jmazpiazu
Forer@ Senior
Sin verificar
Hola a todos,
Cualquier excusa resulta buena para reunirse con los amigos y compartir un rato de charla, relojes y buen ambiente, pero lo de este sábado, aunque suene a frase hecha, superó todas las expectativas de los asistentes.
Empezamos el día con un fabuloso paseo en moto (MILA ESKER, Txema saliendo desde Barakaldo, pasando por Elorza, el castillo de Butrón y Sopelana, y terminando en Berango, donde nos dimos un pantagruélico homenaje en una cervecería local.
Barrigas llenas y corazones contentos, nos dirigimos de regreso a Barakaldo donde nos esperaba el plato fuerte de la jornada: la entrega del primer Speaker Martín MK-1. Como ya sabréis, entre nuestros foreros contamos con un virtuoso y prometedor artista, que está dando sus primeros pasos en el mundo de la relojería independiente. Os recomiendo la lectura de estos hilos, para los que aún no estén familiarizados con su trabajo:
https://relojes-especiales.com/foro...ndial-speaker-martin-modelo-gallipoli-123007/
https://relojes-especiales.com/foros/foro-general/speaker-martin-m-k-i-diver-126739/
Elegimos una tranquila cafetería del centro de Barakaldo para tan emotivo acto. Una vez sentados, comenzamos a montar el tinglado: maletines con relojes, cámaras de fotos, lupas, bayetas… Vamos, lo habitual. Como es lógico, los demás clientes ya empezaron a mirarnos con extrañeza. Creo que escuché decir a una señora: “qué mal está la juventud de hoy en día”.
Al grano. En esta foto, el Maestro observa, con disimulada mirada de rapaz, la precisión de marcha de su nueva criatura, instantes antes del mágico momento.
Los nervios eran evidentes y la expectación, máxima, y por fin se produjo la entrega. A la izquierda de la imagen, un emocionado Presidente del Speaker Martín Fan Club, recoge de las manos del Maestro la pieza por la que ha estado esperando pacientemente durante meses (me río yo de las listas de espera de Philippe Dufour):
No hay manera de ocultar el entusiasmo. La emoción es enorme.
El orgulloso dueño de tan exclusiva pieza, procede a la apertura de la caja.
Ante Ustedes, ¡el Speaker Martín Mark I!
Como habréis podido observar, el reloj es un diver en toda regla. Obsérvese la limpieza de la esfera, los agujas luminiscentes y los índices del bisel (pintado a mano, dicho sea de paso). Tampoco perdáis de vista la castiza inscripción a las 6: “Montado España”. Como tiene que ser. El Maestro nunca miente sobre la procedencia de sus relojes.
En esta foto podemos observarlo con una socorrida “fornitura de bar”. Dejaré al Maestro que proporcione los detalles y explicaciones técnicas correspondientes.
La dotación del reloj se compone de una caja en madera de cedro, la garantía, y unos sobres plásticos donde se alojan el reloj, el destornillador y la documentación del mismo.
Garantía + emocionado dueño:
Observad el slogan de la casa, grabado a rotulador (el Maestro aseguró que las siguientes series mejorarán la calidad de la inscripción): “Speaker Martín, The Anarchist Watchmaker”. Toda una declaración de intenciones.
El reloj es waterproof, water resistant y lo que le echen. Aquí lo tenéis abrazado a una botella de agua mineral. El Mark I, en su elemento preferido.
Estuvimos tentados de probar la eficacia del reloj y someterlo a una prueba de inmersión in situ. Pero estas cosas hay que hacerlas con seriedad, en mar abierto y ante Notario.
Finalmente, el Mark I, en su sitio:
¿Cómo me queda?
A la izquierda, el Speaker Martín Galipolli, primera creación del Maestro. A la derecha, el Mark I.
Y aquí, el Galipolli de Speaker Martín, con su alter ego, el Piccadilly de Speake-Marin. ¡Vaya lío!
Tras la emoción de la entrega, el Maestro nos habló de sus próximos proyectos: cronógrafos, GMT, reservas de marcha y complicaciones varias, que nos dejaron boquiabiertos, soñando y esperando ansiosos a que tomen forma en el atelier de este joven e inquieto creador.
Pero no sólo de Speaker Martín vive el hombre…
Desde aquí quiero dar las gracias a Txema por ser un excepcional anfitrión y por brindarnos la posibilidad de pasar un día fenomenal en su casa.
