Goldoff
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Aquí va el hilo fundacional del proyecto, que abre el subforo dedicado al Z-102. Es largo, y explica todo el proceso. También contiene información sobre precio y plazos (puedes ir directamente al final, si quieres averiguarlo).
Iré colgando imágenes en los siguientes hilos dentro de este nuevo subforo. También abriré una encuesta entre los apuntados en firme para decidir si lumen sí o lumen no.
El concepto
Después de varios -muchos- proyectos relojeros, el foro como comunidad lleva años tratando de diseñar un “reloj elegante”. El primer escollo está en el concepto. Todo el mundo sabe visualizar un diver independientemente del color, material o incluso tamaño. Tiene una serie de características particulares como pueda ser un bisel giratorio, una determinada resistencia al agua, una corona roscada -o no- y una estética reconocible. Lo mismo para un reloj de aviador: grandes agujas, grandes índices y gran corona. Relojes herramienta que, por qué no, pueden ser también elegantes. Pues depende, porque del mismo modo que se puede decir que los conceptos “diver” o “flieger” son objetivos, el de “elegante” es tan subjetivo como opinadores haya.
Para algunos los términos “elegante” y “herramienta” serán incompatibles, mientras que para otros dependerá de cada caso. Para otros “elegante” es similar a “formal” (por no usar el manido término “de vestir”). En ese caso, un Rolex Submariner -ya salió- ¿es elegante? Porque no son pocas las personas que lo usan con traje, y ya se sabe que el roce hace el cariño y acaban interiorizando algo que -en teoría- no cuadra por concepto.
Es posible que haya cierto consenso en que un Patek Calatrava es el paradigma de reloj elegante. También algunos modelos de la serie Classique de Breguet y las series dedicadas a ese segmento de las distintas marcas que pueblan el panorama relojero. Tienen en común el minimalismo y, eso, las formas clásicas tanto de agujas como de la esfera (lisa o grabada, pero siempre en colores sobrios). Pero ya existen, y cualquier intento de ‘clonarlos’ los va a recordar.
El arranque
Todo esto se puso de manifiesto cuando arrancamos por enésima vez el proyecto “reloj elegante” en el foro hace un año. Retomo algunos de los comentarios que recogí al inicio:
- No lo parece, pero es un auténtico reto
- este va ser el proyecto más difícil de todos, muchas ideas y muy distintas
- el proyecto tendrá tres barreras: el precio, el tamaño de la muñeca y el gusto del personal
- Lo difícil va a ser diseñar un reloj que no recuerde o parezca a ninguno de los “modelos inspiradores”
- es muy difícil aunar la elegancia con la originalidad
que se manifestaron a lo largo de varias páginas.
Fue por esto que en un momento determinado -finales de octubre, llevábamos casi diez meses dándole vueltas- pensé en darle un giro total al proceso. Se me ocurrió escribir a Armand Billard, el fundador y propietario de Sartory-Billard, y preguntarle si podría hacernos un reloj por un presupuesto al que ya no estaba acostumbrado dado el crecimiento que la marca está experimentando y al prestigio que viene acumulando (nominaciones al GPHG, colaboraciones con Underd0g, creación de tourbillones ‘custom’…). Un presupuesto que, dicho sea de paso, se escapaba del que inicialmente nos habíamos propuesto, pero que me pareció esencial si queríamos algo verdaderamente distinto y de calidad. Para mi sorpresa, Armand me respondió positivamente y me propuso ponernos manos a la obra cuanto antes para poder acotar el tema del precio. Casualidades de la vida, hacía menos de un mes que Tiffany Bachelet, una diseñadora ¡de relojes! que había estado trabajando para Reservoir, se había incorporado a S-B.
El reloj
La base es la caja SB04-E (E de Evolución), de 39,5 mm de diámetro y caracterizada por un bisel cóncavo. La trasera, que podía ser ciega o vista, será ciega para poder albergar un grabado. Corona roscada y en este caso personalizada para nosotros. La esfera típica de Sartory-Billard tiene dos sectores: un disco que ocupa todo el hueco, sobre el que descansa un anillo de zafiro que a su vez soporta los índices y, a veces, la escala de minutos. No será el caso de nuestro reloj que, aun mostrando dos sectores, tendrá un solo disco. Las agujas principales son de tipo lanza, y pueden contener material luminiscente o no, algo sobre lo que volveremos más tarde. La segundera es recta con un contrapeso también de tipo lanza. Finalmente, el movimiento es la referencia G101ET de la manufactura suiza La Joux Perret, un calibre automático con 24 rubíes, latiendo a 4 herzios (28.800 alternancias por hora) con rotor de tungsteno y una reserva de marcha de 68 horas. Vale la pena añadir que caja y esfera están a cargo de Cattin y Comblemine, respectivamente, las manufacturas vinculadas a Kari Voutilainen.
