joler
De la casa
Sin verificar
Últimamente lo que más me gusta es comprar lotes de relojes averiados al peso porque el factor sorpresa, para bien o para mal, está asegurado.
Frente a las compras meditadas tras leer múltiples revisiones y visualizar docenas de vídeos esta es una opción lúdica y libre de prejuicios.
Así es como ha llegado a mis manos este interesante Duro Marlin.
Un diver equilibrado con una estética elegante en el que llaman la atención el bisel de tamaño comedido y el complejo dial con tres subesferas.
Está animado por un cuarzo multifunción con una configuración pasada de moda para lo que se lleva actualmente (semana, mes e indicador 24 horas al estilo de un falso cronógrafo).
La corona y la tapa trasera son de rosca y la resistencia al agua es de 200 metros.
En la tapa trasera aparece la silueta del pez que ha dado nombre a toda una estirpe dentro de Casio.
El movimiento, como en la mayoría de analógicos, es un sencillo Citizen-Miyota con un nada desdeñable rango de precisión de 20 segundos al mes.
El módulo Miyota 6p27 se puede comprar suelto y nuevo por tan sólo 15 euros pero, en este tipo de compras, el intento de reparación forma parte de la diversión.
El problema de estos pequeños movimientos de cuarzo con tanta subesfera es que el desmontaje supera en dificultad al de un automático con doble calendario.
La avería consiste en que la corona no hace ninguna función. El reloj marcha pero no se puede ajustar la hora ni las subesferas y para acceder al remontaje hay que desarmar el 80% del reloj.
Después de tenerlo encajado y perfectamente operativo la corona dejaba de funcionar sin causa aparente por lo que tuve que repetir la operación media docena de veces y en cada una de de ellas la idea de un módulo nuevo por 15 euros se hacía más y más deseable.
Al final, la solución apareció por casualidad ya que la tija funcionaba sin pila y dejaba de hacerlo al insertarla.
La razón es que el resorte que sujeta la batería se ha doblado en algún cambio de pila y, al formar parte del tiret, desencajaba todo el conjunto al introducir la pila en su alojamiento.
Una prueba más de que también un simple cambio de pila tiene su ciencia.
Estoy encantado con la resurrección de este modesto Casio y, aunque sospecho que puede ser de los años 90, agradecería alguna orientación sobre su fecha de fabricación.
Saludos.
Frente a las compras meditadas tras leer múltiples revisiones y visualizar docenas de vídeos esta es una opción lúdica y libre de prejuicios.
Así es como ha llegado a mis manos este interesante Duro Marlin.
Un diver equilibrado con una estética elegante en el que llaman la atención el bisel de tamaño comedido y el complejo dial con tres subesferas.
Está animado por un cuarzo multifunción con una configuración pasada de moda para lo que se lleva actualmente (semana, mes e indicador 24 horas al estilo de un falso cronógrafo).
La corona y la tapa trasera son de rosca y la resistencia al agua es de 200 metros.
En la tapa trasera aparece la silueta del pez que ha dado nombre a toda una estirpe dentro de Casio.
El movimiento, como en la mayoría de analógicos, es un sencillo Citizen-Miyota con un nada desdeñable rango de precisión de 20 segundos al mes.
El módulo Miyota 6p27 se puede comprar suelto y nuevo por tan sólo 15 euros pero, en este tipo de compras, el intento de reparación forma parte de la diversión.
El problema de estos pequeños movimientos de cuarzo con tanta subesfera es que el desmontaje supera en dificultad al de un automático con doble calendario.
La avería consiste en que la corona no hace ninguna función. El reloj marcha pero no se puede ajustar la hora ni las subesferas y para acceder al remontaje hay que desarmar el 80% del reloj.
Después de tenerlo encajado y perfectamente operativo la corona dejaba de funcionar sin causa aparente por lo que tuve que repetir la operación media docena de veces y en cada una de de ellas la idea de un módulo nuevo por 15 euros se hacía más y más deseable.
Al final, la solución apareció por casualidad ya que la tija funcionaba sin pila y dejaba de hacerlo al insertarla.
La razón es que el resorte que sujeta la batería se ha doblado en algún cambio de pila y, al formar parte del tiret, desencajaba todo el conjunto al introducir la pila en su alojamiento.
Una prueba más de que también un simple cambio de pila tiene su ciencia.
Estoy encantado con la resurrección de este modesto Casio y, aunque sospecho que puede ser de los años 90, agradecería alguna orientación sobre su fecha de fabricación.
Saludos.
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