En primer lugar, mostraros mi profundo agradecimiento a todas y cada una de vuestras respuestas.
Por otra parte, tal y como os he mencionado, todos los relojes tienen un componente sentimental muy profundo. Por ejemplo, el Breitling Chrono Avenger es ese reloj que miraba casi todos los días desde el cristal del escaparate y que honestamente, pueda ser mejor o peor pieza desde el punto de vista técnico, para mí es mi reloj soñado. Me lo suelo poner a diario y cuando lo miro, sé que jamás me desprenderé de él. Algo parecido me ha ocurrido con el Speedmaster Coaxial (3313). Un reloj debe de transmitir desde el primer instante que se instala en la muñeca. Es absolutamente increíble y sinceramente, no puedo parar de mirarlo. Absolutamente bello y equilibrado. He tenido la oportunidad de probarme así mismo el Speedmaster Pro, pero y perdonadme todos y cada uno de los que en realidad sabéis de ésto por lo que voy a decir
, las sensaciones fueron muy diferentes.
Quizá en la terna el P.O (bisel naranja y 45,5 mm) pudiera estar relegado a una posible venta - por el hecho de que un diver sustituya a otro- junto con el resto, pero el esfuerzo sería absolutamente demoledor y a muchos años vista.
Tras el componente sentimental, aparece el racional y no dejo de pensar que quizá y tan sólo quizá, algún día mi hij@ pudiera disfrutar de algo tan imperecedero, atemporal y con un indiscutible valor como a día de hoy sólo promete Rolex.
Difícil, muy difícil, como decía un compañero más arriba, yo tampoco querría estar en esta situación.
El Submariner cerámico no date, que es mi elección, he tenido la oportunidad de probármelo una sola vez y por desgracia, no mucho tiempo. No puedo extraer conclusiones, hablar de su belleza es algo obvio. Quizá los que lo tengáis podríais transmitirme cuáles son vuestras sensaciones. En ese tamaño y similares características, tuve un Seamaster 300 M de color negro y creo que las puestas no llegaron a 3.
Un fuerte abrazo.