La inspiración
Ya desde la fase previa a esta se había estado jugando con la idea de inspirarse en unos coches casi míticos que la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA) creada sobre las cenizas de la Hispano Suiza había producido en un efímero periodo de ocho años (1951-1958). Unos coches absolutamente inverosímiles por su sofisticación y complejidad técnica en una época -la posguerra española- en que la escasez de recursos, materiales y técnicos, era la norma. Solo se produjeron 86 unidades -de las que hoy sobreviven 58- y se llegaron a comparar con los Ferrari de la época (algunos los denominan así, “los Ferrari españoles”). Y la cosa tiene bastante sentido si consideramos que Wifredo Ricart, artífice de los Pegaso -ese es su nombre- trabajó codo con codo con Enzo Ferrari en la italiana Alfa Romeo antes de que este último formara la “scuderia” con su apellido y más tarde produjera sus propios coches. Y se llevaban mal, pero esa es otra historia que contaré en un hilo específico.
La que nos ocupa tiene que ver con los Pegaso y los peculiares velocímetros Jaeger que indefectiblemente equiparon a todos los modelos producidos. Unos velocímetros caracterizados por tres cosas: unas cifras blancas en relieve, una enorme aguja naranja y un reloj en la posición de las seis.
Después de una primera fase de “brainstorming” donde el objeto de interés fue precisamente ese reloj y una vez en contacto con Sartory-Billard, fuimos descartando “imposibilidades” y acotando el diseño. Aquí fue donde Tiffany demostró su bagaje y presentó lo que ha acabado siendo el hilo conductor: una numeración horaria multiplicada por diez que recuerda fielmente al velocímetro del Pegaso.
El diseño
Así, tomando como referencia ese velocímetro y respetando los códigos de S-B, se dejó libre el espacio que ocuparía el 6 (60 en este caso) para ubicar no solo el preceptivo logo de la marca sino también la leyenda “Horas /10” en un guiño al idioma de sus futuros propietarios. De la mayoría, al menos.
Como he dicho más arriba, la esfera será de una sola pieza, y tendrá la forma de un plato sopero, más hundido en la parte central que en la perimetral. El “escalón” estará delimitado por un anillo de acero pulido que justificará las agujas, del mismo material y acabado. Estas agujas podrán o no llevar SuperLuminova, y me propongo abrir una encuesta entre los interesados para decidir cómo serán. Lo que está definido es la segundera, que será toda ella de color naranja y cuyo extremo sí tendrá material luminiscente, aunque esto solo podrá apreciarse en la oscuridad.
Los dos sectores de la esfera tendrán texturas diferentes. Mientras que el central será más texturado, el exterior será satinado. Sobre este sector exterior -que estará ligeramente inclinado de fuera a adentro- descansarán los índices-cifras macizos de 1 mm de grosor (aunque he pedido si pueden ser del doble) para parecerse lo máximo posible a sus inspiradores del velocímetro. En cuanto a las escalas de minutos, y después de recoger algunas ideas en el hilo original, optamos por hacer dos: la exterior dividida en minutos -cuatro palos entre índices- para la aguja minutera y la interior, menos útil pero igualmente decorativa, que contaría los cuartos de hora para la aguja horaria. Estas escalas irán impresas en SuperLuminova blanca excepto el índice (triángulo) de las cinco: veinticinco minutos recordando las veinticinco unidades de esta edición limitada.
Originalmente había propuesto para el disco interior una rejilla como la que cubre los carburadores (hasta cuatro) de algún Pegaso, pero me di cuenta de que recargaba mucho la esfera, el mismo motivo que me llevó a elegir solo tres círculos concéntricos en lugar de llenarlo todo.
Cuando contacté con Armand comentamos que trabajaríamos en blanco y negro, pero el proceso me ha llevado a determinar colores muy específicos: gris antracita para la esfera y naranja Hermés para la aguja y el detalle de las 5. Ambos con sus correspondientes códigos Pantone/RGB/hexadecimal. La SuperLuminova sí es blanca-blanca.
