Quien posee un reloj de >1500€ es porque hambre, precisamente, no pasa.
Y si la pasa y lleva en la mano un reloj de 1500 euros, será porque asi lo desea. Preferirá escuchar el rugido de su estómago mientras admira la pieza en su muñeca, que anhelarla con la tripa llena. Muy respetable. Por lo del sarna con gusto y tal.
Pero no es lo usual. Y los prejuicios asoman tan pronto como te sales de lo usual. En uno y otro sentido, como bien apunta machacao. Al que lleva un Rolex le llamarán rico. Si se enteran de que lo lleva porque escatima en otras cosas, le tildarán de ostentoso. No quieras parecer lo que no eres, le dirán. Y si dice que es su hobbie, dirán que está chalado. Que es un tipo raro.
Y es que a la gente le encanta hablar. Sobre todo, si es para criticar actitudes o posiciones no compartidas... o por envidias.
A mi me ha sucedido algo similar con los vehículos. Una de mis pasiones es el deporte a motor. Coches, motos y en general cualquier cacharro con ruedas y gasolina. Durante años me he privado de otras cosas para poder adquirir el coche que quería y la moto que me gustaba. Desde el primer día he tenido que aguantar miradas y comentarios, que principalmente se han centrado en tres líneas:
1- De la gente que no me conoce: buah, míralo, qué pijo, con ese coche...
2- De la gente que me conoce un poco (y creen poder juzgarme por apariencias): pues no sé de dónde lo sacará, porque rico no es, que sé dónde trabaja. Igual es traficante.
3- De la gente que me conoce bien y sabe que me pluriempleo para pagarme los vicios y ahorro todo lo posible de otros gastos (a mi juicio) innecesarios: está tronado, trabaja 10horas al día y luego se lo gasta 300 euros en un día por rodar en circuito. Chalao, chalao.
Como no me importa el qué dirán y soy feliz haciendo lo que hago, y gastándome los cuartos donde yo quiero, sin pedirle nada a nadie, todo esto me es indiferente.
Más de uno debería aplicarse el cuento.