Casiná
De la casa
Sin verificar
Y no es que sea más bueno que otros, no. Es que es muy bonito y está perfectamente conservado.
También es uno de los más sucios que he tratado, me hizo pasar el quinario sujetando la rueda de centro con un destornillador porque no podía dar un poco de vuelta a la corona para liberar el trinquete y la sensación era de tener la cuerda a tope. Y resultó que estaba totalmente descargado: la suciedad en la tija no la dejaba girar.
Empecé así: abrir y sacar de caja para quitar las agujas y ya me impresionó.
Una vez bañado no me acordé de afotar hasta tener los dos puentes montados. ¡Y sin tiempo de desmontar en balde, je,je,je!
Nos toca seguir poniendo la rueda corona y su "cojinete" que no tiene otra función que evitar desgaste en el puente y facilitar su giro, el de la rueda digo.
Ya puesta
Ahora toca el rochete
El tornillo que fija el rochete enrosca directamente en el árbol y éste es que enrolla el muelle real y, por tanto, gira; así que es necesario fijarlo de alguna manera para poder apretar bien el tornillo: un destornillador apoyado en cualquier parte fija y saliente hace esa función. En este caso la separación entre puentes. La pala del destornillador metida entre dos dientes no lo deja girar.
Ahora le toca al áncora
Y ya sólo falta el puente con el volante
Nos vamos al otro lado; sería un crimen estropear las agujas y esfera por un mal roce: están formidables. Tenemos que poner la rueda de horas y su talco
Primero hemos puesto la rueda de minutería y la intermedia de carga y tapadas con el resorte de tirete, que éste si que está entero.
Ahora la preciosa e inmaculada esfera
Las agujas también da gloria verlas
Hasta el aro/bata es bonito: ¡¡y dorado!!
Y ya todo en su sitio
La única nota falsa: la tapa trasera parece hecha a mordiscos, como si el carbón no se hubiera aleado bien con el hierro.
Tampoco es mío (ya quisiera), sólo está por aquí para la ducha.
Ya, ya sé que hay que pulir o cambiar el plexi. Todo se andará.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.
También es uno de los más sucios que he tratado, me hizo pasar el quinario sujetando la rueda de centro con un destornillador porque no podía dar un poco de vuelta a la corona para liberar el trinquete y la sensación era de tener la cuerda a tope. Y resultó que estaba totalmente descargado: la suciedad en la tija no la dejaba girar.
Empecé así: abrir y sacar de caja para quitar las agujas y ya me impresionó.
Una vez bañado no me acordé de afotar hasta tener los dos puentes montados. ¡Y sin tiempo de desmontar en balde, je,je,je!
Nos toca seguir poniendo la rueda corona y su "cojinete" que no tiene otra función que evitar desgaste en el puente y facilitar su giro, el de la rueda digo.
Ya puesta
Ahora toca el rochete
El tornillo que fija el rochete enrosca directamente en el árbol y éste es que enrolla el muelle real y, por tanto, gira; así que es necesario fijarlo de alguna manera para poder apretar bien el tornillo: un destornillador apoyado en cualquier parte fija y saliente hace esa función. En este caso la separación entre puentes. La pala del destornillador metida entre dos dientes no lo deja girar.
Ahora le toca al áncora
Y ya sólo falta el puente con el volante
Nos vamos al otro lado; sería un crimen estropear las agujas y esfera por un mal roce: están formidables. Tenemos que poner la rueda de horas y su talco
Primero hemos puesto la rueda de minutería y la intermedia de carga y tapadas con el resorte de tirete, que éste si que está entero.
Ahora la preciosa e inmaculada esfera
Las agujas también da gloria verlas
Hasta el aro/bata es bonito: ¡¡y dorado!!
Y ya todo en su sitio
La única nota falsa: la tapa trasera parece hecha a mordiscos, como si el carbón no se hubiera aleado bien con el hierro.
Tampoco es mío (ya quisiera), sólo está por aquí para la ducha.
Ya, ya sé que hay que pulir o cambiar el plexi. Todo se andará.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.