Hola Jordi, buenas noches,
Mi papá se llamaba Dario ( y no Darío ). Era del Lago di Garda y natural de un pueblo muy chiquito llamado Pai ( donde viví 4 años y medio ). Pai está dividido, por clamor de sus ¡¡¡ 180 habitantes !!! En dos secciones: Pai di Sotto y Pai di Sopra ( Pai de arriba y Pai de abajo ). En la entrada del pueblo - de lo más bello - siempre había sentada una vieja que anotaba la entrada y salida de los que vivíamos en el pueblo... mis primas y yo ( las Pirlo muy locas y atolondradas ) la desquiciábamos porque éramos de tener varios novios a la vez y la vieja te veía con uno y otro ¡¡¡ con media hora de diferencia !!!
Mi papá, vuelvo a decirlo, fue y es el hombre mas precioso que ví en mi vida. ¡¡¡ Estaba loca por él !!! Además lo admiré sin límites y deseé que no se fuese nunca... los últimos años no tuvimos una buena relación - por un tema que vos ya sabés - pero persistió en mí ese amor loco por él.
Dario tenía una extraña habilidad: sacaba cuentas de tres y cuatro cifras ( sumas y restas ) de memoria. ¡¡¡ si hasta fue al programa de Pipo Mancera !!! Recuerdo que fuimos a ver el programa a la casa de una vecina, porque no teníamos televisor...
Seren... Hola...
Gracias por ponerle nombre a tu padre...
Yo soy muy imaginero y a mis hermanos e hijos los jeringueo pidiéndoles que me pongan una foto de su casa, cuando se mudan, para así vivirlos en un entorno bien determinado que contribuye a configurar su identidad.
Por eso me gustan esas fotos tuyas (esas con cara de traste, como si sonreír fuera pecado
) en tu casa de Tristán Suarez así como estas fotos de hoy y las fotos de tus variopintos vintage que te pintan de cuerpo entero.
Y el nombre de una persona, en este caso, el de Dario para tu papá, así como los detalles de donde nació ayudan a imaginarlo mejor.
Me la imagino a la viejita esa que contaba las salidas y entradas del pueblo, toda vestida de negro, con un pañuelo también negro en la cabeza y mascullando para sí quién sabe qué cosas, sentada en un banquito que traía y llevaba de la casa cada vez que salía a "hacer su contabilidad"
Pero el amor de una hija por su padre es algo que debes atesorar, pese a los baches que hubiera podido tener esa relación.
Hace muchos años leí una nota referida a relaciones conflictivas entre hijos y padres.
El autor, sabía mucho de los conflictos entre los seres humanos y de que muchas veces la muerte impide resolver esos conflictos y poder despedirse mutuamente en paz.
Y recomendaba a lo hijos en esas circunstancias que crearan en su corazón dos habitaciones para el padre fallecido.
En una habitación el hijo guardaría los conflictos no resueltos a la espera de que su propia maduración emocional le permitiera entenderlos o, por lo menos, manejarlos mejor.
En la otra habitación, el hijo depositaría todos los recuerdos agradables de ese padre que, indudablemente, fue muy importante en la vida de ese hijo y que lo ayudó a llegar a ser lo que es.
Creo que eso ya lo estás haciendo, por lo que no me preocuparía demasiado por el asunto y le daría tiempo al tiempo.
Tienes un reloj de tu abuela, uno de tu padre y otro de tu madre... ¡cuántos quisiéramos poder decir lo mismo!!!
Y no son relojes cualquiera sino con una personalidad bien definida.
Un abrazo
Jorge Aldao