Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Nota: This feature may not be available in some browsers.
Qué belleza! Es casi como una fusión con un seamaster, no?
Gracias "spleen".Qué belleza! Es casi como una fusión con un seamaster, no?
Buenísimo. Me parece excelente elección. Me imagino que a pesar de ser automático, por montar el calibre que mencionas mantiene un perfil poco alto, no como los speedmasters automáticos tipo piggyback o basados en 7750, no?Gracias "spleen".
El Speedmaster Broad Arrow 1957, como seguramente sabrás, es el auto-homenaje de Omega al Speedmaster CK-2915, el primer Speedmaster de la historia, comercializado en el año 1957, ocho años antes del lanzamiento del primer "Speedmaster Professional".
Este 1957, que adquirí en el año 2012, monta un calibre automático Omega 3313 (Frederic Piguet colaboró en su génesis por encargo de Omega), tiene certificado COSC y escape coaxial, WR-10bar, aunque lógicamente no huele el agua salvo para limpiarlo de vez en cuando con agua y jabón neutro con mucho cuidado (tampoco sumerjo los Seamaster, aunque hayan nacido para eso), hasta ahora va perfecto, toco madera.
El original CK-2915 (que lógicamente era de remonte manual, puesto que en esa época no había calibres de cronógrafos automáticos) fue el primer crono con bisel taquimétrico externo en acero, y a partir de él vinieron todos los demás. El 1957 mantiene la disposición de diales del CK-2915, las agujas con la forma tan característica, la horaria en punta de flecha ancha y las proporciones generales. Con 42mm, es un poco más grande que el original CK-2915 (que era de 39mm.) y las asas están bastante más trabajadas y con un excelente contraste de zonas cepilladas y pulidas (las del CK-2915 eran rectas), la caja es asimétrica con mayor tamaño en el lateral derecho para proteger la corona y pulsadores (el CK-2915 era completamente circular, simétrico y no gozaba de esta protección). Por lo demás, el 1957 es, prácticamente, la reencarnación del primer Speedmaster de la historia. Este modelo tiene la esfera en un tono plata perla suave en la zona circular central con textura de arenado muy fino y la corona circular exterior de textura pulida, en un tono silver algo más subido (existe una versión de esfera en negro con agujas e índices rodiados, pero a mí me pareció más bonita esta, además, se ve mucho mejor la hora), sobre la que descansan los índices pavonados en color azul cobalto con diferentes tonos en función del ángulo de incidencia de la luz, desde un azul muy oscuro, a veces casi negro, hasta un azul más claro que aparenta una fosforescencia casi eléctrica, las agujas también son azules y con superluminova y tiene también un puntito de superluminova sobre cada uno de los índices salvo en el de las 12 que tiene dos puntitos bajo el índice. Y con doble zafiro de serie, que deja ver el fondo con la agradable decoración de su calibre.
Es un reloj atemporal, bastante elegante para tratarse de un reloj deportivo, seguramente por el excelente diseño de aspecto vintage, que jamás pasará de moda (y aunque no sea lo más apropiado por tratarse de un cronógrafo, se puede poner con traje con mucha más autoridad que un diver).
Que voy a decir yo, el Broad Arrow 1957, es un Speedmaster genuino, un cronógrafo de pura raza, fiel a sus orígenes, aunque no lleve el apellido de "Professional."
Cuando fui a comprarlo no tenía límite de presupuesto por lo que me probé casi todos los modelos del Speedmaster en acero que había en la boutique del CI de Castellana, tanto de remonte manual, como automáticos; disfruté de lo lindo aquella tarde y al final me llevé este 1957 que ya tenía previamente en el punto de mira. Estoy encantado con él, aunque ya se sabe que en gustos estéticos cada uno tiene los suyos y eso siempre es muy respetable.
Saludos.
