sinreferencias
Quasi-forer@
Sin verificar
Pues sí, me han atracado hace un rato, o al menos así me siento.
Un amigo (aún más manazas que yo) me había pedido que le pusiera unas correas a un par de relojes que se había comprado.
Lo había ido dejando pasar, y cuando el mencionado amigo me comentó que se iba a venir a por sus relojes me di cuenta de que no tenía pasadores "grandes"
Entre que era tarde y que me daba pereza ir a mi sitio "de confianza", acudí a una relojería que hay cerca de mi casa.
Después de explicar dos veces lo que quería (una a la dependienta, que no sabía de lo que le hablaba) y otra al "joyero", que se dignó salir a atenderme, y tras esperar un rato, me entregaron "el tesoro" y su factura:
Dos pasadores de 22mm.
Dos pasadores de 24mm.
¡CUATRO EUROS! ¡SEISCIENTAS SESENTA Y SEIS PESETAS!
Evidentemente, me la he envainado (tenía prisa), pero como es normal, en ese sitio no me van a volver a ver el pelo para nada.
La próxima vez que alguien me hable de los "pobres" joyeros de barrio, que tanto sufren por la crisis y por la competencia y porque somos malos y compramos por internet pensaré en la clavada de hace un rato y seguiré con lo mío.
Ya les vale.
Un amigo (aún más manazas que yo) me había pedido que le pusiera unas correas a un par de relojes que se había comprado.
Lo había ido dejando pasar, y cuando el mencionado amigo me comentó que se iba a venir a por sus relojes me di cuenta de que no tenía pasadores "grandes"
Entre que era tarde y que me daba pereza ir a mi sitio "de confianza", acudí a una relojería que hay cerca de mi casa.
Después de explicar dos veces lo que quería (una a la dependienta, que no sabía de lo que le hablaba) y otra al "joyero", que se dignó salir a atenderme, y tras esperar un rato, me entregaron "el tesoro" y su factura:
Dos pasadores de 22mm.
Dos pasadores de 24mm.
¡CUATRO EUROS! ¡SEISCIENTAS SESENTA Y SEIS PESETAS!
Evidentemente, me la he envainado (tenía prisa), pero como es normal, en ese sitio no me van a volver a ver el pelo para nada.
La próxima vez que alguien me hable de los "pobres" joyeros de barrio, que tanto sufren por la crisis y por la competencia y porque somos malos y compramos por internet pensaré en la clavada de hace un rato y seguiré con lo mío.
Ya les vale.