JDPBILI
Milpostista
Sin verificar
Consultando el índice de las presentaciones me he dado cuenta de un reloj que daba por “presentado en sociedad” y me había olvidado de él, lo más curioso es que solo tengo dos Edifice y me había dejado uno de ellos en el tintero., así que la presentación de hoy es el EFD-102, un pequeño Edifice digital con dial positivo y funciones básicas de principios del 2000 (2001?)
Como buen Edifice destacan tres cosas principalmente: materiales, acabado y diseño. En primer lugar se trata de un modelo con caja y cadena de acero, con dos acabados –cepillado y pulido- con una terminación realmente muy buena. La caja lleva grabadas las leyendas ILLUMINATOR en la parte superior, WATER RESIST 100M en la inferior y las funciones de cada uno de los tres botones. Remarcar que está grabado sobre el mismo acero, no sobre un bisel o similar.
El tamaño (36 mm de ancho, muy clásico) no sigue los estándares de hoy en día, es pequeño pero la elegancia es absoluta hasta el punto que es un reloj digital de “vestir”. Desgraciadamente hoy pasaría por “cadete” o reloj de mujer pero tampoco es tan antiguo para acogernos a ese estándar.
Los botones en acero tienen un tamaño grande y un tacto impresionante, de lo mejorcito que he probado.
Las funciones son las básicas, se maneja como un F-91 o similares de manera que el botón “mode” sin operar nada sirve para el ajuste de la hora. Las funciones son la típica alarma diaria/señal horaria y crono, a esto se reduce las funciones del módulo 2470.
La visibilidad de la pantalla, pues otra asignatura pendiente. Pese a ser una pantalla positiva, es muy sensible al ángulo de visión (por la forma del cristal): puede pasar de una visión excelente a algo sin contraste y la iluminación es otro suspenso como el EF-D1000 ya presentado, y es que peor no puede ser. Llegado a este punto hubiera sido más interesante que no hubiera llevado luz, sinceramente.
La pantalla, con tonos azulados (en este acabado) tiene unos dígitos “modernos” y grandes en tres líneas : la superior con el día de la semana-día del mes, la central de gran tamaño horas y minutos, y la inferior con los segundos.
Una vez lo tienes en la mano, te das cuenta que está hecho con cariño, que es algo “diferente”, elegante, muy bien acabado, con detalles, buen tacto, “pesan” los buenos materiales que tiene, etc. y le perdonas los pequeños defectos que tiene: las funciones son “prescindibles” ya que no es la finalidad de este reloj pero no llegas a entender el gran descuido de la luz….
Este reloj, por sus acabados no lo veo de “sport” o “casual”, es un reloj digital para ir muy formal, combinación que no se estila hoy en día con un patrón de reloj tan “clásico” por lo que creo que ha quedado un poco en tierra de nadie, pero su elegancia innata no se la quita nadie. En definitiva un reloj que el tiempo ha dejado en el olvido, pero un gran reloj de los comienzos de la serie EDIFICE.
En la foto superior podéis ver detalles del acabado, material y la pantalla.
Como buen Edifice destacan tres cosas principalmente: materiales, acabado y diseño. En primer lugar se trata de un modelo con caja y cadena de acero, con dos acabados –cepillado y pulido- con una terminación realmente muy buena. La caja lleva grabadas las leyendas ILLUMINATOR en la parte superior, WATER RESIST 100M en la inferior y las funciones de cada uno de los tres botones. Remarcar que está grabado sobre el mismo acero, no sobre un bisel o similar.
El tamaño (36 mm de ancho, muy clásico) no sigue los estándares de hoy en día, es pequeño pero la elegancia es absoluta hasta el punto que es un reloj digital de “vestir”. Desgraciadamente hoy pasaría por “cadete” o reloj de mujer pero tampoco es tan antiguo para acogernos a ese estándar.
Los botones en acero tienen un tamaño grande y un tacto impresionante, de lo mejorcito que he probado.
Las funciones son las básicas, se maneja como un F-91 o similares de manera que el botón “mode” sin operar nada sirve para el ajuste de la hora. Las funciones son la típica alarma diaria/señal horaria y crono, a esto se reduce las funciones del módulo 2470.
La visibilidad de la pantalla, pues otra asignatura pendiente. Pese a ser una pantalla positiva, es muy sensible al ángulo de visión (por la forma del cristal): puede pasar de una visión excelente a algo sin contraste y la iluminación es otro suspenso como el EF-D1000 ya presentado, y es que peor no puede ser. Llegado a este punto hubiera sido más interesante que no hubiera llevado luz, sinceramente.
La pantalla, con tonos azulados (en este acabado) tiene unos dígitos “modernos” y grandes en tres líneas : la superior con el día de la semana-día del mes, la central de gran tamaño horas y minutos, y la inferior con los segundos.
Una vez lo tienes en la mano, te das cuenta que está hecho con cariño, que es algo “diferente”, elegante, muy bien acabado, con detalles, buen tacto, “pesan” los buenos materiales que tiene, etc. y le perdonas los pequeños defectos que tiene: las funciones son “prescindibles” ya que no es la finalidad de este reloj pero no llegas a entender el gran descuido de la luz….
Este reloj, por sus acabados no lo veo de “sport” o “casual”, es un reloj digital para ir muy formal, combinación que no se estila hoy en día con un patrón de reloj tan “clásico” por lo que creo que ha quedado un poco en tierra de nadie, pero su elegancia innata no se la quita nadie. En definitiva un reloj que el tiempo ha dejado en el olvido, pero un gran reloj de los comienzos de la serie EDIFICE.
En la foto superior podéis ver detalles del acabado, material y la pantalla.