Sigo sin verme con un Panerai. No es que haya solicitado una entrevista, es que a veces, cuando los veo en el escaparate del CO me parecen la antítesis del reloj. Cuando marcho inevitablemente tengo que dar marcha atrás y volver a mirarlos. Entonces comienza a cambiar mi apreciación sobre ellos, pero sin llegar a gustarme como para adquirir uno. No me dilapides ya, me refiero a mi forma de ver estas máquinas, así que, si no te importa, sigue leyendo.
Sé que en cuestión de gustos no hay muchas coincidencias, pero creo que si hay unas bases que regulan los cánones o estándares de cualquier cosa, y los relojes no son una excepción. La pregunta sería ¿hay cánones específicos de cómo debe ser un reloj? Algo habrá pero si nexisten, como las reglas, pero como en muchas otras cosas, para eso están para saltárselas.
Será cuestión de seguir mirando escaparates a ver si mi, para algunos, deformado gusto se va acostumbrando a los tales, los Pam. Por aquello de que de las repetición de costumbres nacen las normas. Creo que lo llaman derecho consuetudinario.... Joer, ya ves tú hasta donde me ha llevado un Pam, habré de tenerlo en cuenta.
Os ruego disculpas por escribir tanto para decir tan poco y además bastante insustancial para el conjunto.
Saludos, buenas navidades y a ver si encuentro alguna póliza para timbrar la carta que echaré a los Magos. ¿Llevará un ruego para ver de lograr el milagro de.... no sigo, que me meto en camisa de once varas.