joler
De la casa
Sin verificar
NOTA: las fotos tardarán unos minutos en estar disponibles.
Hace tiempo un compañero mostró unas correas artesanas hechas con materiales poco convencionales (antiguas pelotas de beisbol, balones de baloncesto) casi siempre en estilo "Panerai" con una hebilla del mismo tipo.
El resultado, para mi gusto, es excepcionalmente bueno con unos precios, eso sí, acordes a su calidad.
Ayer encontré un viejo balón de baloncesto (o basket como se dice ahora) y decidí explorar las posibilidades que ofrece: facilidad a la hora de trabajarlo, comodidad, posibles molestias o reacciones alérgicas en la piel, etc.
El resultado ha sido mucho mejor de lo que esperaba.
El material es muy resistente pero a la vez se deja trabajar bien, mucho mejor que la piel con un grosor equivalente. Se corta fácilmente (y el 75% del éxito a la hora de confeccionar una correa es el corte) y se cose mejor ya que no hay que perforar previamente como con la piel sino que se puede coser directamente.
En la muñeca es excepcionalmente cómoda. Se ajusta muy bien gracias a la relativa elasticidad del material pero sin apretar. El reloj no se mueve nada, no se desplaza hacia la cara externa de la muñeca ni cabezea.
Respecto a la sensación en la piel es muy similar a la de llevar un caucho convencional: no irrita ni molesta lo más mínimo y tampoco tiene el temido efecto depilatorio.
Teniendo en cuenta la variedad de acabados me parece una opción muy interesante. Se puede elegir diferentes colores, incluir o no las nervaduras o la grafía del balón, e incluso hay una opción acabada en piel de vaca.
Espero que os haya entretenido.
Hace tiempo un compañero mostró unas correas artesanas hechas con materiales poco convencionales (antiguas pelotas de beisbol, balones de baloncesto) casi siempre en estilo "Panerai" con una hebilla del mismo tipo.
El resultado, para mi gusto, es excepcionalmente bueno con unos precios, eso sí, acordes a su calidad.
Ayer encontré un viejo balón de baloncesto (o basket como se dice ahora) y decidí explorar las posibilidades que ofrece: facilidad a la hora de trabajarlo, comodidad, posibles molestias o reacciones alérgicas en la piel, etc.
El resultado ha sido mucho mejor de lo que esperaba.
El material es muy resistente pero a la vez se deja trabajar bien, mucho mejor que la piel con un grosor equivalente. Se corta fácilmente (y el 75% del éxito a la hora de confeccionar una correa es el corte) y se cose mejor ya que no hay que perforar previamente como con la piel sino que se puede coser directamente.
En la muñeca es excepcionalmente cómoda. Se ajusta muy bien gracias a la relativa elasticidad del material pero sin apretar. El reloj no se mueve nada, no se desplaza hacia la cara externa de la muñeca ni cabezea.
Respecto a la sensación en la piel es muy similar a la de llevar un caucho convencional: no irrita ni molesta lo más mínimo y tampoco tiene el temido efecto depilatorio.
Teniendo en cuenta la variedad de acabados me parece una opción muy interesante. Se puede elegir diferentes colores, incluir o no las nervaduras o la grafía del balón, e incluso hay una opción acabada en piel de vaca.
Espero que os haya entretenido.
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