Saludos y gracias por llegar hasta aquí.
Cualquier excusa resulta buena para reunirse con los amigos y compartir un rato de charla, relojes y buen ambiente, pero lo de este sábado, aunque suene a frase hecha, superó todas las expectativas de los asistentes.
Empezamos el día con un fabuloso paseo en moto (MILA ESKER, Txema saliendo desde Barakaldo, pasando por Elorza, el castillo de Butrón y Sopelana, y terminando en Berango, donde nos dimos un pantagruélico homenaje en una cervecería local.
Barrigas llenas y corazones contentos, nos dirigimos de regreso a Barakaldo donde nos esperaba el plato fuerte de la jornada: la entrega del primer Speaker Martín MK-1. Como ya sabréis, entre nuestros foreros contamos con un virtuoso y prometedor artista, que está dando sus primeros pasos en el mundo de la relojería independiente. Os recomiendo la lectura de estos hilos, para los que aún no estén familiarizados con su trabajo:
https://relojes-especiales.com/foro...ndial-speaker-martin-modelo-gallipoli-123007/
https://relojes-especiales.com/foros/foro-general/speaker-martin-m-k-i-diver-126739/
Elegimos una tranquila cafetería del centro de Barakaldo para tan emotivo acto. Una vez sentados, comenzamos a montar el tinglado: maletines con relojes, cámaras de fotos, lupas, bayetas… Vamos, lo habitual. Como es lógico, los demás clientes ya empezaron a mirarnos con extrañeza. Creo que escuché decir a una señora: “qué mal está la juventud de hoy en día”.
Al grano. En esta foto, el Maestro observa, con disimulada mirada de rapaz, la precisión de marcha de su nueva criatura, instantes antes del mágico momento.
Los nervios eran evidentes y la expectación, máxima, y por fin se produjo la entrega. A la izquierda de la imagen, un emocionado Presidente del Speaker Martín Fan Club, recoge de las manos del Maestro la pieza por la que ha estado esperando pacientemente durante meses (me río yo de las listas de espera de Philippe Dufour):
No hay manera de ocultar el entusiasmo. La emoción es enorme.
El orgulloso dueño de tan exclusiva pieza, procede a la apertura de la caja.
Ante Ustedes, ¡el Speaker Martín Mark I!
Como habréis podido observar, el reloj es un diver en toda regla. Obsérvese la limpieza de la esfera, los agujas luminiscentes y los índices del bisel (pintado a mano, dicho sea de paso). Tampoco perdáis de vista la castiza inscripción a las 6: “Montado España”. Como tiene que ser. El Maestro nunca miente sobre la procedencia de sus relojes.
En esta foto podemos observarlo con una socorrida “fornitura de bar”. Dejaré al Maestro que proporcione los detalles y explicaciones técnicas correspondientes.
La dotación del reloj se compone de una caja en madera de cedro, la garantía, y unos sobres plásticos donde se alojan el reloj, el destornillador y la documentación del mismo.
Garantía + emocionado dueño:
Observad el slogan de la casa, grabado a rotulador (el Maestro aseguró que las siguientes series mejorarán la calidad de la inscripción): “Speaker Martín, The Anarchist Watchmaker”. Toda una declaración de intenciones.
El reloj es waterproof, water resistant y lo que le echen. Aquí lo tenéis abrazado a una botella de agua mineral. El Mark I, en su elemento preferido.
Estuvimos tentados de probar la eficacia del reloj y someterlo a una prueba de inmersión in situ. Pero estas cosas hay que hacerlas con seriedad, en mar abierto y ante Notario.
Finalmente, el Mark I, en su sitio:
¿Cómo me queda?
A la izquierda, el Speaker Martín Galipolli, primera creación del Maestro. A la derecha, el Mark I.
Y aquí, el Galipolli de Speaker Martín, con su alter ego, el Piccadilly de Speake-Marin. ¡Vaya lío!
Tras la emoción de la entrega, el Maestro nos habló de sus próximos proyectos: cronógrafos, GMT, reservas de marcha y complicaciones varias, que nos dejaron boquiabiertos, soñando y esperando ansiosos a que tomen forma en el atelier de este joven e inquieto creador.
Pero no sólo de Speaker Martín vive el hombre…
Desde aquí quiero dar las gracias a Txema por ser un excepcional anfitrión y por brindarnos la posibilidad de pasar un día fenomenal en su casa.
Saludos y gracias por llegar hasta aquí.