No sé en el rastro madrileño, pero en su equivalente barcelonés te la intentan meter doblada la mayor parte de las veces, sobre todo por el estado d elos relojes.
Por si te sirven, yo uso unas sencillas reglas para no salir de allí de mala folla o con sensación de timado (sobre todo si no puedes abrir el reloj in situ):
a) De lo que pidan, sobre todo en precios bajos, calcula que es muy posible que lo puedas sacar por la mitad o como mucho un 60% (esta regla se cumple más cuanto más magrebí es el vendedor; a los vendedores tradicionales les cuesta más bajarse del burro, aunque lo que te estén pidiendo no tenga ningún sentido)
b) De ese 50% que te queda, saca el punto intermedio entre eso y lo que creas tú razonable, y no pagues más que eso
c) Como eso no siempre se cumple al 100% (los hay que no bajan), si por casualidad algo te interesa mucho mucho mucho y el precio no te parece mal del todo, aprieta una sóla vez y donde llegues, compra. Si tardas media hora y vuelves puede ayudar, pero puede que el reloj ya no esté.
Yo no soy nada de regatear, de hecho me da verguenza. Pero más verguenza me daba que me pidieran precios vergonzosos por relojes en estado lamentable, así que aprendí a jugar a su juego.
Hay otros datos indiciarios útiles: cuando a un vendedor le preguntas un precio y se mira el reloj más de un segundo y medio es que no tiene ni zorra idea de qué es. Y por tanto, tampoco de su precio razonable. Así que aprieta. A partir de ahí, yo tengo cierta ética estúpida y a veces dejo de apretar cuando la cosa pasa por debajo de lo razonable, ya que tampoco es cuestión de engañar a nadie aunque él te fuera a engañar a tí si pudiera. Pero eso ya son opciones personales.
Por el contrario, cuando a un vendedor le ofreces sólo algo menos de lo que pide y a la primera ya guarda el reloj donde estaba, no insistas, no bajará.
No pongo ejemplos, que no es de caballeros decir en público los precios que se pagan por los relojes, pero los podría poner ...
Nada, espero que te sirva de ayuda, yo he encontrado cosas bastante curiosas a precios finales muy razonables, aunque luego haya estado tres horas quitando mierda.