Y fue precisamente esta configuración cromática la que me hizo pensar que el conjunto no casaba con una caja pulida a espejo, motivo por el cual pedí que se matizara (cepillado, arenado) tanto la caja como el brazalete que ya tenía presupuestado -y que subía un pico, por cierto-. La respuesta fue que no podía matizarse el brazalete porque por puro uso volvería a ponerse brillante, afeando el conjunto. En este punto, y ya que no íbamos a tener brazalete, se me ocurrió preguntar por una caja de titanio. No tienen, aunque no descartan incorporarlas en un futuro. Pues entonces matizada a tope para que su aspecto se parezca lo más posible al titanio. Y en esas estamos.
Ah la corona. La corona “standard” de S-B lleva su propio logo rodeado de material luminiscente. La nuestra llevará el logo de RE. La única duda que tengo es si la rodeamos de tinta negra para que sea la reproducción exacta, la dejamos ‘cruda’ o también le ponemos luminova para que brille de noche.
En cuanto a la trasera, ya mostré el dibujo que me habían propuesto a partir de las fotos que le envié: los preciosos radios de las ruedas de los Pegaso rematadas con el gran tornillo de sujeción mostrando al caballo, algo que justifica de sobra dejar el calibre oculto. Esa trasera trae unas inscripciones standard en sus cuatro “puntos cardinales”. Para nosotros van a borrar el “este” y el “oeste” para poder grabar nuestros datos: Relojes Especiales / Edición limitada XX/25 (provisional). No va a ser posible grabar en la carrura, como también les había pedido.
Finalmente, la correa. El precio que hemos cerrado incluye una correa de caucho S-B con su hebilla (la foto es de otro proyecto de SB). Pero tengo pensado hablar con nuestro patrocinador Lorente para negociar una correa naranja o negra, a gusto del comprador y que pueda llegarle junto con el reloj.
La presentación
Todos los relojes Sartory Billard se presentan en un estuche de madera torneado a mano que aúna practicidad y elegancia, dando empaque al conjunto sin ocupar más de lo necesario. Por mi parte, y siguiendo el hilo conductor de Pegaso, me propongo añadir una tarjeta de aluminio al estilo de la placa identificativa que cada Pegaso lleva en su vano motor. Esta tarjeta contendrá los datos del reloj y su número de serie… y se me ocurre ahora que podría también llevar el nombre de su propietario, como efectivamente ocurría en algunos de los Pegaso.
(foto de internet)
Y así es como va a quedar nuestro Z-102, a falta de nuevas imágenes durante la ejecución. 25 unidades irrepetibles.
Con lumen...
... o sin él. Habrá que votarlo
El precio
Cualquiera que haya seguido los últimos lanzamientos de Sartory-Billard sabrá que sus precios no bajan de los 5000-6000 €. Más del doble si incorporan sofisticaciones tipo artesanía Raden en la esfera o ya no digamos complicaciones tipo tourbillon.
Como comenté en el otro hilo, Armand me aceptó un presupuesto de partida de 3.000 €, dando por supuesto -yo no, mi culpa- que los impuestos eran aparte. Voy a hacerlo corto: nuestro reloj Pegaso Z-102, con todos los elementos descritos más arriba, saldrá por 3.400 € más IVA. Total, 4.114 € a falta de lo que pueda pedirnos Lorente por una correa a juego.
El proceso de fabricación y entrega.
Sartory Billard me pide el 50% del importe de los 25 relojes para poder ponerse a trabajar. Una vez iniciado, el proceso llevará entre cuatro y seis meses, al final del cual y antes del envío me solicitará el resto. Una vez pagados y recibidos los relojes les añadiré la tarjeta-placa de aluminio y procederé a enviarlos a sus destinatarios (tengo que ver el coste del envío asegurado), aunque también podemos organizar algo en Barcelona para recogerlos. En este caso trataría de que alguno de los pocos y afortunados propietarios de un Pegaso que hay por aquí nos dejara visitarlo.
La lista
Voy a abrir una lista de interesados, que pasarán a ser apuntados en firme en cuanto hayan hecho ese depósito del 50% (2.057 €) por el que les emitiré una factura con el IVA desglosado cuyo concepto será “entrega a cuenta del 50% por un reloj Sartory Billard Z-102”. Será entre ellos que abriré una encuesta para decidir si nuestro reloj llevará o no lumen en las agujas horaria y minutera. Después de un tiempo prudencial, y si no cubrimos las 25 unidades en el foro, abriré la propuesta a grupos externos aficionados al motor que, si bien igual no conocen a Sartory Billard, desde luego conocen los Pegaso y su historia.
