
JoHN
Antiguos Moderadores
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El viernes por la tarde, antes del partido de baloncesto del Real Madrid, recién conocida la noticia del fallecimiento de Tito Vilanova, todo el que pudo verlo presenció un momento único: el minuto de silencio que se le dedicó.
No debería ser único ni llamar la atención, pero lo fue. Porque la vorágine de acontecimientos diarios, la necesidad humana de olvidar lo transcendental, la constante búsqueda de cosas triviales que nos entretengan y las rencillas sin ninguna importancia real que nos creamos, permitían pensar que, quizás, algún cafre no lo respetaría.
O, sin ser un gran problema, permitían pensar que no serían tan rápidos en decidirlo y organizarlo. O que un partido de baloncesto no sería considerado el sitio ideal. O que la FIBA, como la patética FIFA, no lo permitiría.
Se hizo. Y a nadie le extrañó. Pero sí fue sobrecogedor. Lo fue por la comprobación de que eso era lo normal y que, como tal, se hizo con la normalidad perfecta. Con una humanidad y un respeto impecables.
No fue señorío (entendido como algo propiedad del madridismo). Fue algo igual a eso, pero patrimonio de la humanidad. Lo están haciendo en muchos sitios, pero ellos fueron los primeros y quizás merecen un mínimo reconocimiento.
Gracias por escenificar lo que muchos pensamos. Por escenificar el dolor que produce el sufrimiento de tanta gente que lo pasa mal cada día. Gracias por demostrar que, nada, ni el deporte, ni la política, ni los foros, ni nada similar sin importancia, se pone por delante del respeto por los demás. Al menos no en los peores momentos. Ojalá fuera algo más habitual.
Porque en ese minuto y en todas las muestras de dolor, creo que la mayoría no solo ha pensado en Tito y su lucha quasi-anónima. Hemos pensado también en todos los realmente anónimos que sufren lo mismo y en todos nuestros conocidos. Fue un minuto de silencio compartido. De todos, para todos.
El minuto acabó y se jugó el partido. Como no puede ser de otra forma. La vida sigue y hay que disfrutarla cada día. Aunque siempre tendemos a olvidarlo.
Ojalá esta epidemia de nuestros días también tienda a desaparecer con el paso de los años.
PD. Supongo que lo escrito puede parecer a muchos una tontería. Perdón por usar el offtopic como quien se tumba en un diván a "confesarse".
No debería ser único ni llamar la atención, pero lo fue. Porque la vorágine de acontecimientos diarios, la necesidad humana de olvidar lo transcendental, la constante búsqueda de cosas triviales que nos entretengan y las rencillas sin ninguna importancia real que nos creamos, permitían pensar que, quizás, algún cafre no lo respetaría.
O, sin ser un gran problema, permitían pensar que no serían tan rápidos en decidirlo y organizarlo. O que un partido de baloncesto no sería considerado el sitio ideal. O que la FIBA, como la patética FIFA, no lo permitiría.
Se hizo. Y a nadie le extrañó. Pero sí fue sobrecogedor. Lo fue por la comprobación de que eso era lo normal y que, como tal, se hizo con la normalidad perfecta. Con una humanidad y un respeto impecables.
No fue señorío (entendido como algo propiedad del madridismo). Fue algo igual a eso, pero patrimonio de la humanidad. Lo están haciendo en muchos sitios, pero ellos fueron los primeros y quizás merecen un mínimo reconocimiento.
Gracias por escenificar lo que muchos pensamos. Por escenificar el dolor que produce el sufrimiento de tanta gente que lo pasa mal cada día. Gracias por demostrar que, nada, ni el deporte, ni la política, ni los foros, ni nada similar sin importancia, se pone por delante del respeto por los demás. Al menos no en los peores momentos. Ojalá fuera algo más habitual.
Porque en ese minuto y en todas las muestras de dolor, creo que la mayoría no solo ha pensado en Tito y su lucha quasi-anónima. Hemos pensado también en todos los realmente anónimos que sufren lo mismo y en todos nuestros conocidos. Fue un minuto de silencio compartido. De todos, para todos.
El minuto acabó y se jugó el partido. Como no puede ser de otra forma. La vida sigue y hay que disfrutarla cada día. Aunque siempre tendemos a olvidarlo.
Ojalá esta epidemia de nuestros días también tienda a desaparecer con el paso de los años.
PD. Supongo que lo escrito puede parecer a muchos una tontería. Perdón por usar el offtopic como quien se tumba en un diván a "confesarse".