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Forer@ Senior
Sin verificar
- La compañía busca reducir el suministro de piezas a terceros
- Es propietaria de una veintena de marcas y 150 fábricas
Desde este año y con la bendición de las autoridades de la competencia, el primer fabricante mundial puede reducir hasta un 30% el abastecimiento a terceros lo que obliga a la competencia a ponerse las pilas.
Corría la década de los 70, cuando los relojes digitales 'made in Japan', con Seiko y Citizen a la cabeza, irrumpieron en el mercado debilitando el más laborioso y menos económico 'made in Swiss'.
Fue un consultor libanés de nombre Nicolas Hayek quien encontró la solución: crear una única fábrica para proveer a toda la industria del país. En 1983 constituye Swatch y dos años después compra las deficitarias SSIH (Omega y Tissot) y Asuag (Longines, Rado, Certina) y se forma el actual grupo.
Pero ahora, lo que antaño se defendía como modelo para proteger al sector relojero suizo, se ve como un problema para el crecimiento de Swatch Group.
"Desde hace años, nuestras marcas están en desventaja frente al resto de empresas suizas", se quejaba su heredero y actual presidente, Nick Hayek, en la presentación de resultados de la compañía.
"No han invertido todo lo que nosotros hemos desembolsado en máquinas, en personal, en plantas. Hemos asumido riesgos, les suministramos componentes al mismo precio al que compramos nosotros y venden sus relojes cuatro, cinco o incluso diez veces más caros que los nuestros", explicaba.
Sus rivales han llevado el asunto a los tribunales, que han dado la razón a la compañía y no ven una vulneración de la competencia. Piden más tiempo para adaptarse al nuevo marco que les obliga a acometer inversiones. Y es que, para colgar el cartel de 'made in Swiss', el 80% de la tecnología tiene que ser helvética.
Swatch Group se defiende afirmando que el sector ha tenido una década para adaptarse antes de que llegase la fecha límite.
Tiendas multimarca y China
Pese a la crisis que asola la zona euro, Swatch Group aumentó el año pasado sus ventas cerca de un 22%, hasta los 7.143 millones de francos suizos (5.920 millones de euros), y su beneficio se incrementó un 18%, hasta los 1.276 millones de francos (1.057 millones de euros).
Así, tras un año récord, "vemos más oportunidades que riesgos", dice Hayek, quien se muestra "optimista" con la evolución de las ventas en 2012. Los dos primeros meses del año muestran un crecimiento de doble dígito, incluso en el sur de Europa aunque, advierte, esta puede no ser la tendencia del resto del ejercicio.
Las miras están puestas especialmente en China, donde a pesar de una cierta debilidad del consumo, la demanda es potencialmente alta, por el gusto de este consumidor a las marcas.
La compañía contempla abrir más de un centenar de nuevas tiendas, multimarca y monomarca. En total, el grupo lo conforman cerca de una veintena de enseñas que generan el 88% del negocio. Además de la popular marca de relojes Swatch, su oferta va hasta las lujosas Omega, Tiffany o Longines, hasta las de gama media como Tissot, Certina o Calvin Klein.
Información sustraída de: https://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/06/economia/1331045839.html
Aunque está claro que lo que busca el grupo swatch es una porción del pastel más grande, de lo que ya reciben. También es cierto que es totalmente injusto que ellos les vendan los calibres y piezas a precio de gallina flaca a las diferentes casas relojería en suiza, y ellos después los vendan como el mejor de los caviares de esturión beluga del mundo. Aparte de que esto obligara a las casas relojeras suizas a ser manufactura propia, y por supuesto eso se traduciría en relojes de mayor variedad y calidad para nosotros, claro esto lo digo solo viéndolo desde un punto de vista de un amante de la relojería y no un comerciante ni muchos menos.
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