Goldoff
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Romain Gaultier no es una de esas marcas que le suenen a todo el mundo aun cuando sea aficionado, pero lo cierto es que en estos 16 años de existencia ha logrado hacerse su propio lugar al sol de la Alta Relojería. La prueba es que todavía existe...
Siguiendo una tendencia no escrita, ahora se presenta con una caja de titanio (grado 5), esto es, un material no precioso, conteniendo un calibre que refleja la "evolución de la tradición" recuperando una disposición de "puentes-dedo" típica del Valle del Jura (Vallée du Joux) pero aplicándoles acabados a mano de Alta Relojería. También está hecho de titanio, lo que lleva al peso total del reloj, incluyendo la correa, a los 55 gramos, y eso contando también los zafiros de ambas caras y la hebilla.
Como funciones, el Continuum -así se llama- es un solo hora con segundero, con la particularidad de que los centros de ambas indicaciones están descentrados. Las horas y minutos en el eje vertical y los segundos continuos en el eje horizontal, de manera que más que del "segundero a las seis" podemos hablar de "casi a las siete". Por tenerlo todo descentrado, tiene también la corona, colocada a las dos y con una llamativa banda roja que puede sustituirse por una en gris, más discreta. La esfera es de titanio también, y los índices y agujas de oro blanco tratados con SuperLuminova.
La caja de 41mm (9,55mm de alto) está facetada tanto en la carrura como en el bisel y la tapa del fondo, aunque más que "facetas" rectas son cortes que, combinados con los distintos pulidos, generan efectos visuales ondulantes. La correa de caucho encaja perfectamente entre las asas de 22mm. Resistencia al agua de 5 bar o 50 metros.
El calibre de carga manual (60 horas de reserva de marcha) cuenta con una curiosa función de parada de segundero: al extraer la corona, una leva en forma de caracol frena el volante. Es cierto que esta función la tienen muchos otros calibres, pero la novedad aquí es que, al reintroducir la corona, esta leva envía un leve impulso al volante para que recupere su movimiento circular. Todo un detalle. Los acabados de los puentes recuerdan al llamativo pero peligroso "mercurio hirviente", que producía pequeños hoyos sobre el latón en el que se vertía. Aquí han conseguido ese efecto con un paciente repicado a mano. La platina base tiene a su vez un acabado "frost" conseguido igualmente a mano.
Edición limitada a 28 ejemplares en titanio, (lo que da a entender que habrá más en otros materiales) numerados "1 de 28" en uno de los puentes
Precio: 37.000 CHF sin impuestos
Siguiendo una tendencia no escrita, ahora se presenta con una caja de titanio (grado 5), esto es, un material no precioso, conteniendo un calibre que refleja la "evolución de la tradición" recuperando una disposición de "puentes-dedo" típica del Valle del Jura (Vallée du Joux) pero aplicándoles acabados a mano de Alta Relojería. También está hecho de titanio, lo que lleva al peso total del reloj, incluyendo la correa, a los 55 gramos, y eso contando también los zafiros de ambas caras y la hebilla.
Como funciones, el Continuum -así se llama- es un solo hora con segundero, con la particularidad de que los centros de ambas indicaciones están descentrados. Las horas y minutos en el eje vertical y los segundos continuos en el eje horizontal, de manera que más que del "segundero a las seis" podemos hablar de "casi a las siete". Por tenerlo todo descentrado, tiene también la corona, colocada a las dos y con una llamativa banda roja que puede sustituirse por una en gris, más discreta. La esfera es de titanio también, y los índices y agujas de oro blanco tratados con SuperLuminova.
La caja de 41mm (9,55mm de alto) está facetada tanto en la carrura como en el bisel y la tapa del fondo, aunque más que "facetas" rectas son cortes que, combinados con los distintos pulidos, generan efectos visuales ondulantes. La correa de caucho encaja perfectamente entre las asas de 22mm. Resistencia al agua de 5 bar o 50 metros.
El calibre de carga manual (60 horas de reserva de marcha) cuenta con una curiosa función de parada de segundero: al extraer la corona, una leva en forma de caracol frena el volante. Es cierto que esta función la tienen muchos otros calibres, pero la novedad aquí es que, al reintroducir la corona, esta leva envía un leve impulso al volante para que recupere su movimiento circular. Todo un detalle. Los acabados de los puentes recuerdan al llamativo pero peligroso "mercurio hirviente", que producía pequeños hoyos sobre el latón en el que se vertía. Aquí han conseguido ese efecto con un paciente repicado a mano. La platina base tiene a su vez un acabado "frost" conseguido igualmente a mano.
Edición limitada a 28 ejemplares en titanio, (lo que da a entender que habrá más en otros materiales) numerados "1 de 28" en uno de los puentes
Precio: 37.000 CHF sin impuestos