ignoto
AUTOBANEADO por decisión propia., Y por TROLL (otr
Sin verificar
Esto es una reflexión en voz alta. Me gustaría saber si os ha ocurrido lo mismo alguna vez.
Dada la afición que tenemos a los relojes, resulta que de vez en cuando adquirimos una valisosa pieza con gran sacrificio económico. Me refiero a marcas "renombradas". Estamos un buen tiempo con la pieza, y por eso del variar o la definida CRI, nos damos el capricho de adquirir una pieza "segundona", mucho más económica, la cual nos atrae pero nunca pensamos que pueda llegar a convertirse en un objeto de absoluta devoción. Para eso, claro está, tenemos nuestra más preciada pieza de "alta gama?".
Y poco a poco y sin saber porqué motivo, quizas como ese amor que no es enamoramiento salvaje, va surgiendo un verdadero amor a esa "novia segundona", meditado y profundo, por una especie de razón que se lo va ganando poco a poco. Al final acabamos con ese segundón que nunca pensamos que substituiría al verdadero objeto de aquellos que fueron nuestros más profundos deseos. Y al final se convierte en un amor absoluto. Nos ha enamorado con el tiempo.
Todo esto me ha pasado a mi, entre un Breitling y un "simple" Hamilton Frogman. El ranita ha dejado en un cajón al maravilloso COSC Suizo. No es que ya no lo quiera, es que el ranita me ha robado el alma con su buen hacer.
Os ha pasado ?
Gracias por aguantar la perorata.....pero es que si no lo contaba reventaba.
Dada la afición que tenemos a los relojes, resulta que de vez en cuando adquirimos una valisosa pieza con gran sacrificio económico. Me refiero a marcas "renombradas". Estamos un buen tiempo con la pieza, y por eso del variar o la definida CRI, nos damos el capricho de adquirir una pieza "segundona", mucho más económica, la cual nos atrae pero nunca pensamos que pueda llegar a convertirse en un objeto de absoluta devoción. Para eso, claro está, tenemos nuestra más preciada pieza de "alta gama?".
Y poco a poco y sin saber porqué motivo, quizas como ese amor que no es enamoramiento salvaje, va surgiendo un verdadero amor a esa "novia segundona", meditado y profundo, por una especie de razón que se lo va ganando poco a poco. Al final acabamos con ese segundón que nunca pensamos que substituiría al verdadero objeto de aquellos que fueron nuestros más profundos deseos. Y al final se convierte en un amor absoluto. Nos ha enamorado con el tiempo.
Todo esto me ha pasado a mi, entre un Breitling y un "simple" Hamilton Frogman. El ranita ha dejado en un cajón al maravilloso COSC Suizo. No es que ya no lo quiera, es que el ranita me ha robado el alma con su buen hacer.
Os ha pasado ?
Gracias por aguantar la perorata.....pero es que si no lo contaba reventaba.