Querido D.Luis,
Uno que es afortunado por muchas cosas, creía que su buen apetito me estaba permitiendo ser afortunado una vez más y que la bella camarera intentaba ligar conmigo. De hecho medité unos instantes en cambiar el vuelo a la noche y quedarme a comer, por si la cosa iba a mayores y de afortunado pasaba a extremamente afortunado. Y todo era una estratagema de usted,...menos mal que me entró el sentido común y no hice el mayor de los ridículos,jajajaja...
Es verdad lo que dice, en España soy el brasileño y en Brasil el español. Entre dos aguas, ni de aquí ni de allá. Uno que lleva ya una larga temporada fuera de su casa llega a una conclusión. Tengo dos casas,jajaja. Una con olor a azahar y otra con olor a Ipê, ni mejores ni peores, con sus peculiaridades y diferencias. Y que sigan así, cada una de una manera, si no el mundo seria muy aburrido,... menos mal que hay muchos colores.
Al amigo Carlos le llevo su regalo. No lo enseño hasta que él lo reciba, que si no se impacienta...jajaja Le mandaré una foto del evento, con un arroz de por medio que la ocasión lo merece.
Le comento que realicé una peligrosa operación en Aeroparque y reubiqué las agujas en las cartulinas. Llegaron las 3 perfectas, seguro que el 381 queda de cine.
Muchas gracias por todo D.Luis, me alegré mucho de verlo mejorado y me lo pasé estupendamente.
Y cuidado con las medias Lunas que usted se pierde con ellas,jajaja...
Un fuerte abrazo.
Juan