Dudas y preguntas, a vuestra disposición
Iré colgando imágenes en los siguientes hilos dentro de este nuevo subforo. También abriré una encuesta entre los apuntados en firme para decidir si lumen sí o lumen no.
El concepto
Después de varios -muchos- proyectos relojeros, el foro como comunidad lleva años tratando de diseñar un “reloj elegante”. El primer escollo está en el concepto. Todo el mundo sabe visualizar un diver independientemente del color, material o incluso tamaño. Tiene una serie de características particulares como pueda ser un bisel giratorio, una determinada resistencia al agua, una corona roscada -o no- y una estética reconocible. Lo mismo para un reloj de aviador: grandes agujas, grandes índices y gran corona. Relojes herramienta que, por qué no, pueden ser también elegantes. Pues depende, porque del mismo modo que se puede decir que los conceptos “diver” o “flieger” son objetivos, el de “elegante” es tan subjetivo como opinadores haya.
Para algunos los términos “elegante” y “herramienta” serán incompatibles, mientras que para otros dependerá de cada caso. Para otros “elegante” es similar a “formal” (por no usar el manido término “de vestir”). En ese caso, un Rolex Submariner -ya salió- ¿es elegante? Porque no son pocas las personas que lo usan con traje, y ya se sabe que el roce hace el cariño y acaban interiorizando algo que -en teoría- no cuadra por concepto.
Es posible que haya cierto consenso en que un Patek Calatrava es el paradigma de reloj elegante. También algunos modelos de la serie Classique de Breguet y las series dedicadas a ese segmento de las distintas marcas que pueblan el panorama relojero. Tienen en común el minimalismo y, eso, las formas clásicas tanto de agujas como de la esfera (lisa o grabada, pero siempre en colores sobrios). Pero ya existen, y cualquier intento de ‘clonarlos’ los va a recordar.
El arranque
Todo esto se puso de manifiesto cuando arrancamos por enésima vez el proyecto “reloj elegante” en el foro hace un año. Retomo algunos de los comentarios que recogí al inicio:
- No lo parece, pero es un auténtico reto
- este va ser el proyecto más difícil de todos, muchas ideas y muy distintas
- el proyecto tendrá tres barreras: el precio, el tamaño de la muñeca y el gusto del personal
- Lo difícil va a ser diseñar un reloj que no recuerde o parezca a ninguno de los “modelos inspiradores”
- es muy difícil aunar la elegancia con la originalidad
que se manifestaron a lo largo de varias páginas.
Fue por esto que en un momento determinado -finales de octubre, llevábamos casi diez meses dándole vueltas- pensé en darle un giro total al proceso. Se me ocurrió escribir a Armand Billard, el fundador y propietario de Sartory-Billard, y preguntarle si podría hacernos un reloj por un presupuesto al que ya no estaba acostumbrado dado el crecimiento que la marca está experimentando y al prestigio que viene acumulando (nominaciones al GPHG, colaboraciones con Underd0g, creación de tourbillones ‘custom’…). Un presupuesto que, dicho sea de paso, se escapaba del que inicialmente nos habíamos propuesto, pero que me pareció esencial si queríamos algo verdaderamente distinto y de calidad. Para mi sorpresa, Armand me respondió positivamente y me propuso ponernos manos a la obra cuanto antes para poder acotar el tema del precio. Casualidades de la vida, hacía menos de un mes que Tiffany Bachelet, una diseñadora ¡de relojes! que había estado trabajando para Reservoir, se había incorporado a S-B.
El reloj
La base es la caja SB04-E (E de Evolución), de 39,5 mm de diámetro y caracterizada por un bisel cóncavo. La trasera, que podía ser ciega o vista, será ciega para poder albergar un grabado. Corona roscada y en este caso personalizada para nosotros. La esfera típica de Sartory-Billard tiene dos sectores: un disco que ocupa todo el hueco, sobre el que descansa un anillo de zafiro que a su vez soporta los índices y, a veces, la escala de minutos. No será el caso de nuestro reloj que, aun mostrando dos sectores, tendrá un solo disco. Las agujas principales son de tipo lanza, y pueden contener material luminiscente o no, algo sobre lo que volveremos más tarde. La segundera es recta con un contrapeso también de tipo lanza. Finalmente, el movimiento es la referencia G101ET de la manufactura suiza La Joux Perret, un calibre automático con 24 rubíes, latiendo a 4 herzios (28.800 alternancias por hora) con rotor de tungsteno y una reserva de marcha de 68 horas. Vale la pena añadir que caja y esfera están a cargo de Cattin y Comblemine, respectivamente, las manufacturas vinculadas a Kari Voutilainen.
