Mi recomendación iría por otro lado: Si quieres un coche fiable, duro y que no se rompa, mira el Toyota Prius. Es un comcepto diferente, pero un gran coche en su conjunto.
Si se te queda pequeño, y tiene que ser de gasoil, 4 son las marcas más fiables: Mercedes, Mazda, Subaru y Honda. Toyota es muy fiable, pero ha tenido muy serios problemas con los inyectores en los motores 2.0 y 2.2 D4D, en todas sus variantes. Mazda, parece que ha aprendido de sus errores, y hace coches muy pero que muy buenos. Honda ha logrado un motor redondo con su 2.2, y Subaru lo ha bordado con su 2.0 boxer.
De todas formas, yo haría una serie de recomendaciones serias a todos aquellos que tengamos un turbodiesel:
-Tratar suavemente la mecánica en frio, para evitar desgastes innecesarios en el Turbo y el resto del motor.
-Al parar, dejar el coche al ralentí durante al menos un minuto, y 5 minutos (si, 5 minutos) si la parada se produce para repostar en autopista tras un viaje largo y rápido o tras haber bajado un puerto de montaña (los gases de escape salen muy rápido en retención, y el turbo se calienta una barbaridad en bajadas pronunciadas). Todo ésto asegurará la fiabilidad del turbo.
-Cambiar el filtro del aire cada 20000 Km, aunque la marca diga una cifra superior.
-Cambiar aceite y filtro máximo a los 10000 Km y usar aceite sintético de calidad.
-No das acelerones fuertes en vacío (en punto muerto), sobre todo con la mecánica fria y/o en coches con muchos Km. a sus espaldas (riesgo de avería muy seria...).
-Cambiar cada el filtro de combustible máximo a los 25000 Km.
-No pisar a fondo, especialmente en marchas largas y a bajas revoluciones; los turbodiesel actuales están muy "apretados". Se obtienen potencias de más de 100Cv con motores de 1,6 l., y de más de 140 con motores de 2 l. Eso supone que los turbos están tarados a una sobrepresión muy elevada, y que si no se han dimensionado y construido las piezas con la calidad necesaria, corremos serios riesgos de sufrir una perforación de la junta de la culata, rajas en la culata, etc... Averías de + de 3000€, y que en algún caso suponen incluso la sustitución del bloque motor.
-No someterlos a fuertes reducciones ni a subidas de vueltas excesivas. Cambiar como norma general sobre las 2500-2750 rpm. (no debemos temer llegar a 3000-3500 en caso necesario, pero mejor no pasar de ahí) y acelerar con decisión.
-No practicar eso denominado como "conducción ecológica": Si metemos 4ª a 40 o 50 km/h en un turbodiesel moderno, nos encontraremos que en muchos casos iremos por debajo de 1500 rpm. Si necesitamos un suplemento de potencia, no llegará rápido por mucho que pisemos a fondo. Además, esto generará carbonilla que se irá depositando en todos los rincones del motor, turbo incluido, con el consiguiente peligro de rotura del mismo. Mantener el conche entre las 1700 y 2500-2750 rpm.
-Recordar que no son coches de gasolina: Son los perfectos viajeros en autopista, por su respuesta y par de empuje, pero debemos olvidarnos de las aceleraciones fulgurantes; mejor ganar velocidad con decisión pero sin forzar la mecánica, y cambiar de marcha en el momento oportuno.
Si hacemos esto, nuestro turbodiesel (no olvidemos que son las mecánicas más delicadas actualmente por su alta carga tecnológica, electrónica, presión y dilatación a la que se ven sometidas sus diferentes partes mecánicas,...) tendrá, con suerte, una larga vida por delante libre de problemas mecánicos.
Las marcas comenzaros a mediados de los ´90 una guerra por la subida de potencia de las mecánicas diesel, pero abandonando la fiabilidad de antaño. Con la tecnología de hoy en día, sería posible construir un 2.0 de 110-120 Cv fiable, parco en consumos y suficientemente rápido, pero lo que el gran público demanda son potencias de entre 140-170Cv para esa cilindrada, y eso supone montar un turbo grande, un intercooler muy generoso y tarar el sistema a una alta presión, que no va acompañada de la calidad de materiales exigida para hacer, como antaño, 500000 Km sin abrir el motor. Se puede llegar a esa cifra e incluso superarla, pero para ello no hay que escatimar en mantenimiento, conducir de forma responsable y suave, y tener suerte (como el coche salga rana, no hay nada que hacer... y en eso da igual la marca; si sale malo, lo mejor es venderlo y comprar otro, aunque sea de 2ª mano, porque puede llegar a ser nuestra ruina...).