osrever
Milpostista
Sin verificar
O lo que podría ser muy parecido... una pieza cuya escritura, diseño e historia se ajusten perfectamente a nuestro gusto.
Muchas veces tenemos plumas muy bonitas, muy caras o muy especiales, pero no llegamos a usarlas todo lo que deberíamos porque no terminan de escribir como a nosotros nos gusta. En otros caso, pasa todo lo contrario, tenemos plumas que escriben muy bien, muy a nuestro gusto, pero luego se trata de piezas que se pueden comprar por más o menos dinero en cualquier papelería. Para muchos aficionados ya esto sería suficiente, pero en el mundo de las plumas y los tinteros algunos amantes de la escritura le pedimos mucho más a una pluma, casi le pedimos que tenga alma.
Mi pluma perfecta debe ser antigua, pero ser totalmente funcional. Al mismo tiempo me gusta que la forma en que llegó hasta mí tenga algo de especial o que haya algún detalle en la pieza que la haga diferente al las demás. Por otra parte, tiene que escribir como a mí me gusta que es algo muy difícil de describir pero que se nota cuando apoyas la punta del plumín sobre la hoja en blanco y empiezas a ver cómo se desliza sobre el papel y las formas y texturas que se van creando mientras escribes.
En este momento, creo que mi pluma más especial es esta Pelikan 100 de 1938 que ha restaurado hace poco jorgerp1. Tiene un plumín OF semiflexible realizado en paladio que ajusta perfectamente a mi escritura, es un modelo emblemático de la marca y además está muy bien conservada. Tras pasar por las manos de Jorge se ha convertido en una pieza especial para mí ya que hacía mucho que buscaba este modelo y además resulta que la puedo usar a diario en el trabajo.
Sin embargo, tengo una Pilot Custom 912, que es muy bonita, con un tamaño apropiado y además el plumín tallado en stub también por Jorge, pero no me termina de llenar, me obligo a usarla porque por todo es una muy buena pluma a la que no le encuentro ningún defecto... Sólo que no tiene alma. Escribe bien, pero no me llega.
Os dejo una prueba de escritura y una foto de la pieza.
Muchas veces tenemos plumas muy bonitas, muy caras o muy especiales, pero no llegamos a usarlas todo lo que deberíamos porque no terminan de escribir como a nosotros nos gusta. En otros caso, pasa todo lo contrario, tenemos plumas que escriben muy bien, muy a nuestro gusto, pero luego se trata de piezas que se pueden comprar por más o menos dinero en cualquier papelería. Para muchos aficionados ya esto sería suficiente, pero en el mundo de las plumas y los tinteros algunos amantes de la escritura le pedimos mucho más a una pluma, casi le pedimos que tenga alma.
Mi pluma perfecta debe ser antigua, pero ser totalmente funcional. Al mismo tiempo me gusta que la forma en que llegó hasta mí tenga algo de especial o que haya algún detalle en la pieza que la haga diferente al las demás. Por otra parte, tiene que escribir como a mí me gusta que es algo muy difícil de describir pero que se nota cuando apoyas la punta del plumín sobre la hoja en blanco y empiezas a ver cómo se desliza sobre el papel y las formas y texturas que se van creando mientras escribes.
En este momento, creo que mi pluma más especial es esta Pelikan 100 de 1938 que ha restaurado hace poco jorgerp1. Tiene un plumín OF semiflexible realizado en paladio que ajusta perfectamente a mi escritura, es un modelo emblemático de la marca y además está muy bien conservada. Tras pasar por las manos de Jorge se ha convertido en una pieza especial para mí ya que hacía mucho que buscaba este modelo y además resulta que la puedo usar a diario en el trabajo.
Sin embargo, tengo una Pilot Custom 912, que es muy bonita, con un tamaño apropiado y además el plumín tallado en stub también por Jorge, pero no me termina de llenar, me obligo a usarla porque por todo es una muy buena pluma a la que no le encuentro ningún defecto... Sólo que no tiene alma. Escribe bien, pero no me llega.
Os dejo una prueba de escritura y una foto de la pieza.
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