La inspiración
Ya desde la fase previa a esta se había estado jugando con la idea de inspirarse en unos coches casi míticos que la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA) creada sobre las cenizas de la Hispano Suiza había producido en un efímero periodo de ocho años (1951-1958). Unos coches absolutamente inverosímiles por su sofisticación y complejidad técnica en una época -la posguerra española- en que la escasez de recursos, materiales y técnicos, era la norma. Solo se produjeron 86 unidades -de las que hoy sobreviven 58- y se llegaron a comparar con los Ferrari de la época (algunos los denominan así, “los Ferrari españoles”). Y la cosa tiene bastante sentido si consideramos que Wifredo Ricart, artífice de los Pegaso -ese es su nombre- trabajó codo con codo con Enzo Ferrari en la italiana Alfa Romeo antes de que este último formara la “scuderia” con su apellido y más tarde produjera sus propios coches. Y se llevaban mal, pero esa es otra historia que contaré en un hilo específico.
La que nos ocupa tiene que ver con los Pegaso y los peculiares velocímetros Jaeger que indefectiblemente equiparon a todos los modelos producidos. Unos velocímetros caracterizados por tres cosas: unas cifras blancas en relieve, una enorme aguja naranja y un reloj en la posición de las seis.
Después de una primera fase de “brainstorming” donde el objeto de interés fue precisamente ese reloj y una vez en contacto con Sartory-Billard, fuimos descartando “imposibilidades” y acotando el diseño. Aquí fue donde Tiffany demostró su bagaje y presentó lo que ha acabado siendo el hilo conductor: una numeración horaria multiplicada por diez que recuerda fielmente al velocímetro del Pegaso.
El diseño
Así, tomando como referencia ese velocímetro y respetando los códigos de S-B, se dejó libre el espacio que ocuparía el 6 (60 en este caso) para ubicar no solo el preceptivo logo de la marca sino también la leyenda “Horas /10” en un guiño al idioma de sus futuros propietarios. De la mayoría, al menos.
Como he dicho más arriba, la esfera será de una sola pieza, y tendrá la forma de un plato sopero, más hundido en la parte central que en la perimetral. El “escalón” estará delimitado por un anillo de acero pulido que justificará las agujas, del mismo material y acabado. Estas agujas podrán o no llevar SuperLuminova, y me propongo abrir una encuesta entre los interesados para decidir cómo serán. Lo que está definido es la segundera, que será toda ella de color naranja y cuyo extremo sí tendrá material luminiscente, aunque esto solo podrá apreciarse en la oscuridad.
Los dos sectores de la esfera tendrán texturas diferentes. Mientras que el central será más texturado, el exterior será satinado. Sobre este sector exterior -que estará ligeramente inclinado de fuera a adentro- descansarán los índices-cifras macizos de 1 mm de grosor (aunque he pedido si pueden ser del doble) para parecerse lo máximo posible a sus inspiradores del velocímetro. En cuanto a las escalas de minutos, y después de recoger algunas ideas en el hilo original, optamos por hacer dos: la exterior dividida en minutos -cuatro palos entre índices- para la aguja minutera y la interior, menos útil pero igualmente decorativa, que contaría los cuartos de hora para la aguja horaria. Estas escalas irán impresas en SuperLuminova blanca excepto el índice (triángulo) de las cinco: veinticinco minutos recordando las veinticinco unidades de esta edición limitada.
Originalmente había propuesto para el disco interior una rejilla como la que cubre los carburadores (hasta cuatro) de algún Pegaso, pero me di cuenta de que recargaba mucho la esfera, el mismo motivo que me llevó a elegir solo tres círculos concéntricos en lugar de llenarlo todo.
Cuando contacté con Armand comentamos que trabajaríamos en blanco y negro, pero el proceso me ha llevado a determinar colores muy específicos: gris antracita para la esfera y naranja Hermés para la aguja y el detalle de las 5. Ambos con sus correspondientes códigos Pantone/RGB/hexadecimal. La SuperLuminova sí es blanca-blanca.
