Buscaba una tinta muy negra y leí que la Onyx Black era lo más de lo más, así que me hice con un tintero.
Ya me llegó mal cerrado y me puse perdida al sacarlo de la caja. En fin, que lo limpié y como vi que la tinta era espesa a más no poder, cargué una Lambitou con plumín F. Pero bueno, como la tinta iba bien, me arriesgué y la puse en una Montblanc con plumin M, disfrutando de ambas durante unas semanas, a las que empecé a notar que la cosa ya no iba tan bien. A las dos plumas les costaba arrancar la escritura, y llegó un punto en que con tener la pluma levantada dos segundos, a la que volvía a escribir, la tinta no bajaba.
Y por si fuera poco, no he tenido en las manos un tintero más sucio y que te manchas más con él, que este de Diamine. Pensé en diluirla, como he leído que se aconseja en aportes anteriores, pero la verdad, estaba tan fastidiada con lo sucio del tintero que ya ni ganas tuve de hacer inventos.
El asunto ha terminado desechando el tintero y dejando las dos plumas dos días en agua con la consabida gota de fairy. Las dos, las he cargado con Mistery Black de Montblanc y van la mar de bien. Es más, la Lambitou la he tenido dos semanas sin usar y en vertical, y al cogerla ha escrito a la primera.