Soy un admirador/enamorado de los relojes de sol y de la enorme ciencia que llevan detrás aunque no lo parezca.
Tengo la suerte de que en mi ciudad puedo disfrutar desde los mas sencillos a los de complicaciones infinitas (sí, existen complicaciones también en los relojes de sol).
La idea me encanta aunque hay una pega tonta que no me puedo resistir a señalarte y que no le quita mérito ni interés a tu propuesta: Los relojes de sol por definición son para exterior y el papel no me lo parece. Te propongo (si no lo has hecho), una versión en contrachapado bien barnizado.
Por supuesto exceptuando al reloj de dentro de la ventana que me parece todo un hallazgo.