rgil
Milpostista
Sin verificar
Reparación del muelle real y algo mas.
Recientemente compre este reloj estropeado, con una avería que, a priori, tenia muy poco interés y es fácil de reparar. Tenia el muelle real roto.
Cuando lo desmonto, según mi costumbre, para limpieza, engrase y reparar, encuentro una feliz sorpresa.
El sistema de remontuar, no es el mismo que aparece en casi todos los relojes, sin apenas variación. Este, al menos en una parte, tiene una disposición particular.
Me gusta cuando veo un sistema de funcionamiento diferente.
Esta peculiaridad, pensé, se merece una reparación particular, mas cuidada y bonita.
En relojes ya viejecillos, en los que el muelle es muy oscuro, casi negro, y no tiene contra curva, no les cambio el muelle, sino que lo reparo.
Básicamente la idea es que el reloj funcione, y que todas sus piezas sean las originales (o de la ultima reparación que tuviese).
La reparación que habitualmente hago consiste en lo dibujado en este esquema.
Esta reparación es muy rápida y muy efectiva, apenas pierde cuerda. Seguramente trabaja bastante bien, nunca lo he mirado.
Esta fotografía es del muelle de otro reloj, ya reparado.
La reparación especial que pensé fue remachar los dos extremos del muelle. Antes de hacerlo, no parece muy complicado, y creo que quedara más vistoso y muy funcional
La reparación.
Este muelle tiene 2 mm de ancho (da gusto con los relojes de bolsillo), así que para taladran uso una broca comercial de 1 mm de diámetro. Los remaches, los fabrico de hierro, para que tengan mas resistencia. Partiendo de un pequeño clavo, es muy rápido. Preparo cuatro, mas vale que sobre.
Si intentas taladrar, sin destemplar, la broca resbala sin penetrar. Hay que destemplar los dos extremos, para poder taladrar. Taladro, lo más centrado posible. En los dos extremos he enderezado el primer trocito, porque con la curva es muy difícil poner el fleje bajo el taladro.(es una torre de taladrar grande)
El orden en el que deben de ponerse los extremos, no es indiferente. Si se ponen tan como yo lo hice, el remache trabaja a cizalladura, y aguanta mucho. Si se colocara al contrario, trabajaría a tracción, y con el tiempo podría soltarse.
Los dos extremos del fleje son como la piel del diablo. Debido a su elasticidad tienden a soltarse continuamente. La solución que se me ocurre es pegarlo todo con cianocrilato.
Ya pegado, todo sé esta todo muy quieto, mientras se le da el martillazo de remachar. Con un botador se hace muy bien.
Remachados los trozos, ahora hay que volver a dar la forma curva que tiene el muelle. Cuando ya casi esta, se rompe. Supongo que no esta bien destemplada o que lo he forzado fuera del destemplado.
Hay que quitar los resto y volver a hacerlo todo. En el segundo intento, tras remachar, manipulo el fleje lo menos posible. Con una vez roto ya es bastante. Seguramente este es el motivo de que no haya quedado tan bonito como en la primera vez, en esta vez, sin miedo, lo retoque más.
La uña con la que el extremo del muelle se sujeta al tambor, también esta roto. Con el trocito que se ha roto antes, lo aprovecho para remachar una uña nueva en el extremo del muelle.
Ya terminado el remachado, seria interesante visualizar como trabaja el muelle.
Para esto hay que hacer una bancada que sujete el barrilete y otra a la rueda de trinquete. Así se puede ver como se va tensando.
Así montado, voy dando vueltas, 1,2,3,4,5 . La ultima con 5 vueltas y cuarto, en la que la uña de enganche, se estira, separándose de la pared del barrilete.
No llego a medir la fuerza que debe hacerse para girar, pero es bastante uniforme desde la 2ª hasta la 5ª vuelta.
El resultado estético no es muy agraciado. Si vuelvo a hacerla, espero que la experiencia me sirva para que quede mejor.
