G
Gabrielwatch
Forer@ Senior
Sin verificar
Hace unos meses entré en la boutique de Omega para curiosear y ver que había de relojes. Cabe destacar que la tienda comercializa productos recientes.
Estuve un rato viendo y salí bastante decepcionado: salvo un par de relojes (Un Seamaster y un De Ville) la colección se me hizo absolutamente carente de estética. Relojes o excesivamente modernos, o rocambolescos, o aburridos, pero cuándo les digo que no vi ninguno que me produjera esa sensación de ver algo bonito, ya saben, esa sensación de ver un reloj y soltar un suspiro de "Wow" o "¡que hermoso!"
Uno ve un Rolex, o un Zenith, o un Rado, o hasta Seiko, desde la gama media Presage hasta los Grand Seiko y quedarse prendado de la pieza.
La generalidad de esas piezas procura cautivar al espectador.
No sentí lo mismo con Omega. Creo que un reloj debe conservar ese misterio de atrapar el tiempo a través de la belleza y la mecánica de la pieza que vemos.
Salí tan desconcertado de la boutique, que hace un mes volví a entrar para revisar con más detalle, pues para mí era inconcebible salir tan defraudado de una marca tan prestigiosa cómo Omega. Y salí reafirmando lo que sentía.
Un chasco.
Tengo un hermoso Omega 2894 cal. 267, de los años 1950 que independientemente de tener más de 70 años, aún conserva ese maravilloso poder de cautivar cada vez que lo ves.
¿Será que Omega esté teniendo un declive estético? Pues conozco que ha innovado en su maquinaria.
No lo sé. Lo comparto con Uds
Estuve un rato viendo y salí bastante decepcionado: salvo un par de relojes (Un Seamaster y un De Ville) la colección se me hizo absolutamente carente de estética. Relojes o excesivamente modernos, o rocambolescos, o aburridos, pero cuándo les digo que no vi ninguno que me produjera esa sensación de ver algo bonito, ya saben, esa sensación de ver un reloj y soltar un suspiro de "Wow" o "¡que hermoso!"
Uno ve un Rolex, o un Zenith, o un Rado, o hasta Seiko, desde la gama media Presage hasta los Grand Seiko y quedarse prendado de la pieza.
La generalidad de esas piezas procura cautivar al espectador.
No sentí lo mismo con Omega. Creo que un reloj debe conservar ese misterio de atrapar el tiempo a través de la belleza y la mecánica de la pieza que vemos.
Salí tan desconcertado de la boutique, que hace un mes volví a entrar para revisar con más detalle, pues para mí era inconcebible salir tan defraudado de una marca tan prestigiosa cómo Omega. Y salí reafirmando lo que sentía.
Un chasco.
Tengo un hermoso Omega 2894 cal. 267, de los años 1950 que independientemente de tener más de 70 años, aún conserva ese maravilloso poder de cautivar cada vez que lo ves.
¿Será que Omega esté teniendo un declive estético? Pues conozco que ha innovado en su maquinaria.
No lo sé. Lo comparto con Uds