Y fue precisamente esta configuración cromática la que me hizo pensar que el conjunto no casaba con una caja pulida a espejo, motivo por el cual pedí que se matizara (cepillado, arenado) tanto la caja como el brazalete que ya tenía presupuestado -y que subía un pico, por cierto-. La respuesta fue que no podía matizarse el brazalete porque por puro uso volvería a ponerse brillante, afeando el conjunto. En este punto, y ya que no íbamos a tener brazalete, se me ocurrió preguntar por una caja de titanio. No tienen, aunque no descartan incorporarlas en un futuro. Pues entonces matizada a tope para que su aspecto se parezca lo más posible al titanio. Y en esas estamos.
Ah la corona. La corona “standard” de S-B lleva su propio logo rodeado de material luminiscente. La nuestra llevará el logo de RE. La única duda que tengo es si la rodeamos de tinta negra para que sea la reproducción exacta, la dejamos ‘cruda’ o también le ponemos luminova para que brille de noche.
En cuanto a la trasera, ya mostré el dibujo que me habían propuesto a partir de las fotos que le envié: los preciosos radios de las ruedas de los Pegaso rematadas con el gran tornillo de sujeción mostrando al caballo, algo que justifica de sobra dejar el calibre oculto. Esa trasera trae unas inscripciones standard en sus cuatro “puntos cardinales”. Para nosotros van a borrar el “este” y el “oeste” para poder grabar nuestros datos: Relojes Especiales / Edición limitada XX/25 (provisional). No va a ser posible grabar en la carrura, como también les había pedido.
Finalmente, la correa. El precio que hemos cerrado incluye una correa de caucho S-B con su hebilla (la foto es de otro proyecto de SB). Pero tengo pensado hablar con nuestro patrocinador Lorente para negociar una correa naranja o negra, a gusto del comprador y que pueda llegarle junto con el reloj.
La presentación
Todos los relojes Sartory Billard se presentan en un estuche de madera torneado a mano que aúna practicidad y elegancia, dando empaque al conjunto sin ocupar más de lo necesario. Por mi parte, y siguiendo el hilo conductor de Pegaso, me propongo añadir una tarjeta de aluminio al estilo de la placa identificativa que cada Pegaso lleva en su vano motor. Esta tarjeta contendrá los datos del reloj y su número de serie… y se me ocurre ahora que podría también llevar el nombre de su propietario, como efectivamente ocurría en algunos de los Pegaso.
(foto de internet)
Y así es como va a quedar nuestro Z-102, a falta de nuevas imágenes durante la ejecución. 25 unidades irrepetibles.
Con lumen...
... o sin él. Habrá que votarlo
El precio
Cualquiera que haya seguido los últimos lanzamientos de Sartory-Billard sabrá que sus precios no bajan de los 5000-6000 €. Más del doble si incorporan sofisticaciones tipo artesanía Raden en la esfera o ya no digamos complicaciones tipo tourbillon.
Como comenté en el otro hilo, Armand me aceptó un presupuesto de partida de 3.000 €, dando por supuesto -yo no, mi culpa- que los impuestos eran aparte. Voy a hacerlo corto: nuestro reloj Pegaso Z-102, con todos los elementos descritos más arriba, saldrá por 3.400 € más IVA. Total, 4.114 € a falta de lo que pueda pedirnos Lorente por una correa a juego.
El proceso de fabricación y entrega.
Sartory Billard me pide el 50% del importe de los 25 relojes para poder ponerse a trabajar. Una vez iniciado, el proceso llevará entre cuatro y seis meses, al final del cual y antes del envío me solicitará el resto. Una vez pagados y recibidos los relojes les añadiré la tarjeta-placa de aluminio y procederé a enviarlos a sus destinatarios (tengo que ver el coste del envío asegurado), aunque también podemos organizar algo en Barcelona para recogerlos. En este caso trataría de que alguno de los pocos y afortunados propietarios de un Pegaso que hay por aquí nos dejara visitarlo.
La lista
Voy a abrir una lista de interesados, que pasarán a ser apuntados en firme en cuanto hayan hecho ese depósito del 50% (2.057 €) por el que les emitiré una factura con el IVA desglosado cuyo concepto será “entrega a cuenta del 50% por un reloj Sartory Billard Z-102”. Será entre ellos que abriré una encuesta para decidir si nuestro reloj llevará o no lumen en las agujas horaria y minutera. Después de un tiempo prudencial, y si no cubrimos las 25 unidades en el foro, abriré la propuesta a grupos externos aficionados al motor que, si bien igual no conocen a Sartory Billard, desde luego conocen los Pegaso y su historia.
Dudas y preguntas, a vuestra disposición