Tal vez la solución es, ya antes de remachar, rehacer la curva, para que al terminar, quede con la forma ya dada. O bien, perder el miedo a que se rompa cuando retocas la zona remachada.
Todavía sigue la diversión.
Antes de montar, hay otra cuestión a solucionar.
El tornillo del tirete se ha roto, perdiendo la ranura. Sacarlo ya ha sido complicado, seria imperdonable volver a montarlo así.
Repasando en mi caja de tornillos, no hay ninguno tan grande.
Además parece más interesante rehacer la ranura.
Para esto hace falta una lima de ranurar. Es una lima extremadamente fina, tiene el grosor de la ranura del tornillo.
Con la piedra de afilar, adelgazo hasta 0,2 mm, aproximadamente, el grueso a una pequeña lima.
Al principio, la lima resbala sobre el tornillo, sin comer. Esto solo puede ser que el tornillo también esta templado. Para que la lima “coma” al tornillo habrá que destemplarlo.(con lo poco que esto me gusta).
Como es tan pequeño, lo coloco en un “cacito” hecho con un trozo de hojalata, ligeramente doblado, así es más fácil dosificar la cantidad de calor que se le pone. Un soplete de butano es el encargado de calentar.
Una vez destemplado, la lima empieza a comer con buen apetito.
En poco rato, se hace una ranura, muy pequeña, pero creo que suficiente para manejar este tornillo.
Lo vuelvo a templar, no vaya a ser que quede demasiado blando y se deteriore.(Eso si, ya no me atrevo “revenirlo”)
Ya solo queda montar.
Al final, acaba teniendo una pieza nueva y brillante. Un tornillo del puente del Barrilete, que faltaba y lo pongo nuevo.
Al escribir esto ya esta totalmente montado.
Ahora, habría que pulir del cristal y reparar el pavonado. En algunos post ya he visto indicaciones de cómo hacerlo.
Como siempre, espero que os guste.
Hasta pronto.
Recientemente compre este reloj estropeado, con una avería que, a priori, tenia muy poco interés y es fácil de reparar. Tenia el muelle real roto.
Cuando lo desmonto, según mi costumbre, para limpieza, engrase y reparar, encuentro una feliz sorpresa.
El sistema de remontuar, no es el mismo que aparece en casi todos los relojes, sin apenas variación. Este, al menos en una parte, tiene una disposición particular.
Me gusta cuando veo un sistema de funcionamiento diferente.
Esta peculiaridad, pensé, se merece una reparación particular, mas cuidada y bonita.
En relojes ya viejecillos, en los que el muelle es muy oscuro, casi negro, y no tiene contra curva, no les cambio el muelle, sino que lo reparo.
Básicamente la idea es que el reloj funcione, y que todas sus piezas sean las originales (o de la ultima reparación que tuviese).
La reparación que habitualmente hago consiste en lo dibujado en este esquema.
Esta reparación es muy rápida y muy efectiva, apenas pierde cuerda. Seguramente trabaja bastante bien, nunca lo he mirado.
Esta fotografía es del muelle de otro reloj, ya reparado.
La reparación especial que pensé fue remachar los dos extremos del muelle. Antes de hacerlo, no parece muy complicado, y creo que quedara más vistoso y muy funcional
La reparación.
Este muelle tiene 2 mm de ancho (da gusto con los relojes de bolsillo), así que para taladran uso una broca comercial de 1 mm de diámetro. Los remaches, los fabrico de hierro, para que tengan mas resistencia. Partiendo de un pequeño clavo, es muy rápido. Preparo cuatro, mas vale que sobre.
