rgil
Milpostista
Sin verificar
Una tontería.
Este reloj lo compré hecho migas, le faltan la tapa trasera, el aro con el bisel para el cristal y otras cosas, pero estas desgracias no le impiden funcionar (es increíble).
Aún tiene otra avería que me llamó la atención.
El cuadrante estaba medio suelto.
La avería es el resultado de un fallo muy tonto.
De los dos tornillos prisioneros que sujetan las patas del cuadrante, uno de ellos debió de perderse, y fue sustituido por otro que tiene su extremo recto.
Nunca me paré a pensar en que el extremo de ese tornillo, terminado en punta o en recto, tuviese tanta importancia.
Las patas del cuadrante son muy cortas y en una de ellas, la muesca donde deben sujetar el tornillo, esta demasiado al borde. Por tanto, el tornillo recto no llega a sujetarla.
La reparación que se me ocurrió es muy rapida y facil.
Lo primero es sustituir el tornillo recto por otro terminada en punta. Encuentro, en mi caja de tornillos viejos, uno apropiado, con la cabeza un poco más grande, pero que entra bien.
Aun así, pienso que la sujeción será muy débil, y prefiero recomponer el extremo de la pata con soldadura de estaño. Esta reparación es muy sencilla, el estaño suelda a una temperatura tan baja que no alterara la estética del cuadrante, tampoco hay peligro de desoldar la pata (que están soldadas con soldadura mas fuerte, de plata).
La única precaución para que soldar sea fácil, es usar pasta de soldar (u otro limpiador) y calentar lo suficiente la pieza.
Sin usar pasta, solo con el estaño, este no se pega al metal, es como el agua sobre una superficie aceitosa, se repelen, solo se consigue dejar pelotitas de estaño sobre el metal, que no están adheridas, y que se sueltan a la menor presión.
En cambio, con la pasta untada en la superficie a soldar, en cuanto esta lo suficientemente caliente la pieza, es como si succionara el estaño, y queda perfectamente adherido.
Otra precaución, la pasta es corrosiva y hay que limpiar muy bien las piezas, despues de soldar. La que yo uso, debe de ser muy lévemente corrosiva, ya que nunca he tenido problemas con la piel, pero es mejor leer bien el prospecto y extremar las precauciones.
La cantidad de pasta que hay que poner, es ínfima, la menor posible. El bote de la foto, tiene más de 30 años, (y seguramente lo tenga que dejar a mis herederos)
Algunas imágenes de las patas con su “sombrerito de estaño”. Si hubiese necesitado alargar la pata mas trozo, habría que haber soldado una varilla, pero como es muy poco, solo con el estaño, será suficiente.
Después, hay que limarlo un poco, para quitar esa punta tan poco agraciada.
La primera vez que se aprieta el prisionero, este marcará a la pata, por tanto, es importante que el cuadrante este bien apretado en su posición, y por supuesto, bien puesto, pue bien...
En la última foto (es de la pata que estaba mal) se observa que hay dos muescas distintas en la pata. La explicación es sencilla.
“Mea culpa”.
Cuando monte el cuadrante en la pletina, por descuido, lo puse girado 180º, las 9 en la posición de las 3, el cuadrante queda escandalosamente descentrado, pero no me di cuenta hasta después de apretar el prisionero.
Así hice una marca que no debía de estar allí. Hubiera debido de volver a soldar, para quitarla, pero, ya había recogido todos los trastos, y me dio pereza.
Además, las dos marcas están separadas, y no se interfieren.
Por cierto, después de limpiar el cuadrante, se borraron las marcas de 5 segundos, la marca del reloj ya estaba borrada de antes, pero queda mucho más atractivo.
Seria estupendo saber fabricarle el bisel y la tapa.
Hasta la proxima
Este reloj lo compré hecho migas, le faltan la tapa trasera, el aro con el bisel para el cristal y otras cosas, pero estas desgracias no le impiden funcionar (es increíble).
Aún tiene otra avería que me llamó la atención.
El cuadrante estaba medio suelto.
La avería es el resultado de un fallo muy tonto.
De los dos tornillos prisioneros que sujetan las patas del cuadrante, uno de ellos debió de perderse, y fue sustituido por otro que tiene su extremo recto.
Nunca me paré a pensar en que el extremo de ese tornillo, terminado en punta o en recto, tuviese tanta importancia.
Las patas del cuadrante son muy cortas y en una de ellas, la muesca donde deben sujetar el tornillo, esta demasiado al borde. Por tanto, el tornillo recto no llega a sujetarla.
La reparación que se me ocurrió es muy rapida y facil.
Lo primero es sustituir el tornillo recto por otro terminada en punta. Encuentro, en mi caja de tornillos viejos, uno apropiado, con la cabeza un poco más grande, pero que entra bien.
Aun así, pienso que la sujeción será muy débil, y prefiero recomponer el extremo de la pata con soldadura de estaño. Esta reparación es muy sencilla, el estaño suelda a una temperatura tan baja que no alterara la estética del cuadrante, tampoco hay peligro de desoldar la pata (que están soldadas con soldadura mas fuerte, de plata).
La única precaución para que soldar sea fácil, es usar pasta de soldar (u otro limpiador) y calentar lo suficiente la pieza.
Sin usar pasta, solo con el estaño, este no se pega al metal, es como el agua sobre una superficie aceitosa, se repelen, solo se consigue dejar pelotitas de estaño sobre el metal, que no están adheridas, y que se sueltan a la menor presión.
En cambio, con la pasta untada en la superficie a soldar, en cuanto esta lo suficientemente caliente la pieza, es como si succionara el estaño, y queda perfectamente adherido.
Otra precaución, la pasta es corrosiva y hay que limpiar muy bien las piezas, despues de soldar. La que yo uso, debe de ser muy lévemente corrosiva, ya que nunca he tenido problemas con la piel, pero es mejor leer bien el prospecto y extremar las precauciones.
La cantidad de pasta que hay que poner, es ínfima, la menor posible. El bote de la foto, tiene más de 30 años, (y seguramente lo tenga que dejar a mis herederos)
Algunas imágenes de las patas con su “sombrerito de estaño”. Si hubiese necesitado alargar la pata mas trozo, habría que haber soldado una varilla, pero como es muy poco, solo con el estaño, será suficiente.
Después, hay que limarlo un poco, para quitar esa punta tan poco agraciada.
La primera vez que se aprieta el prisionero, este marcará a la pata, por tanto, es importante que el cuadrante este bien apretado en su posición, y por supuesto, bien puesto, pue bien...
En la última foto (es de la pata que estaba mal) se observa que hay dos muescas distintas en la pata. La explicación es sencilla.
“Mea culpa”.
Cuando monte el cuadrante en la pletina, por descuido, lo puse girado 180º, las 9 en la posición de las 3, el cuadrante queda escandalosamente descentrado, pero no me di cuenta hasta después de apretar el prisionero.
Así hice una marca que no debía de estar allí. Hubiera debido de volver a soldar, para quitarla, pero, ya había recogido todos los trastos, y me dio pereza.
Además, las dos marcas están separadas, y no se interfieren.
Por cierto, después de limpiar el cuadrante, se borraron las marcas de 5 segundos, la marca del reloj ya estaba borrada de antes, pero queda mucho más atractivo.
Seria estupendo saber fabricarle el bisel y la tapa.
Hasta la proxima
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