A ver, yo creo que tampoco hay que tomarse las cosas a la tremenda, sólo hay que aplicar la lógica.
Un reloj bien cuidado, aunque sea de exposición, se puede vender perfectamente como nuevo, siempre y cuando se apliquen unas mínimas consideraciones. Por ejemplo, no es de recibo como algunas joyerías tienen piezas de varios miles en expositores a la calle dándole el sol de lleno, con las implicaciones que ello conlleva de desgaste tanto en componentes, por temperatura, o degradación del color.
Tampoco entiendo los manazas... los hay que extreman las precauciones, que se ponen guantes para tratarlos, los posan sobre bandeja de terciopelo con cuidado, advierten al cliente de que por favor no se roce con otras piezas, y los limpian cada vez que los vuelven a guardar. Y otros que les da exactamente lo mismo, y te los encuentras con marcas o rastros de suciedad. Un reloj con taras, por mínima que sea, se debería vender con un descuento adicional, o asumir su reparación.
Las correas, sobre todo las de cuero, sabéis que de ponerlas un par de veces se empiezan a marcar y cogen forma. Otro ejemplo... en una joyería el otro día me querían vender una pieza, que no era nada barata, que se notaba que tenía meses (o años) en el expositor, con una correa alligator que había cogido forma, totalmente arrugada y desgastada. Pues obviamente, además del descuento, pedí la sustitución de la correa, a lo que no me pusieron mayor problema.
Esto es como todo, mientras más te gastas en una pieza, más exigente te vuelves. ¿Puede ser de exposición? Claro. Pero como mínimo que se encuentre en perfecto estado, sin taras, ya que nunca pagaría lo mismo, existiendo la posibilidad, por un reloj maltratado, que por otro nuevo de fábrica.