P
PET
Habitual
Sin verificar
Os voy a contra una historia completamente real de una familia de Cantabria, que me ha llamado mucho la atención, y que he conocido por los periódicos. No se si tiene moraleja, pero de tenerla sería que el dinero no da la felicidad.
Una familia feliz de la localidad de Reinosa, tenía un hijo varón llamado Alfonso, y vivían de su trabajo en el comercio familiar, una ferretería que se llamaba La Llave. Al cabo de unos años, falleció un pariente mejicano muy rico que los nombró herederos a los hermanos Cayón (padre y tío del chico). Tiempo después, y completamente montados en el dolar, tuvieron un accidente de tráfico en las Hoces de Bárcena (una carretera muy peligrosa de Cantabria). Falleció el padre, la madre quedó herida, murió la institutriz y el niño quedó herido y heredaba una inmensa fortuna.
Las relaciones entre la madre y el niño se fueron deteriorando con el tiempo, y la custodia se la dieron a la abuela paterna. En el año 1996 el chico, Alfonso, apareció ejecutado con tres tiros en la cabeza en un bosque cerca de Santander. Tiempo después, el tío del niño y hermano de su padre apareció muerto en un hotel en Méjico.
La muerte del chico aún no se ha esclarecido, es decir, que ya nunca se sabrá lo ocurrido.
Hoy aparece la historia en la pg 12 del Diario Montañés.
Una familia feliz de la localidad de Reinosa, tenía un hijo varón llamado Alfonso, y vivían de su trabajo en el comercio familiar, una ferretería que se llamaba La Llave. Al cabo de unos años, falleció un pariente mejicano muy rico que los nombró herederos a los hermanos Cayón (padre y tío del chico). Tiempo después, y completamente montados en el dolar, tuvieron un accidente de tráfico en las Hoces de Bárcena (una carretera muy peligrosa de Cantabria). Falleció el padre, la madre quedó herida, murió la institutriz y el niño quedó herido y heredaba una inmensa fortuna.
Las relaciones entre la madre y el niño se fueron deteriorando con el tiempo, y la custodia se la dieron a la abuela paterna. En el año 1996 el chico, Alfonso, apareció ejecutado con tres tiros en la cabeza en un bosque cerca de Santander. Tiempo después, el tío del niño y hermano de su padre apareció muerto en un hotel en Méjico.
La muerte del chico aún no se ha esclarecido, es decir, que ya nunca se sabrá lo ocurrido.
Hoy aparece la historia en la pg 12 del Diario Montañés.