Si intentas taladrar, sin destemplar, la broca resbala sin penetrar. Hay que destemplar los dos extremos, para poder taladrar. Taladro, lo más centrado posible. En los dos extremos he enderezado el primer trocito, porque con la curva es muy difícil poner el fleje bajo el taladro.(es una torre de taladrar grande)
El orden en el que deben de ponerse los extremos, no es indiferente. Si se ponen tan como yo lo hice, el remache trabaja a cizalladura, y aguanta mucho. Si se colocara al contrario, trabajaría a tracción, y con el tiempo podría soltarse.
Los dos extremos del fleje son como la piel del diablo. Debido a su elasticidad tienden a soltarse continuamente. La solución que se me ocurre es pegarlo todo con cianocrilato.
Ya pegado, todo sé esta todo muy quieto, mientras se le da el martillazo de remachar. Con un botador se hace muy bien.
Remachados los trozos, ahora hay que volver a dar la forma curva que tiene el muelle. Cuando ya casi esta, se rompe. Supongo que no esta bien destemplada o que lo he forzado fuera del destemplado.
Hay que quitar los resto y volver a hacerlo todo. En el segundo intento, tras remachar, manipulo el fleje lo menos posible. Con una vez roto ya es bastante. Seguramente este es el motivo de que no haya quedado tan bonito como en la primera vez, en esta vez, sin miedo, lo retoque más.
La uña con la que el extremo del muelle se sujeta al tambor, también esta roto. Con el trocito que se ha roto antes, lo aprovecho para remachar una uña nueva en el extremo del muelle.
Ya terminado el remachado, seria interesante visualizar como trabaja el muelle.
Para esto hay que hacer una bancada que sujete el barrilete y otra a la rueda de trinquete. Así se puede ver como se va tensando.
Así montado, voy dando vueltas, 1,2,3,4,5 . La ultima con 5 vueltas y cuarto, en la que la uña de enganche, se estira, separándose de la pared del barrilete.
No llego a medir la fuerza que debe hacerse para girar, pero es bastante uniforme desde la 2ª hasta la 5ª vuelta.
El resultado estético no es muy agraciado. Si vuelvo a hacerla, espero que la experiencia me sirva para que quede mejor.
Tal vez la solución es, ya antes de remachar, rehacer la curva, para que al terminar, quede con la forma ya dada. O bien, perder el miedo a que se rompa cuando retocas la zona remachada.
Todavía sigue la diversión.
Antes de montar, hay otra cuestión a solucionar.
El tornillo del tirete se ha roto, perdiendo la ranura. Sacarlo ya ha sido complicado, seria imperdonable volver a montarlo así.
Repasando en mi caja de tornillos, no hay ninguno tan grande.
Además parece más interesante rehacer la ranura.
Para esto hace falta una lima de ranurar. Es una lima extremadamente fina, tiene el grosor de la ranura del tornillo.
Con la piedra de afilar, adelgazo hasta 0,2 mm, aproximadamente, el grueso a una pequeña lima.
Al principio, la lima resbala sobre el tornillo, sin comer. Esto solo puede ser que el tornillo también esta templado. Para que la lima “coma” al tornillo habrá que destemplarlo.(con lo poco que esto me gusta).
Como es tan pequeño, lo coloco en un “cacito” hecho con un trozo de hojalata, ligeramente doblado, así es más fácil dosificar la cantidad de calor que se le pone. Un soplete de butano es el encargado de calentar.
Una vez destemplado, la lima empieza a comer con buen apetito.
En poco rato, se hace una ranura, muy pequeña, pero creo que suficiente para manejar este tornillo.
Lo vuelvo a templar, no vaya a ser que quede demasiado blando y se deteriore.(Eso si, ya no me atrevo “revenirlo”)
Ya solo queda montar.
Al final, acaba teniendo una pieza nueva y brillante. Un tornillo del puente del Barrilete, que faltaba y lo pongo nuevo.
Al escribir esto ya esta totalmente montado.
Ahora, habría que pulir del cristal y reparar el pavonado. En algunos post ya he visto indicaciones de cómo hacerlo.
Como siempre, espero que os guste.
Hasta pronto.