando la ciudad en estos años, devolviéndole el esplendor que tuvo en la época de los Príncipes Electores y reyes de Polonia. O sea, que entiendo el orgullo de Heidi.
Durante el trayecto descubrimos ooootra tienda de vintage, habitada mayoritariamente por ejemplares Spezimatic de la época GuB, precursora de Glashütte Original. Una verdadera locura, oiga.
Tan fascinados estábamos con la visita y los hallazgos que casi olvidamos el objetivo principal, de manera que al transfer y para Glashütte
El paisaje es el típico de Centroeuropa, aunque todavía se veía muy verde para la época. En menos de media hora habíamos llegado.
Hay fotos de la llegada, de los vecinos y de la entrada, que espero pongan mis compañeros de viaje. Yo empecé a sacar fotos ya dentro.
Fotos que, por cierto, no pudimos extender durante la visita, por lo que os sugiero que veías las del reportaje que puse en el enlace anterior.
En el almuerzo previo sí pudimos juguetear con algunas piezas que los asistentes habían traído:
Una curiosidad: el estampado en la esfera ha cambiado bastante, y para bien.
Las nuevas:
Os voy a dejar adivinar de quién son estos brazos...
Aquí, el compañero JR tratando de tostar un tornillo para que le quede azul-azul
Y aquí es donde lo empezamos a pasar verdaderamente mal...
Con tanta golosina casi no nos dio tiempo a ver el museo... lo que justificaría otro viaje, porque de verdad vale la pena.
El reloj complicado de la entrada al museo nos da la bienvenida:
Ahí también dejo espacio para que los demás viajeros aporten su parte en lo que promete ser uno de los hilos con más fotos de los últimos tiempos...
Para rematar esta jornada, una cena privada ¡¡en el mismísimo atrio de la manufactura!!
Así lucía el techo de cristal visto desde abajo. En el centro del círculo grande, una mesa de relojero... con su relojero dentro.
Lo pasamos tan bien que una vez de vuelta en Dresden ¡¡volvimos a cenar!!
Al día siguiente, vuelta a Praga ¡y a volar!
Quiero agradecer a a Glashütte Original en la persona de Rosa Ferreiro y a mra Agencia en la de Vicky Marrero las facilidades, atención y simpatía para poder realizar el sueño de cualquier aficionado. Un agradecimiento también para Diana, nuestra encantadora guía en la manufactura. Y qué decir de los colegas de viaje: ya entran en el pack de lo que uno se llevaría a una isla desierta. ¡Un abrazo!
.
Última edición: