Agustín
Habitual
Sin verificar
Espero no herir ninguna fibra con esta mariguanada.:o
Estaba alucinando en la madrugada, producto pienso yo, de unas coronas que tal vez estaban “quemadas” y de algunos posts del día de ayer y me imaginé mientras veía los relojes que en ese momento llevaba puesto, uno en cada muñeca.
¿Cómo habrá sido la CRI en tiempos remotos? Por lo que imaginé un dialogo entre dos romanos obviamente de la antigüedad.
Voy a hacer la aclaración de que el que escribe esto, no tiene conocimiento alguno de historia, materiales y geografía de la antigua Roma, de hecho casi de nada. Todos los personajes son producto de la poca imaginación del autor. Cualquier semejanza en diálogos, situaciones y nombres es mera coincidencia.
Se encontraba el ilustre Augusto admirando su colección de relojes de sol acomodada en un impecable orden dentro de su jardín. Cuando llego Castor, su amigo y compañero de afición.
Mira nada más que colección. Pensó Castor. Algún día tendré tantos o más que Augusto.
--Hola Augusto. ¿Cómo va todo? ¿Admirando la colección?
--Castor que milagro. ¿Qué me cuentas? ¿Te enteraste de lo que sucedió en Pompeya hace un mes?
--Si Augusto. Las noticias de las tragedias corren rápido. Pero no hablemos de esas noticias, hablemos de cosas más alegres. Mira que soy oportuno y te encuentro con tu colección de relojes. ¿Tienes alguna novedad? Veo que acomodaste nuevamente. Pero el Omega sigue siendo el centro de todos.
--Así es Castor amigo. Sigue siendo para mí la joya de la corona, el estilo Devilium es tan atemporal que dudo mucho que algún día deje de gustar.
En ese momento la atención de Castor se desvió al ver que uno de los esclavos de Augusto golpeó con una bandeja uno de los relojes.
--Mira lo que hizo ese insensato. Deberías mandar a ejecutarlo por ese descuido.
--Calma Castor, no pasa nada, en cierto modo esas marcas indican que se están usando. Además en estos tiempos es muy difícil conseguir esclavos buenos. Con unos cuantos azotes aprenderá a tener más cuidado.
¿Qué son esos objetos cubiertos con mantas? Augusto. – Dijo Castor apuntando con su índice.
-- Ven a verlos mi amigo, te van a gustar. Observa esta belleza. – dijo Augusto, mientras quitaba la manta que cubría uno de los objetos en cuestión.
-- ¡Por dios!, quiero decir ¡Por los dioses! Es un Rolexium. Augusto, te haz volado la barda, ¿pero por que es color verde?
-- Porque es el dedicado a los 50 años de Rolexium como escultor de relojes. Está elaborado en piedra de jade y esmeraldas.
-- Pero eso ¿Cómo es posible? Según tengo entendido Rolexium murió de viejo a los 40 años. Además dicen que solo se hacían 2 relojes al año. No es posible que tú tengas uno de estos.
-- pero tuvo muchos hijos Castor, eso pocos lo saben y siguen haciéndolos, a un ritmo que no te imaginas.
-- En el bazar del oriente he visto muchos de estos, Augusto, pero se ve que son falsos.
-- ¿Cómo los distingues?
-- Es sencillo, son de barro y están huecos, en vez de oro usan bronce pulido y no resisten el agua, en la primera lluvia se despintan y se desbaratan.
-- Te haz vuelto un zorro en detectar esas falsificaciones. Ven amigo, déjame mostrarte otro de mis nuevos tesoros.
Augusto caminó hacia otro bulto que se encontraba cubierto, se detuvo ante él y de un rápido movimiento, descubrió otra de sus nuevas adquisiciones.
Castor se quedo callado unos segundos pensando que era una broma de su amigo. No entendía lo que se le presentaba ante sus ojos.
-- Augusto. No entiendo de qué trata esto.
-- Déjame que te explique. Este reloj se lo compré a un soldado que lo traía como trofeo de guerra de una isla que se encuentra al norte de Francia. ** (Nota recuerden que quien escribe esto es un ignorante de historia y geografía) ** pensaba venderlo en piezas. Se lo compré en un precio de risa.
-- Entiende mi estimado Castor que por esos rumbos hay gente rara y de otras costumbres distintas, pero no por eso no quiera decir que no les guste la relojería.
-- Tu argumento esta bien Augusto, lo que no entiendo es ¿para que demonios sirve esa cosa que tiene por un lado? ¿Para cargarlo acaso?
-- ¡No! Este reloj se pone junto a un pozo de agua y con la “cosa esa” puedes sacar agua. Yo lo llamo el Grahamius, simplemente porque me gusto como se oye.
"Aquí un bosquejo de lo que Castor vió"
-- Mejor muéstrame otro de tus nuevos tesoros. --Dijo Castor mientras se pasaba la palma de la mano por la cara.
Caminaron no menos de 10 pasos cuando se detuvieron ante otro bulto. Esta vez Augusto se quedo ante la manta durante más tiempo. Se dirigió a su amigo y con toda la seriedad de un momento solemne, le dijo.
--Castor, amigo. Lo que estas a punto de ver, es lo que yo considero el futuro de la relojería. Esto va a revolucionar el uso de los materiales, esto supera a todas las ideas de los relojeros que conocemos.
Castor no aguantaba ya las ganas de ver ese nuevo reloj. –Ojala no sea otra de sus “curiosidades” como la que me acaba de mostrar, espero que sea el escape coaxial.
Apenas había terminado de pensarlo cuando por fin la manta develó lo que cubría. Castor sentía que estaba ante otra broma. Pensó que al fin la afición extrema había hecho que su amigo perdiera la razón.
-- ¿Vez lo que yo veo amigo Castor?
-- Solo veo un tronco con un vidrio amigo mío
-- ¡Castor! ¿Qué no vez que éste es el primer reloj casi a prueba de todo? Esta hecho de un árbol que se llama Hevea brasiliensis (árbol del hule). Piensa en el potencial. Lo puedes arrojar desde lo más alto del Coliseo romano y no se hará pedazos. Si se golpea lo lijas y ya. Si cae al agua flota y lo puedes recuperar.
Castor veía a Augusto como un extraño y solo atino a decir.
--Pues si pero el vidrio ese se rompe.
--Cuarzo, Castor, se llama cuarzo. Se lo puedes cambiar cuando sea necesario, es barato, abundante y además da buenas vibras.
-- Aaah!! Y ¿Cómo se llama el “ingenioso” fabricante de estos “aparatos”?
-- Es un oriental que tiene un nombre tan corto que ni siquiera alcanza a tener una letra completa. Se llama Casi “O”.
--¿Casio?
-- No mi amigo, su nombre es tan corto que se llama Casi “O”
-- Ya entendí ya entendí, ni siquiera “O”.
Mejor me voy. Pensó Castor. Pero antes de despedirse le preguntó.
--¿Vas a ir a la quedada en Roma el fin de mes? Recuerda que al final hay buenas orgías si hay suerte hasta mujeres asistirán.
-- Quiero ir Castor. Pero no tengo suficientes esclavos para llevar mis relojes.
--Ve al mercado y pregunta por Ovocius. Tiene unos carruajes muy buenos, le he comprado uno genial para 4 relojes y me está construyendo otro para 10.
--¿Cómo no pensé antes en eso? Estupenda idea amigo, no se diga más, iré con Ovocius entonces.
--Nos vemos entonces en Roma Augusto.
--Nos veremos Castor.
Castor salio de la casa de Augusto y en el camino, pensaba. --Augusto hace 6 meses no dejaba de hablar de ese enorme reloj naranja que no dejaba de pasar desapercibido. Hace 3 traía la moda de los Panarius, que eran lanzado con catapultas desde los barcos en las guerras de Troya. Luego el tema de los números “Arábigos” y los relojes de arena y ahora con ese dizque reloj indestructible. Debería de dejar de frecuentar al mercader Ebayus que es el que le calienta la cabeza con novedades y modas pasajeras. Sino fuera por lo bien que orienta Augusto los relojes…
Y esta historia se repetirá por algunos siglos y con algunas leves variaciones y mejor me detengo porque venía la descripción del mercado local de relojes.
