Jose Claudio
Forer@ Senior
Sin verificar
Hasta hace bien poco los relojes grandes me parecían un gamberrada al alcance de cualquiera: aun teniendo mal diseño, el hecho de hacerlos grandes, hace que llamen la atención. Es la aplicación de la máxima que un gran estilista aconsejó en su momento a las mujeres ( y algunas siguieron como lema de cabecera) y que consistía en que "si no puedes ser elegante, se llamativa". Pero en estas han caído en mis manos los IWC, a quienes siempre le deberé haber descubeirto que lo bueno, si grande, dos veces bueno. Cuando hay un buen diseño, éste se realza con un gran tamaño. Algunas grandes marcas, como Patek, lo van digiriendo a dura penas. Eso sí, siempre me parecerá (creo) que cada persona es un mundo y que yo, con mi muñeca estrecha, jamás podré sobrepasar los 40 mm de diámetro. Aunque, claro, nunca se sabe. ¿Qué pensais de todo esto?