Yo también coincido contigo ciclo, en cuanto a lo de la burbuja, es algo que se dice en referencia a que puede llegar el momento en que el los precios de coste superen al valor real entendiendo el valor real al tenor de la variable tiempo, osea, que tu hayas pagado (en un momento dado, el de compra) mas de lo que valen en otro momento dado, el de venta o posible venta o el actual, o bién y contando con las cargas financieras y una vez estas satisfechas, el valor de lo pagado supere (lo suficiente) el valor en ese momento, es en ese instante cuando la "burbuja" explota, y entras en pérdidas. Bién, puede ser que si, o puede ser que no, lo que está claro es que, para un madrileño (con el salario medio) los pisos son caros, pero para un noruego no son tan caros los pisos de Madrid, o para un Inglés de Londres, dado que gana mucho mas, y dado que los pisos en Londres (por poner un ejemplo) son mucho mas caros que en Madrid, y nadie habla de burbuja inmobiliaria en Londres, ergo los precios altos de los pisos (en valor absoluto) no son CAUSA UNICA Y NECESARIA de que pueda o no existir una "burbuja inmobiliaria". Por supuesto que extrapolado a la peluquería, (mercado mundial y segmentado) tadavía el argumento es mayor.
En cuanto a valorar más el lujo que la calidad, no es, necesariamente una reacción ni extraña, ni que pueda calificarse de:
Moralmente "mala" o "buena" o de "listos" y "tontos" (y no digo que tu ni nadie haya calificado nada), propia de malos consumidores, no informados a estas alturas, o de enfermos mentales
Simplemente responde a la satisfacción de deseos distintos:
Cuando se valora el lujo por encima de la calidad, no estamos satisfacciendo deseos primarios (basicos o higiénicos), necesidad de vestir (abrigo y decencia), comer (tener hambre o sed) , sexo (todos o casi todos lo tenemos), saber la hora (llegamos tarde al trabajo y nos echan), etc, etc, etc
Estamos satisfacciendo deseos secunadarios o terciarios; Necesidad de pertenencia a grupo o identificación con grupo, Identificación social, o deseos internos particulares (voy vestido así por que se lleva, por que si no no me como nada, por que vivo en la moraleja y mis vecinos van todos de armani), llevo esté reloj por qué gestiono patrimonios y mis clientes todos llevan relojes iguales y así les doy motivo de conversación, mi director general adjunto lleva un rolex y yo quiero llevar uno igual, etc etc, etc. O terciarios, soy un mecenas y cuando muera quiero que esta colección tan bonita de relojes pase a mi querida comunidad de vecinos y que sea admirada en el portal de mi casa, etc, etc, La satisfacción de este tipo, y no menciono en esto a los apasionados o coleccionistas (minoría dentro de un grupo). Esto se dá en todo el género humano, sin distinción, y en mayor o menor medida, según la información, gustos, deseos etc, pero es común al ser humano, con dos particularidades:
NO SE DA EN PERSONAS que no tienen satisfechas sus necesidades básicas (solo pueden preocuparse de satisfacer estas, buscar comida, abrigo, relojes que den la hora),
En CUANTO SE SATISFACEN LAS BASICAS, el ser humano pasa de tener las otras necesidades.
Es ley universal, naturalemente con muchos matices que sería prolijo explicar.
Por ello y como corolario, cuanto mayor es el desarrollo económico y social en una comunidad, aumenta el consumo de "lujo" en detrimento de la "calidad", todo ello en terminos de equilibrio naturalmente, por el mero hecho de que al tener satisfechas las necesidades básicas, la gente opta por aspirar a la secundarias, sin que esto admita calificación moral buena ni mala, es sencillamente distinta, si decimos que bueno o malo, empezamos con los juicios de valor, políticos o morales, y en ese punto alguien puede sentirse aludido.
En cuanto a coleccionistas o aficionados, son un nicho muy especial de consumidores, muy estudiado en el mundo del marketing y del que hay mucha bibliografía al respecto, sus intereses pueden ir desde la simple pulsión patológica, hasta la admiración estético-etica por un producto determinado, hasta por la satisfacción de anhelos internos de raiz emocional, pero generalmente tienen alguna cosa en común:
Cada afición necesita un nivel de ingresos mínimo para los que la "padecen", aún a costa en este caso de dejar de satisfacer necesidades primarias ocasionalmente (es absurdo que yo decida coleccionar tizianos o ferraris)
Todo aquel que colecciona algo, busca la satisfacción interna que le otorga la mera posesión y admiración de lo deseado (es irracional en cuanto a comportameniento general, la humanidad no tiende al coleccionismo), o el reporte económico o de inversión, que representa lo coleccionado.
Por ello, existirán personas que coleccionen relojes de metacrilato, que les gusten muchos todos los relojes, pero que no puedan permitirse otros, y existirán personas que coleccionen Vacheron Constantin y Patek por que piensen que es una buena inversión y que además sus relojes son muy bonitos y buenos y sean grandes aficionados a los relojes, no es que sean mejores personas unos que otros, ni es tampoco normal pedir a Vacheron que ponga sus relojes a precio de los de metacrilato, para que el que colecciona metacrilato pueda pasarse a los vacherones, puede haber personas que sean muy muy muy aficionadas a los relojes, y no los coleccionen en absoluto, y tampoco son ni mejores ni peores. Lo que no es explicable, es que, admitiendo la pasión por los relojes (solo eso) o por lo coches o por las mujeres, se pueda afirmar que siendo iguales los productos, existen precios distintos para ellos, por la sencilla razón de que si fuesen iguales (en todos los aspectos del producto, incluyendo los "ocultos y los de valor añadido, los terciarios, secundarios etc, etc, personales) y el presunto comprador opta por el más caro, estaríamos hablando solo de dos cosas:
O este es tonto de remate
O es que le están obligando a comprar
La primera no la comento,la segunda, no existe en un mercado libre, dado que nadie, absolutamente nadie, ni la publicidad, ni el marketing, ni el sursum cordam, obliga a nada a un ser humano libre. Negar lo contrario, es negar que el ser humano sea libre de decidir, osea incompetente (enfermo) o irresponsable de ello (es la sociedad y el mercado el culpable de mis males), y aquí si entra la política, y acaba la relojería o la economía, y por tanto mi discurso.