Audemars
Milpostista
Sin verificar
Sentado en mi falúa de colores,
apoyado por la calma del río,
me deslumbra tan sugestivo estío
que me pierdo en la luz de sus verdores.
Como un ciego de amor por sus amores,
en tan placentero retiro mío,
aún cuando comienzo a sentir el frío,
me embriago del olor de algunas flores.
Se estiran de los árboles sus ramas
ensombreciendoi el paso de mi nave,
y enfurecidas las aguas por el viento,
desorientado el vuelo de las aves,
erizan a los peces sus escamas
y me roban el sutil pensamiento.
MARIO
apoyado por la calma del río,
me deslumbra tan sugestivo estío
que me pierdo en la luz de sus verdores.
Como un ciego de amor por sus amores,
en tan placentero retiro mío,
aún cuando comienzo a sentir el frío,
me embriago del olor de algunas flores.
Se estiran de los árboles sus ramas
ensombreciendoi el paso de mi nave,
y enfurecidas las aguas por el viento,
desorientado el vuelo de las aves,
erizan a los peces sus escamas
y me roban el sutil pensamiento.
MARIO