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Mulleras
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Buenos días.
¿Se acuerdan qué les dije que la Parker Vacumatic tenía el tercer turno para abandonar LCDLD? Pues aquí les muestro la que tienen todos los números para ser la primera.
Se trata de una S.T. Dupont Fidelio con plumín de oro de 14k y punto B (o BB, no estoy seguro). Entre el trazo de spray y el flujo de tinta, pude regar con ella mi parcela tres o cuatro veces antes de modificarle el plumín. Era algo exagerado.
Así que tirando de otro de mis amigos (¡cómo no!) la hicimos (la hizo) stub. Pero aún así, sin tener ese trazo exagerado y ya con un flujo contenido, es una pluma que no me gusta nada usar.
El plumín carece de esa suavidad que me gusta tanto, pero eso se soluciona bien puliendo, a espejo, los iridios. Tiene muchos otros aspectos que no me gustan nada. Es una estilográfica muy pesada y al poco rato de estar escribiendo no es que moleste, es que duele la mano. El tapón, aunque cierra perfectamente, gira con suma facilidad. No se sale, pero me molesta mucho.
Y es fea de narices. Una pluma ideal para cargarla con el aburrido azul-negro. Aburrida cual discurso del ministro Illa.
La compré mediante un anuncio en Milanuncios y la transacción fue en mano. Venía con toda su dotación y creo que pague por ella 60 euros. Siempre me he arrepentido de ello. No siempre salen bien las cosas.
Creo que la terminología técnica referida a estos aspectos de la pluma es que es una reverenda mierda y en cuanto tenga la más mínima ocasión se la endiño a otro que piense que merece una oportunidad. Pero, vamos, ¡en cero coma!
Para el borrador que ven en la foto, he querido castigarla con la tinta J. Herbin Vert Prè, que manda huevos también el color. Pero que yo tenga un tintero de esta tinta tiene su historia (tengo que para porque me duele mucho la mano).
En mis albores plumeriles me hice con todas las Jinhao que salieron al mercado. Una de cada modelo y de cada color. Pues bien, una de ellas era de este mismo verde y como mi manía de entonces era de que cada pluma escribiera con tinta del mismo color que ella, pues ahí lo tienen. Hacía muchos años que no lo usaba y ahora, pues no me parece tan feo este verde. Tiene su gracia.
El papel, hasta terminarlo, es el Rhodia Nº 16 que llevo usando estos días. Un papel cojonudo y, en esta ocasión, totalmente desaprovechado con esta castaña de Dupont.
Lo único aprovechable de este borrador será que tendré otro mensaje más para llegar a los 100 que necesito para librarme de esta pluma.
Por cierto. Mi mujer es enfermera de noche en un gran hospital público de Barcelona y cada mañana viene deshecha de tratar a pacientes de coronavirus DE TODAS LAS EDADES, así que, por favor, cuídense mucho y cuiden de los demás. No se hacen ustedes una idea. Un saludo y muchas gracias.
¿Se acuerdan qué les dije que la Parker Vacumatic tenía el tercer turno para abandonar LCDLD? Pues aquí les muestro la que tienen todos los números para ser la primera.
Se trata de una S.T. Dupont Fidelio con plumín de oro de 14k y punto B (o BB, no estoy seguro). Entre el trazo de spray y el flujo de tinta, pude regar con ella mi parcela tres o cuatro veces antes de modificarle el plumín. Era algo exagerado.
Así que tirando de otro de mis amigos (¡cómo no!) la hicimos (la hizo) stub. Pero aún así, sin tener ese trazo exagerado y ya con un flujo contenido, es una pluma que no me gusta nada usar.
El plumín carece de esa suavidad que me gusta tanto, pero eso se soluciona bien puliendo, a espejo, los iridios. Tiene muchos otros aspectos que no me gustan nada. Es una estilográfica muy pesada y al poco rato de estar escribiendo no es que moleste, es que duele la mano. El tapón, aunque cierra perfectamente, gira con suma facilidad. No se sale, pero me molesta mucho.
Y es fea de narices. Una pluma ideal para cargarla con el aburrido azul-negro. Aburrida cual discurso del ministro Illa.
La compré mediante un anuncio en Milanuncios y la transacción fue en mano. Venía con toda su dotación y creo que pague por ella 60 euros. Siempre me he arrepentido de ello. No siempre salen bien las cosas.
Creo que la terminología técnica referida a estos aspectos de la pluma es que es una reverenda mierda y en cuanto tenga la más mínima ocasión se la endiño a otro que piense que merece una oportunidad. Pero, vamos, ¡en cero coma!
Para el borrador que ven en la foto, he querido castigarla con la tinta J. Herbin Vert Prè, que manda huevos también el color. Pero que yo tenga un tintero de esta tinta tiene su historia (tengo que para porque me duele mucho la mano).
En mis albores plumeriles me hice con todas las Jinhao que salieron al mercado. Una de cada modelo y de cada color. Pues bien, una de ellas era de este mismo verde y como mi manía de entonces era de que cada pluma escribiera con tinta del mismo color que ella, pues ahí lo tienen. Hacía muchos años que no lo usaba y ahora, pues no me parece tan feo este verde. Tiene su gracia.
El papel, hasta terminarlo, es el Rhodia Nº 16 que llevo usando estos días. Un papel cojonudo y, en esta ocasión, totalmente desaprovechado con esta castaña de Dupont.
Lo único aprovechable de este borrador será que tendré otro mensaje más para llegar a los 100 que necesito para librarme de esta pluma.
Por cierto. Mi mujer es enfermera de noche en un gran hospital público de Barcelona y cada mañana viene deshecha de tratar a pacientes de coronavirus DE TODAS LAS EDADES, así que, por favor, cuídense mucho y cuiden de los demás. No se hacen ustedes una idea. Un saludo y muchas gracias.