Creo que acerté, pero seguro que cualquiera de los otros modelos de Speedmaster que hubiera podido elegir me habría dado igualmente grandes satisfacciones, son todos tan interesantes que es imposible fallar. Este modelo con calibre 3313 tiene ciertamente una altura moderada, no es nada "cabezón", se asienta muy bien en la muñeca, resulta muy cómodo y no es destroza-camisas. No es mi intención venderlo, pero como nunca se sabe lo que nos deparará el destino, si alguna vez por lo que sea decido lo contrario, como percibo que te gusta bastante, no voy a tener más remedio que darte derecho de tanteo. Soy muy cuidadoso (reconozco que tengo un TOC) y como va muy fino y muy regular, todavía no ha pasado por el servicio técnico de Omega (donde te lo arreglan por dentro, a veces, y te lo destrozan por fuera, casi siempre, lo sé por el Aqua Terra cuarzo de mi mujer), por eso lo tengo impecablemente conservado, ni un rasguño...😀Buenísimo. Me parece excelente elección. Me imagino que a pesar de ser automático, por montar el calibre que mencionas mantiene un perfil poco alto, no como los speedmasters automáticos tipo piggyback o basados en 7750, no?
Gracias por detallar el modelo con esa exactitud.Un placer leer estos hilos.Gracias "spleen".
El Speedmaster Broad Arrow 1957, como seguramente sabrás, es el auto-homenaje de Omega al Speedmaster CK-2915, el primer Speedmaster de la historia, comercializado en el año 1957, ocho años antes del lanzamiento del primer "Speedmaster Professional".
Este 1957, que adquirí en el año 2012, monta un calibre automático Omega 3313 (Frederic Piguet colaboró en su génesis por encargo de Omega), tiene certificado COSC y escape coaxial, WR-10bar, aunque lógicamente no huele el agua salvo para limpiarlo de vez en cuando con agua y jabón neutro con mucho cuidado (tampoco sumerjo los Seamaster, aunque hayan nacido para eso), hasta ahora va perfecto, toco madera.
El original CK-2915 (que lógicamente era de remonte manual, puesto que en esa época no había calibres de cronógrafos automáticos) fue el primer crono con bisel taquimétrico externo en acero, y a partir de él vinieron todos los demás. El 1957 mantiene la disposición de diales del CK-2915, las agujas con la forma tan característica, la horaria en punta de flecha ancha y las proporciones generales. Con 42mm, es un poco más grande que el original CK-2915 (que era de 39mm.) y las asas están bastante más trabajadas y con un excelente contraste de zonas cepilladas y pulidas (las del CK-2915 eran rectas), la caja es asimétrica con mayor tamaño en el lateral derecho para proteger la corona y pulsadores (el CK-2915 era completamente circular, simétrico y no gozaba de esta protección). Por lo demás, el 1957 es, prácticamente, la reencarnación del primer Speedmaster de la historia. Este modelo tiene la esfera en un tono plata perla suave en la zona circular central con textura de arenado muy fino y la corona circular exterior de textura pulida, en un tono silver algo más subido (existe una versión de esfera en negro con agujas e índices rodiados, pero a mí me pareció más bonita esta, además, se ve mucho mejor la hora), sobre la que descansan los índices pavonados en color azul cobalto con diferentes tonos en función del ángulo de incidencia de la luz, desde un azul muy oscuro, a veces casi negro, hasta un azul más claro que aparenta una fosforescencia casi eléctrica, las agujas también son azules y con superluminova y tiene también un puntito de superluminova sobre cada uno de los índices salvo en el de las 12 que tiene dos puntitos bajo el índice. Y con doble zafiro de serie, que deja ver el fondo con la agradable decoración de su calibre.
Es un reloj atemporal, bastante elegante para tratarse de un reloj deportivo, seguramente por el excelente diseño de aspecto vintage, que jamás pasará de moda (y aunque no sea lo más apropiado por tratarse de un cronógrafo, se puede poner con traje con mucha más autoridad que un diver).
Que voy a decir yo, el Broad Arrow 1957, es un Speedmaster genuino, un cronógrafo de pura raza, fiel a sus orígenes, aunque no lleve el apellido de "Professional."
Cuando fui a comprarlo no tenía límite de presupuesto por lo que me probé casi todos los modelos del Speedmaster en acero que había en la boutique del CI de Castellana, tanto de remonte manual, como automáticos; disfruté de lo lindo aquella tarde y al final me llevé este 1957 que ya tenía previamente en el punto de mira. Estoy encantado con él, aunque ya se sabe que en gustos estéticos cada uno tiene los suyos y eso siempre es muy respetable.
Saludos.