Un saludo.😎
Estaba alucinando en la madrugada, producto pienso yo, de unas coronas que tal vez estaban “quemadas” y de algunos posts del día de ayer y me imaginé mientras veía los relojes que en ese momento llevaba puesto, uno en cada muñeca.
¿Cómo habrá sido la CRI en tiempos remotos? Por lo que imaginé un dialogo entre dos romanos obviamente de la antigüedad.
Voy a hacer la aclaración de que el que escribe esto, no tiene conocimiento alguno de historia, materiales y geografía de la antigua Roma, de hecho casi de nada. Todos los personajes son producto de la poca imaginación del autor. Cualquier semejanza en diálogos, situaciones y nombres es mera coincidencia.
Se encontraba el ilustre Augusto admirando su colección de relojes de sol acomodada en un impecable orden dentro de su jardín. Cuando llego Castor, su amigo y compañero de afición.
Mira nada más que colección. Pensó Castor. Algún día tendré tantos o más que Augusto.
--Hola Augusto. ¿Cómo va todo? ¿Admirando la colección?
--Castor que milagro. ¿Qué me cuentas? ¿Te enteraste de lo que sucedió en Pompeya hace un mes?
--Si Augusto. Las noticias de las tragedias corren rápido. Pero no hablemos de esas noticias, hablemos de cosas más alegres. Mira que soy oportuno y te encuentro con tu colección de relojes. ¿Tienes alguna novedad? Veo que acomodaste nuevamente. Pero el Omega sigue siendo el centro de todos.
--Así es Castor amigo. Sigue siendo para mí la joya de la corona, el estilo Devilium es tan atemporal que dudo mucho que algún día deje de gustar.
En ese momento la atención de Castor se desvió al ver que uno de los esclavos de Augusto golpeó con una bandeja uno de los relojes.
--Mira lo que hizo ese insensato. Deberías mandar a ejecutarlo por ese descuido.
--Calma Castor, no pasa nada, en cierto modo esas marcas indican que se están usando. Además en estos tiempos es muy difícil conseguir esclavos buenos. Con unos cuantos azotes aprenderá a tener más cuidado.
¿Qué son esos objetos cubiertos con mantas? Augusto. – Dijo Castor apuntando con su índice.
-- Ven a verlos mi amigo, te van a gustar. Observa esta belleza. – dijo Augusto, mientras quitaba la manta que cubría uno de los objetos en cuestión.
-- ¡Por dios!, quiero decir ¡Por los dioses! Es un Rolexium. Augusto, te haz volado la barda, ¿pero por que es color verde?
-- Porque es el dedicado a los 50 años de Rolexium como escultor de relojes. Está elaborado en piedra de jade y esmeraldas.
-- Pero eso ¿Cómo es posible? Según tengo entendido Rolexium murió de viejo a los 40 años. Además dicen que solo se hacían 2 relojes al año. No es posible que tú tengas uno de estos.
-- pero tuvo muchos hijos Castor, eso pocos lo saben y siguen haciéndolos, a un ritmo que no te imaginas.
-- En el bazar del oriente he visto muchos de estos, Augusto, pero se ve que son falsos.
-- ¿Cómo los distingues?
-- Es sencillo, son de barro y están huecos, en vez de oro usan bronce pulido y no resisten el agua, en la primera lluvia se despintan y se desbaratan.
-- Te haz vuelto un zorro en detectar esas falsificaciones. Ven amigo, déjame mostrarte otro de mis nuevos tesoros.
Augusto caminó hacia otro bulto que se encontraba cubierto, se detuvo ante él y de un rápido movimiento, descubrió otra de sus nuevas adquisiciones.
Castor se quedo callado unos segundos pensando que era una broma de su amigo. No entendía lo que se le presentaba ante sus ojos.
-- Augusto. No entiendo de qué trata esto.
-- Déjame que te explique. Este reloj se lo compré a un soldado que lo traía como trofeo de guerra de una isla que se encuentra al norte de Francia. ** (Nota recuerden que quien escribe esto es un ignorante de historia y geografía) ** pensaba venderlo en piezas. Se lo compré en un precio de risa.
-- Entiende mi estimado Castor que por esos rumbos hay gente rara y de otras costumbres distintas, pero no por eso no quiera decir que no les guste la relojería.
-- Tu argumento esta bien Augusto, lo que no entiendo es ¿para que demonios sirve esa cosa que tiene por un lado? ¿Para cargarlo acaso?
-- ¡No! Este reloj se pone junto a un pozo de agua y con la “cosa esa” puedes sacar agua. Yo lo llamo el Grahamius, simplemente porque me gusto como se oye.
"Aquí un bosquejo de lo que Castor vió"
-- Mejor muéstrame otro de tus nuevos tesoros. --Dijo Castor mientras se pasaba la palma de la mano por la cara.
Caminaron no menos de 10 pasos cuando se detuvieron ante otro bulto. Esta vez Augusto se quedo ante la manta durante más tiempo. Se dirigió a su amigo y con toda la seriedad de un momento solemne, le dijo.
--Castor, amigo. Lo que estas a punto de ver, es lo que yo considero el futuro de la relojería. Esto va a revolucionar el uso de los materiales, esto supera a todas las ideas de los relojeros que conocemos.
Castor no aguantaba ya las ganas de ver ese nuevo reloj. –Ojala no sea otra de sus “curiosidades” como la que me acaba de mostrar, espero que sea el escape coaxial.
Apenas había terminado de pensarlo cuando por fin la manta develó lo que cubría. Castor sentía que estaba ante otra broma. Pensó que al fin la afición extrema había hecho que su amigo perdiera la razón.
-- ¿Vez lo que yo veo amigo Castor?
-- Solo veo un tronco con un vidrio amigo mío
-- ¡Castor! ¿Qué no vez que éste es el primer reloj casi a prueba de todo? Esta hecho de un árbol que se llama Hevea brasiliensis (árbol del hule). Piensa en el potencial. Lo puedes arrojar desde lo más alto del Coliseo romano y no se hará pedazos. Si se golpea lo lijas y ya. Si cae al agua flota y lo puedes recuperar.
Castor veía a Augusto como un extraño y solo atino a decir.
--Pues si pero el vidrio ese se rompe.
--Cuarzo, Castor, se llama cuarzo. Se lo puedes cambiar cuando sea necesario, es barato, abundante y además da buenas vibras.
-- Aaah!! Y ¿Cómo se llama el “ingenioso” fabricante de estos “aparatos”?
-- Es un oriental que tiene un nombre tan corto que ni siquiera alcanza a tener una letra completa. Se llama Casi “O”.
--¿Casio?
-- No mi amigo, su nombre es tan corto que se llama Casi “O”
-- Ya entendí ya entendí, ni siquiera “O”.
Mejor me voy. Pensó Castor. Pero antes de despedirse le preguntó.
--¿Vas a ir a la quedada en Roma el fin de mes? Recuerda que al final hay buenas orgías si hay suerte hasta mujeres asistirán.
-- Quiero ir Castor. Pero no tengo suficientes esclavos para llevar mis relojes.
--Ve al mercado y pregunta por Ovocius. Tiene unos carruajes muy buenos, le he comprado uno genial para 4 relojes y me está construyendo otro para 10.
--¿Cómo no pensé antes en eso? Estupenda idea amigo, no se diga más, iré con Ovocius entonces.
--Nos vemos entonces en Roma Augusto.
--Nos veremos Castor.
Castor salio de la casa de Augusto y en el camino, pensaba. --Augusto hace 6 meses no dejaba de hablar de ese enorme reloj naranja que no dejaba de pasar desapercibido. Hace 3 traía la moda de los Panarius, que eran lanzado con catapultas desde los barcos en las guerras de Troya. Luego el tema de los números “Arábigos” y los relojes de arena y ahora con ese dizque reloj indestructible. Debería de dejar de frecuentar al mercader Ebayus que es el que le calienta la cabeza con novedades y modas pasajeras. Sino fuera por lo bien que orienta Augusto los relojes…
Y esta historia se repetirá por algunos siglos y con algunas leves variaciones y mejor me detengo porque venía la descripción del mercado local de relojes.
Un saludo.😎
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